Holter cardiaco
El holter cardiaco es un electrocardiograma que se realiza de forma continuada durante varias horas o días. Este dispositivo portátil registra el ritmo del corazón mientras el paciente lleva a cabo sus actividades rutinarias, por lo que facilita una evaluación de su reacción tanto en reposo como en movimiento.

Descripción General
La monitorización electrocardiográfica ambulatoria, normalmente conocida como holter cardiaco por el nombre del dispositivo que se utiliza para hacerla, es una prueba diagnóstica que registra el ritmo del corazón de forma continua de forma ambulatoria, en el domicilio. Para ello, los pacientes llevan el aparato o dispositivo electrónico que registra los datos en un bolsillo o en una bolsa que se puede ajustar a la cintura con banda de sujeción. De esta máquina parten entre 5 y 7 derivaciones (cables) con un electrodo en el extremo que se coloca en el pecho para captar de forma digital las señales del corazón. El monitor funciona con baterías.
Normalmente, se recurre al monitor holter cuando los resultados de los estudios previos (electrocardiograma o electrocardiografía) no son concluyentes. Dependiendo de los aspectos que se quieran analizar, se utiliza un tipo de holter diferente:
- Holter electrocardiográfico: el paciente lleva este dispositivo portátil durante 24 o 48 horas mientras realiza su actividad habitual.
- Holter de 7 días: se utiliza con personas con alteraciones paroxísticas del ritmo cardiaco, es decir, que se producen de vez en cuando. El aparato tiene una autonomía de hasta una semana y registra la actividad eléctrica del corazón hasta el momento en que se producen los síntomas.
- Holter de eventos: funciona con baterías de larga duración que mantienen su autonomía durante un máximo de 40 días. De este modo, aquellos pacientes con síntomas esporádicos que no detectan los electrocardiogramas de rutina pueden activar el registro cuando comienzan a percibirlos.
- Holter subcutáneo: este aparato implantable se coloca bajo la piel del pecho, cerca del corazón, y registra los eventos cuando el paciente lo activa con un control remoto y almacena en una memoria. Tiene una autonomía de unos dos o tres años y se suele utilizar en personas que presentan síntomas cada varios meses.
¿Cuándo está indicada?
El holter suele utilizarse para diagnosticar o ampliar el estudio de diversos tipos de arritmias cardiacas y enfermedades coronarias. Normalmente, se realiza esta prueba en pacientes que refieren palpitaciones, taquicardias o mareos.
- Holter electrocardiográfico: indicado en pacientes que presentan alteraciones frecuentes del ritmo cardiaco. Se utiliza para estudiar casos de síncopes, palpitaciones o cardiopatía isquémica. Además, es una herramienta útil para valorar si un marcapasos está funcionando de forma adecuada o si es necesario modificar la medicación del paciente.
- Holter de 7 días: sirve para valorar arritmias paroxísticas que presentan síntomas de vez en cuando.
- Holter de eventos: también estudia las arritmias paroxísticas, pero, en este caso, cuando se manifiestan de forma más esporádica.
- Holter subcutáneo: es adecuado cuando hay sospecha de arritmias, fibrilación auricular, taquicardias o síncopes recurrentes, pero las pruebas rutinarias no han ofrecido información clara.
¿Cómo se realiza?
Para hacer la prueba de holter externo, se siguen los siguientes pasos:
- Se colocan los electrodos sobre la piel limpia y seca del pecho del paciente con un material adhesivo.
- Se enchufan los cables al dispositivo, que se guarda en una bolsa que se lleva pegada al cuerpo.
- El paciente retoma su rutina para que la actividad del corazón quede registrada. Se deben evitar los baños y las duchas, ya que el aparato no se puede mojar.
- Una vez transcurrido el tiempo indicado, el especialista retira los electrodos y extrae la información para valorarla y emitir un diagnóstico.
El dispositivo implantable subcutáneo precisa una intervención quirúrgica ambulatoria que dura unos 15 o 20 minutos. Para colocarlo, se aplica anestesia local y se hace una incisión de unos dos centímetros de largo a una profundidad de aproximadamente 8 milímetros para introducir el holter. Finalmente, se cierra la abertura, que debe curarse de forma adecuada para que cicatrice sin complicaciones. Tras el procedimiento, se puede retomar la rutina casi de inmediato.
Riesgos
El uso de un monitor holter no supone un riesgo para la salud. En raras ocasiones, se produce una ligera irritación en la zona en la que se colocan los electrodos.
A pesar de que no son habituales, los holter implantables pueden presentar algunas complicaciones como infección tras la cirugía o que el dispositivo se mueva y se perciba a través de la piel.
Qué esperar de una prueba holter
Tanto si es externo como subcutáneo, se coloca de forma ambulatoria y no se requiere ni hospitalización ni reposo posterior. Se recomienda llevar ropa cómoda que se pueda quitar fácilmente y que no esté muy ajustada al cuerpo para que los cables no queden comprimidos. Es posible que se rasure el vello del pecho, en caso de haberlo, para que los electrodos queden bien fijos. Una vez colocado, se debe hacer vida normal sin evitar ningún esfuerzo (excepto el ejercicio físico excesivo), ya que los especialistas deben valorar la respuesta del corazón a la actividad habitual del paciente. A pesar de lo que parece al principio, en poco tiempo el dispositivo y los cables se hacen imperceptibles.
Antes de la intervención quirúrgica para colocar el holter implantable, se debe firmar un consentimiento informado. Posteriormente, se toma una vía para administrar medicación. Durante el procedimiento, el paciente permanece despierto, ya que se aplica anestesia local en la zona izquierda del pecho, bajo la clavícula. La cirugía dura unos 20 minutos y tras aproximadamente una hora de observación, el paciente puede volver a casa. Transcurridos unos diez días, se retiran los puntos o las grapas en la consulta de enfermería o medicina familiar.
En ocasiones, el médico pide que el paciente lleve un registro de las actividades que hace, especialmente de la intensidad de los movimientos que realiza, para tener más información si se registra alguna alteración en el ritmo cardiaco.
Para reducir el riesgo de alteraciones en los resultados, es conveniente tener cuidado con los golpes que pueda recibir el dispositivo, así como los tirones de los cables. Se recomienda aumentar la precaución con el uso imanes, dispositivos eléctricos o teléfonos móviles y evitar pasar por arcos magnéticos o permanecer en zonas de alto voltaje.
Los resultados se comunican en consulta una vez transcurridos varios días después de la extracción de los datos.
Especialidades en las que se solicita un holter cardiaco
Los especialistas en cardiología y de la unidad de riesgo cardiovascular son los médicos que utilizan este método diagnóstico.
Cómo prepararse
La colocación de un monitor holter no necesita una preparación previa. Se recomienda ducharse con anterioridad, ya que durante el tiempo que se tenga conectado está desaconsejado.
En los casos de holter implantable, se debe acudir en ayunas de al menos ocho horas. Es posible que haya que suspender algún tipo de medicación, como los anticoagulantes, algo que el especialista indica con anterioridad.