Quirónsalud
Blog de Medicina Deportiva del Grupo Quirónsalud
Alfonso del Corral, especialista en cirugía ortopédica y jefe de Medicina y Traumatología del Deporte del Hospital Ruber Internacional
Con la llegada del verano, aumenta la motivación para hacer ejercicio: los días más largos, el buen tiempo y las vacaciones animan a muchas personas a iniciar o intensificar la práctica deportiva. Sin embargo, este entusiasmo también trae consigo un aumento significativo en el número de lesiones.
Las lesiones aumentan durante el verano porque se hace más deporte. Muchas personas intentan recuperar en pocas semanas lo que no han trabajado físicamente durante el resto del año, y eso pasa factura. Un estudio de la Sociedad Española de Traumatología del Deporte (SETRADE) reveló que el 25% de las lesiones veraniegas se deben a la falta de preparación física, el sobresfuerzo y la fatiga.
Además, el riesgo de lesionarse es mayor con la edad o el aumento de peso, ya que los músculos y tendones son más vulnerables. Para tener una buena condición física hay que realizar ejercicio todos los días durante varios meses. Si no lo haces, te rompes.
Una manera sencilla y eficaz de iniciarse en el deporte es caminando. Comenzar con media hora diaria y aumentar progresivamente tiempo e intensidad es una excelente estrategia.
El verano también ofrece la posibilidad de hacer actividades acuáticas, especialmente beneficiosas porque reducen el impacto sobre las articulaciones. En el agua, el cuerpo pesa menos y hay menor riesgo de lesión.
Las lesiones más comunes son las contracturas, sobrecargas musculares, tendinitis, esguinces de tobillo o rodilla, fascitis plantar, lumbalgias, y en los casos más graves, roturas de ligamentos y luxaciones. También existe el riesgo de problemas graves como infartos o insuficiencias respiratorias, especialmente en personas que no conocen su estado de salud. Por eso, antes de empezar cualquier rutina deportiva, es recomendable acudir al médico para realizar una revisión general, incluyendo pruebas cardiológicas, podológicas y de columna.
Aunque seas deportista habitual, en verano hay que extremar las precauciones:
Aunque parezca saludable, caminar por la arena puede ser contraproducente, la superficie irregular y la inclinación de algunas playas pueden provocar esguinces o sobrecargas. En lugar de ello, es recomendable correr o caminar sobre césped con el calzado adecuado.
Si tienes en mente practicar un deporte específico como el fútbol, no empieces jugando en un campo grande. Lo ideal es adaptarse poco a poco, con sesiones cortas y progresivas. Si no estamos preparados no se puede correr 100 metros, tenemos que empezar con 20.
En definitiva, el verano puede ser un gran momento para mejorar nuestra forma física, pero es fundamental hacerlo con sentido común y preparación. Iniciar la actividad física de forma progresiva, cuidar la técnica, usar el material adecuado y prestar atención a las señales del cuerpo son las mejores garantías para disfrutar del deporte sin riesgos. Lo importante no es hacerlo todo rápido, sino hacerlo bien.
Dr. Carlos Saga, otorrinolaringólogo de Policlínica Gipuzkoa
La infección más común durante el verano es la llamada oído del nadador u otitis externa, sobretodo es más común en los niños, pues son los que más tiempo pasan dentro del agua. De hecho, entre un 80% y un 90% de niños ha sufrido algún caso de otitis durante su infancia, según la Asociación de Pediatría Española (APE).
Los síntomas del oído del nadador son leves al principio: comienzan con picor y con un ligero dolor que se manifiesta cuando se aprieta el cartílago que se sitúa delante de la entrada del conducto auditivo. La situación puede empeorar si no se trata a tiempo, llegando a supurar e inflamarse el conducto hasta provocar una ligera sordera.
Si se llega a este punto, el tratamiento más efectivo serán los antibióticos recetados por el especialista. Es común que la medicación se suministre directamente en el oído, a través de gotas, para que sea más efectiva. Durante el tratamiento el paciente deberá evitar mojarse el oído, incluso durante las duchas.
Si la infección no remite y se prolonga más de lo normal puede tener complicaciones. En situaciones extremas, puede afectar a los huesos del cráneo que forman el oído medio e interno y provocar una parálisis facial, pérdida de la audición, vértigo e incluso complicaciones cerebrales graves.
Para evitar estas situaciones, la primera recomendación, y más evidente, es mantener seco y limpio el conducto auditivo externo. Se recomienda secar los oídos con una toalla, con un secador a baja temperatura o simplemente con los dedos después del baño. Nunca introducir nada en el interior, como bastoncillos de algodón, pues podrían lesionar el tímpano además de empujar al interior del conducto restos de piel y cerumen, con el riesgo de infección y la formación de tapones de cera.
Es recomendable para personas propensas a estas infecciones, o que sufren algunas patologías como la dermatitis, usar tapones hechos a medida, bandas de neopreno o incluso un gorro durante el baño. También es importante no realizar zambullidas violentas, ya que entrar en el agua de manera brusca favorece que el agua se introduzca en nuestro canal auditivo.
Además, también deberemos evitar bucear en exceso ya que cuando realizamos algunas inmersiones es común que los oídos se taponen, debido a que la presión que ejerce el agua sobre el tímpano es mayor que la que ejerce el aire, y esto también podría aumentar el riesgo de que el agua se introduzca en nuestros oídos.
Si tras salir de la piscina o el mar notamos que se ha introducido una pequeña cantidad de agua, debemos inclinar un poco la cabeza para facilitar la expulsión del líquido, evitando introducir cualquier objeto externo para ayudarnos a esta tarea. Y en caso de cualquier ligera molestia, acudir al especialista para que evalúe la situación.
La actividad deportiva se ha instalado de manera definitiva en nuestro día a día, tanto a nivel profesional como de aficionado. Y es que mantenernos activos gracias a la práctica de algún deporte se ha convertido en un elemento fundamental para disfrutar de una vida saludable gracias a sus múltiples beneficios físicos y psicológicos. Si quieres conocer todo lo que el deporte puede hacer por ti, y cómo practicarlo de forma segura, en este blog podrás encontrar los mejores consejos de nuestros expertos en medicina deportiva.
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