Enfermedad del corazón

¿A qué se deben las enfermedades cardiovasculares? Toda la información sobre las cardiopatías: tipos, causas y síntomas.

Síntomas y causas

Las enfermedades cardiacas, cardiopatías o enfermedades cardiovasculares, son aquellas que afectan directamente al corazón y a sus vasos sanguíneos, deteriorando su función. Se trata de patologías muy frecuentes, siendo la primera causa de muerte y hospitalización en los países occidentales.

Atendiendo a cuándo se manifiesten, las enfermedades cardiacas se pueden clasificar en:

  • Cardiopatías congénitas: presentes desde el nacimiento, debido a un desarrollo anómalo del corazón en el útero materno.
  • Cardiopatías adquiridas: se desarrollan después del nacimiento por diferentes factores.

De acuerdo con el área afectada, los tipos de enfermedades cardiovasculares son:

  • Arteriopatías coronarias: enfermedades de las arterias que suministran sangre al músculo cardiaco. Dificultan o impiden el flujo sanguíneo hacia el corazón.
  • Miocardiopatías o cardiomiopatías: afecciones del músculo cardiaco, el miocardio, que hacen que este se debilite, se engrose o se vuelva rígido.
  • Valvulopatías: trastornos de las válvulas cardiacas que impiden su cierre o apertura, y por tanto alteran el flujo de entrada o salida de sangre del corazón.
  • Endocardiopatía o endocarditis: inflamación del endocardio, la membrana que recubre las cavidades del corazón y la superficie de las válvulas.
  • Arritmias: trastornos del ritmo cardiaco. Puede ralentizarse (bradicardia) o acelerarse (taquicardia).

Síntomas

Cada patología concreta se manifiesta de una forma diferente. Sin embargo, hay ciertos síntomas habituales en las enfermedades del corazón más comunes:

  • Angina de pecho: molestia, opresión o dolor en el pecho que puede extenderse al cuello, los brazos, el abdomen y la espalda.
  • Dificultad para respirar.
  • Debilidad y fatiga, especialmente con la actividad física.
  • Dolor, entumecimiento y frío en las extremidades.
  • Mareos y desmayos.
  • Ritmo cardiaco irregular.
  • Hinchazón en las piernas, los tobillos o los pies.
  • Tos persistente.
  • Soplo cardiaco: sonido sibilante en el corazón.

Las cardiopatías congénitas graves, por su parte, presentan síntomas particulares en el recién nacido:

  • Cianosis: color azulado en la piel o los labios.
  • Hinchazón en las piernas, el abdomen o la zona que rodea al ojo.
  • Falta de aire durante el amamantamiento.
  • Poco aumento de peso.

Causas

Cada tipo de enfermedad cardiaca tiene sus propias causas:

  • Cardiopatías arteriales: causadas por la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes arteriales. Esto provoca un estrechamiento de las arterias que bloquea y dificulta el flujo sanguíneo.
  • Miocardiopatías: se derivan de otras patologías que afectan al corazón, como amiloidosis, hipertensión, infecciones inflamatorias o trastornos del tejido conectivo. Asimismo, pueden ser hereditarias y, en ocasiones, la causa es desconocida.
  • Valvulopatías: pueden ser congénitas, es decir, que están presentes desde el nacimiento o adquiridas. Las valvulopatías adquiridas pueden deberse a infecciones cardiacas, fibrosis, fiebre reumática o a la degeneración valvular por calcificación producida por el envejecimiento.
  • Endocardiopatía: la inflamación es provocada por una infección bacteriana, vírica o fúngica (hongos).
  • Arritmias: las arritmias que no son congénitas o producidas por otras patologías cardiovasculares suelen deberse al consumo de sustancias excitantes, el uso de ciertos medicamentos y niveles altos de estrés.
  • Cardiopatías congénitas: las malformaciones cardiacas ocurren a causa de mutaciones en el ADN. Estas mutaciones pueden heredarse de los progenitores o producirse espontáneamente durante el desarrollo embrionario.

Factores de riesgo

Existen varios factores que aumentan el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular:

  • Edad: el envejecimiento favorece la degeneración de los tejidos y de los vasos sanguíneos.
  • Sexo: estas enfermedades son más frecuentes en hombres.
  • Antecedentes familiares.
  • Tabaquismo, ya que daña las arterias y ralentiza dificulta y enlentece el flujo sanguíneo.
  • Dieta con alto contenido en grasas, sal, azúcares y colesterol.
  • Sedentarismo.
  • Hipertensión.
  • Diabetes.
  • Obesidad.
  • Estrés.

Complicaciones

Las enfermedades cardiovasculares pueden tener consecuencias muy graves para el paciente. La disminución de riego sanguíneo provocada por el estrechamiento de las arterias impide un bombeo adecuado del corazón, con lo que es posible desarrollar una insuficiencia cardiaca. Asimismo, si un coágulo obstruye por completo el riego, se produce un ataque cardíaco, o infarto de miocardio, que puede resultar mortal. Este mismo proceso puede suceder en una de las arterias que van al cerebro y causar un accidente cerebrovascular, que puede dañar el cerebro de forma permanente. Las arritmias, por su parte, pueden derivar en un paro cardiaco súbito y fulminante.

Prevención

La forma más eficaz de prevenir las enfermedades cardiacas adquiridas es potenciar un estilo de vida saludable y realizarse chequeos preventivos, especialmente a partir de ciertas edades:

  • Seguir una dieta baja en sal, azúcar y grasas saturadas.
  • Hacer ejercicio regularmente.
  • Evitar el tabaco.
  • Controlar el peso.
  • Reducir el estrés.
  • Descansar y dormir lo suficiente.
  • Controlar regularmente la presión arterial y los niveles de colesterol y azúcar.

¿Qué médico trata la enfermedad del corazón?

Las cardiopatías son evaluadas y tratadas por especialistas en Cardiología y en Angiología y Cirugía Vascular. El seguimiento de algunos de estos procesos puede realizarse también desde Medicina Familiar y Comunitaria. En muchos casos, estas enfermedades se detectan durante revisiones en la unidad de chequeos.

Diagnóstico

Además de estudiar los antecedentes familiares, se realizan diferentes pruebas para confirmar una enfermedad cardiovascular:

  • Análisis de sangre: se miden los niveles de colesterol, proteína C reactiva, ceramidas y otras proteínas que pueden indicar daño cardiaco. Asimismo, se buscan marcadores genéticos de anomalías congénitas.
  • Medición de la presión arterial: medir la presión sanguínea identifica problemas de hipertensión.
  • Electrocardiograma: se registran las señales eléctricas del corazón para medir el ritmo cardiaco.
  • Holter cardiaco: mediante un dispositivo de electrocardiograma portátil, se monitorea la actividad cardiaca durante uno o varios días.
  • Prueba de esfuerzo: consiste en utilizar una cinta andadora o una bicicleta estática, subiendo el nivel de dificultad, para evaluar el funcionamiento del corazón ante la actividad física. Si el paciente no puede realizar ejercicio, se le administran medicamentos que aumentan la frecuencia cardiaca.
  • Ecocardiograma: mediante ultrasonidos, se generan imágenes del corazón en movimiento para examinar la circulación sanguínea y detectar estrechamientos o fugas en las válvulas.
  • Tomografía computarizada: se obtienen imágenes por rayos X para observar el corazón y los vasos sanguíneos. Permite observar la presencia de placa calcificada en las arterias.
  • Resonancia magnética: a través de campos magnéticos y radiofrecuencia se muestran imágenes muy detalladas del corazón.
  • Angiografía coronaria con cateterismo: mediante un catéter en la arteria, se inyecta un material de contraste y se toman imágenes de rayos X del flujo sanguíneo. Esto permite visualizar cualquier obstrucción en las arterias.
  • Perfusión miocárdica o gammagrafía: se inyecta una pequeña cantidad de material radioactivo y una cámara de rayos gamma muestra cómo es absorbido por el miocardio. Así se comprueba el flujo sanguíneo al miocardio, además de detectarse isquemia o cicatrices. Las imágenes se toman en reposo y después de hacer ejercicio.

Tratamiento

El tratamiento de las enfermedades cardiovasculares depende de la causa y del tipo de daño producido:

  • Cambios en el estilo de vida: dieta saludable, ejercicio regular, descanso y abandono del tabaco son una parte fundamental del tratamiento, independientemente de la cardiopatía concreta.
  • Medicación: las opciones varían según la cardiopatía. Son habituales los siguientes:
    • Anticoagulantes o antiplaquetarios: evitan la formación de coágulos.
    • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina: dilatan los vasos sanguíneos y favorecen el riego.
    • Vasodilatadores: dilatan los vasos sanguíneos y reducen la presión arterial. También pueden aumentar el suministro de sangre y oxígeno al corazón.
    • Estatinas: reducen los niveles de colesterol y triglicéridos.
    • Betabloqueantes: disminuyen la frecuencia cardiaca.
    • Diuréticos: previenen la retención de líquidos y la hinchazón.
    • Bloqueantes de los canales de calcio: relajan los vasos sanguíneos y reducen la fuerza de bombeo del corazón, disminuyendo la presión arterial.
    • Antiarrítmicos: regulan el ritmo cardiaco.
  • Procedimientos quirúrgicos: en casos graves, es necesario recurrir a cirugía.
    • Bypass de la arteria coronaria: se injerta una porción de un vaso sanguíneo sano para crear una nueva vía de paso en una arteria obstruida o dañada.
    • Cirugía de reparación de aneurismas o defectos del corazón.
    • Colocación de dispositivos como marcapasos o cardiodesfibriladores.
    • Reemplazo de válvulas con una válvula artificial.
    • Ablación quirúrgica o cirugía de laberinto: mediante cortes, se forma tejido cicatricial en el corazón para que impida el paso de las señales eléctricas, evitando las arritmias.
    • Inserción de una bomba cardiaca artificial: este dispositivo ayuda a bombear sangre cuando el corazón no bombea lo suficiente.
    • Trasplante cardiaco: se reemplaza el órgano dañado por un corazón sano procedente de un donante.
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