Enfermedad renal

¿Qué son las nefropatías? Toda la información sobre las enfermedades renales: tipos, causas, síntomas y tratamientos.

Síntomas y causas

Las enfermedades renales, o nefropatías, son aquellas que afectan a la estructura y el funcionamiento de los riñones.

Según la localización de la patología, los tipos de enfermedades renales pueden clasificarse en:

  • Glomerulopatías: afectan a los glomérulos, la unidad principal de filtración del riñón, formados por una red de capilares sanguíneos.
  • Tubulopatías: patologías de los túbulos renales, encargados de devolver la sangre filtrada al organismo y llevar la orina a los uréteres.
  • Nefritis intersticiales: inflamación de los tejidos intersticiales del riñón, esto es, los tejidos circundantes de los túbulos.
  • Nefroangioesclerosis: afectación de los vasos sanguíneos renales.

Atendiendo a las manifestaciones de las enfermedades renales, estas se pueden englobar en diferentes síndromes:

  • Nefrolitiasis: aparición de cálculos renales.
  • Síndrome nefrótico: presencia de demasiadas proteínas en la orina.
  • Síndrome nefrítico: manifestaciones clínicas causadas por un proceso inflamatorio en el glomérulo, que produce una disminución de la filtración glomerular y cuyo signo principal es la aparición de sangre en la orina.
  • Hipertensión arterial: estrechamiento de las arterias renales que dificulta el flujo sanguíneo.
  • Fallo renal agudo: deterioro brusco de las funciones renales.
  • Enfermedad renal crónica o insuficiencia renal crónica: pérdida progresiva de la función renal.
  • Tubulopatías: patologías en las cuales existe una disfunción tubular específica.
  • Infecciones urinarias: infecciones bacterianas, víricas o fúngicas en el tracto urinario.
  • Obstrucciones urinarias: obstrucción del flujo de la orina.

Síntomas

Cada nefropatía cursa con sus propios síntomas, pero existen signos habituales en la mayoría de enfermedades del riñón más comunes:

  • Aumento o disminución de la micción.
  • Alteración en la cantidad y el aspecto de la orina.
  • Presencia de sangre en la orina.
  • Dolor al orinar.
  • Dolor en la parte baja de la espalda.
  • Hinchazón en las piernas.
  • Fatiga.
  • Náuseas o vómitos.
  • Pérdida del apetito.
  • Malestar general.
  • Dolor de cabeza.
  • Insomnio.

Causas

Cada uno de los síndromes que engloban las enfermedades renales tiene diferentes causas:

  • Nefrolitiasis: los cálculos renales se forman por la cristalización del exceso de sales y minerales. Este exceso puede deberse al consumo de ciertos alimentos o medicamentos, a trastornos metabólicos o a una infección urinaria.
  • Síndrome nefrítico: producido por la inflamación aguda de los glomérulos (glomerulonefritis) derivada de una respuesta inmunitaria a una infección.
  • Síndrome nefrótico: se deriva del daño producido en los glomérulos por diversas afecciones renales que causan inflamación o cicatrización de los glomérulos o engrosamiento de sus membranas. También se asocia a otras enfermedades, como el lupus o la amiloidosis.
  • Hipertensión arterial: el estrechamiento arterial es provocado por la acumulación de placa en las arterias (ateroesclerosis).
  • Fallo renal agudo: la insuficiencia renal aguda es un síndrome secundario a múltiples afecciones que derivan en una reducción del flujo sanguíneo, una lesión directa en los riñones o una obstrucción en las vías urinarias que impide que la orina se elimine.
  • Enfermedad renal crónica: se debe a una enfermedad subyacente que afecta progresivamente a la función renal, habitualmente diabetes (nefropatía diabética), hipertensión arterial renal y glomerulopatías.
  • Tubulopatías: suelen ser hereditarias, pero también pueden derivarse de otras enfermedades o producirse por la administración de fármacos y tóxicos.
  • Infecciones urinarias: la mayoría están causadas por bacterias procedentes de la flora del tracto gastrointestinal, aunque también son habituales las provocadas por infecciones de transmisión sexual.
  • Obstrucciones urinarias: el bloqueo de las vías urinarias puede ser debido a malformaciones congénitas, inflamación del uréter, coágulos, tumores, cálculos renales o formación de tejido fibroso o cicatricial.

Factores de riesgo

El riesgo de padecer una enfermedad renal aumenta en estos casos:

  • Diabetes.
  • Hipertensión arterial.
  • Antecedentes familiares.
  • Obesidad: el sobrepeso es un factor de riesgo para la diabetes y la hipertensión.
  • Tabaquismo: favorece la hipertensión.
  • Edad: el riesgo aumenta a partir de los 60 años.

Complicaciones

La enfermedad renal puede provocar las siguientes complicaciones:

  • Daño irreversible en los riñones que requiera diálisis o un trasplante para sobrevivir
  • Edema pulmonar por retención de líquido en estos órganos.
  • Afectación de la función cardiaca por elevación de potasio o inflamación del pericardio.
  • Alteración del sistema nervioso central con consecuencias neurológicas.
  • Anemia, ya que se puede reducir la producción de glóbulos rojos.
  • Empeoramiento de la respuesta inmunitaria del organismo.
  • Riesgo para el embarazo y el desarrollo del feto.

Prevención

Entre las recomendaciones para cuidar la salud de los riñones se incluye:

  • Controlar los niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos en la sangre.
  • Seguir una dieta sana y equilibrada, evitando sales, grasas y azúcares.
  • Realizar ejercicio físico regularmente.
  • Mantener un peso saludable.
  • Evitar el tabaco y el alcohol.

¿Qué médico trata la enfermedad renal?

Las enfermedades renales son tratadas por los especialistas en nefrología, y el seguimiento de algunos de estos procesos puede ser realizado también por especialistas en medicina de familia. En muchas ocasiones se diagnostican en la unidad de chequeos médicos.

Diagnóstico

Existen diferentes pruebas que pueden confirmar la presencia de una nefropatía:

  • Análisis de sangre: se miden principalmente la tasa de filtración glomerular, la creatinina sérica y el nitrógeno ureico sanguíneo. La elevación de estos valores puede ser indicativo de un problema renal.
  • Análisis de orina: se miden los niveles de albúmina, creatinina, ácido úrico, calcio, sodio y otras sustancias, además de evaluar la cantidad de orina expulsada en un día.
  • Pruebas de diagnóstico por imagen, como ecografía, tomografía computarizada o resonancia magnética: se obtienen imágenes detalladas de los riñones y sus vasos sanguíneos en las que se pueden detectar anomalías y lesiones.
  • Biopsia renalBiopsia renalBiopsia : si las pruebas anteriores no son concluyentes, se puede analizar una muestra del tejido de los riñones.

Tratamiento

El tratamiento de las enfermedades renales se determina en función de la gravedad que presenten:

  • Cambio en el estilo de vida: en etapas iniciales es importante prevenir daños a largo plazo mediante dieta, control de peso y supervisión de los niveles de presión arterial, azúcares y colesterol.
  • Medicación: enfocados a tratar la causa subyacente de la enfermedad renal.
    • Hipotensores: reducen la presión arterial.
    • Diuréticos: evitan la retención de líquidos.
    • Quelantes del fósforo y del potasio: reducen la absorción de fósforo y potasio para evitar su acumulación.
    • Suplementos para la anemia y la función ósea.
    • Eritropoyetina para estimular la producción de glóbulos rojos.
  • Diálisis: en casos crónicos, se realiza un procedimiento para filtrar la sangre de forma artificial. Suele ser un tratamiento de por vida.
    • Hemodiálisis: se filtra la sangre en una máquina llamada dializador y se devuelve limpia al organismo.
    • Diálisis peritoneal: en lugar de dializador, se utiliza como filtro el peritoneo, la membrana que cubre la cavidad abdominal.
  • Nefrectomía: procedimiento quirúrgico que consiste en la extirpación total o parcial del riñón.
  • Trasplante de riñón: se sustituye el riñón enfermo por uno sano procedente de un donante.
¿Quieres una cita con un profesional?