Invertir en el cuidado diario de la piel, actuar rápido ante los brotes y no conformarse con mejoras parciales, los tres consejos de una dermatóloga para personas con dermatitis atópica

Invertir en el cuidado diario de la piel, actuar rápido ante los brotes y no conformarse con mejoras parciales, los tres consejos de una dermatóloga para personas con dermatitis atópica

Dermatitis atópicaDermatitis atópica
18 de noviembre de 2025
Centro Médico Quirónsalud Don Benitoes/red-centros/centro-medico-quironsalud-don-benito
Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereologíaes/especialidades/dermatologia-medico-quirurgica-venereologia

Don Benito, 18 de noviembre de 2025. La dermatitis atópica o eccema atópico es la enfermedad inflamatoria crónica de la piel más frecuente, caracterizada por la aparición de brotes de enrojecimiento y descamación en zonas de pliegues que producen sensación de ardor, escozor y picor intenso. Se trata de una enfermedad que a día de hoy no tiene cura definitiva, aunque existen ciertas pautas de tratamiento que permiten controlar notablemente los síntomas y reducir el número y la intensidad de los brotes.


Para la doctora Amparo Sánchez, al frente de la nueva consulta de Dermatología del Centro Médico Quirónsalud Don Benito, los tres consejos esenciales para el control de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes son "invertir en el cuidado diario de una piel sana, actuar rápido cuando empiece un brote y no conformarse con estar «un poco mejor», ya que en la actualidad existen muchos tratamientos efectivos que pueden ayudar a conseguir un control casi total de la enfermedad".


Tres etapas de tratamiento


La dermatóloga también explica que "el tratamiento de la dermatitis atópica se basa en tres etapas igualmente importantes: tratamiento de los brotes, medidas de mantenimiento o prevención de nuevos brotes y cuidado de la piel sana".


Durante los brotes, la especialista en Dermatología apunta que suelen indicar cremas con corticoides de distinta intensidad según la zona afectada. "También contamos con tratamientos avanzados como los fármacos biológicos, que actúan modulando la respuesta inmunitaria, ofreciendo seguridad y eficacia para pacientes con formas graves de la enfermedad que no responden a las terapias tradicionales", comenta. En cualquier caso, incide en la necesidad de actuar de forma contundente desde el primer momento en el que aparecen los primeros síntomas para poder controlar más fácilmente la inflamación.


Para el tratamiento preventivo o de mantenimiento, se suelen usar inhibidores de la calcineurina, con una frecuencia de aplicación cómoda, que no hace falta que sea a diario. Con un correcto tratamiento de mantenimiento, se puede lograr disminuir la intensidad y frecuencia de los brotes.


Por último, la dermatóloga recuerda la importancia del cuidado diario de la piel, clave para evitar recaídas. "Entre las recomendaciones destacan el uso de cremas hidratantes específicas para pieles atópicas, duchas cortas con agua templada, geles suaves y secar la piel evitando frotar", argumenta.


Aparece en los primeros años de vida


La dermatitis atópica es una enfermedad que suele aparecer en los primeros años de vida y, en la mayoría de los casos, los síntomas mejoran con el paso del tiempo. "No obstante, no todas las personas siguen esta evolución favorable: hay un grupo de pacientes que sigue padeciendo dermatitis atópica en formas moderada o grave durante la edad adulta", argumenta la doctora del Centro Médico Quirónsalud Don Benito.


Se estima que en España la enfermedad afecta a entre un 15-20% de la población pediátrica, mientras que la prevalencia en población adulta se sitúa en torno al 1% y al 3%. Asimismo, los estudios también señalan diferencias entre el medio urbano y el rural, siendo mucho más frecuente en las ciudades debido a factores ambientales y al estilo de vida.


Síntomas


El síntoma más característico de la dermatitis atópica es el picor intenso. Dicho picor suele ir acompañado de la aparición de las llamadas placas de eccema, que son zonas de piel enrojecida, con descamación y una textura áspera que provoca gran incomodidad, generalmente en los pliegues del cuerpo como detrás de las rodillas o en la parte interna de los codos. Ante ello, hay que evitar rascarse en la medida de lo posible, ya que el rascado crónico puede crear un ciclo de irritación que es difícil de romper.


"En los bebés es habitual que la enfermedad afecte a las mejillas, el cuero cabelludo, los brazos o los muslos, mientras que durante la infancia también es común la afectación de la cara, especialmente en párpados y labios", detalla la doctora Amparo Sánchez. En la edad adulta lo habitual es que las placas de eccema dejen de concentrarse en los pliegues y se presenten en otras zonas más extensas del cuerpo.


Además, la nueva dermatóloga del Centro Médico Quirónsalud Don Benito recuerda que existen numerosos factores que pueden empeorar o desencadenar brotes de dermatitis atópica. "Entre los más comunes se encuentran los climas extremos, ya sea el frío intenso del invierno o el calor del verano, así como la baja humedad en el ambiente", detalla. Las infecciones, los ácaros del polvo, el polen, la transpiración y el estrés también son conocidos por empeorar los síntomas


Dra. Amparo Sánchez Dermatologa Don Benito (1)Dra. Amparo Sánchez Dermatologa Don Benito (1)

Dra. Amparo Sánchez, dermatóloga en el Centro Médico Quirónsalud Don Benito

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