En la UCI vivimos una experiencia única y transformadora con una sesión de musicoterapia. La actividad estuvo a cargo de la Escuela Joana Pons, que nos deleitó con la interpretación al piano y dos maravillosas voces, llenando el espacio de armonía, serenidad y conexión emocional.

La música demostró una vez más su poder terapéutico, ayudando a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y generar una sensación de bienestar tanto en los pacientes como en el personal que los acompaña.

Fue un momento de calma y belleza en medio del ajetreo diario.


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