Esquizofrenia

¿Es la esquizofrenia hereditaria? Toda la información sobre este trastorno, sus síntomas y sus tratamientos.

Síntomas y causas

La esquizofrenia es un desorden mental grave caracterizado por una disociación de las funciones psíquicas, que provoca trastornos graves en el pensamiento, la percepción, las emociones o la voluntad. Las personas con esquizofrenia perciben e interpretan la realidad de forma distorsionada, lo que dificulta en extremo su vida diaria.

Pertenece al grupo de los trastornos psicóticos, lo que significa que las personas con esquizofrenia pueden tener dificultades para distinguir entre la realidad y los pensamientos, las ideas o las percepciones producidos por la enfermedad.

La relación de síntomas y sistemas estándar de diagnóstico se recogen en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM). En su cuarta edición, se describían cinco tipos de esquizofrenia, atendiendo a la predominancia de los síntomas, sin embargo, en el DSM-5, la versión actual del manual, de 2013, ya no se utilizan estas categorías. La razón principal es que presentaban síntomas comunes y no existía suficiente precisión en los diagnósticos. No obstante, conviene conocerlas porque algunos afectados o sus familiares utilizan esta nomenclatura.

La esquizofrenia es una enfermedad relativamente frecuente que suele presentarse en la adolescencia o entre los 20 y los 30 años de edad. Es considerada como uno de los trastornos médicos más incapacitantes y, además, es habitual que los pacientes sean víctimas de estigmatización y discriminación.

Síntomas

El cuadro esquizofrénico no es uniforme, y sus síntomas pueden presentarse en otros trastornos mentales. Asimismo, la mayoría de los síntomas de la esquizofrenia son subjetivos: solo los experimenta el paciente y no pueden ser comprobados. También pueden variar con el tiempo, alternándose periodos de empeoramiento y de remisión. No obstante, algunos pueden estar presentes siempre.

Los síntomas habituales se dividen en tres categorías:

  • Síntomas positivos o psicóticos:
    • Alucinaciones: se perciben cosas inexistentes. Pueden ser auditivas (oír voces es la alucinación más frecuente), visuales, somáticas, olfativas o gustativas.
    • Delirios: creencias falsas sostenidas con firmeza a pesar de la evidencia contraria. Pueden ser delirios paranoides o de grandeza, entre otros.
    • Pensamiento desorganizado: el lenguaje es incoherente, incomprensible y con fluidez alterada.
    • Trastornos del comportamiento y el movimiento: actitudes desorganizadas o anormales, como repetición constante de movimientos, posturas extrañas, ralentización o agitación extrema.
  • Síntomas negativos, o deterioro de las emociones:
    • Pérdida de motivación e interés en las actividades cotidianas.
    • Anhedonia: incapacidad de experimentar placer o satisfacción.
    • Apatía, falta de energía.
    • Falta de expresividad, ausencia de contacto ocular.
    • Limitación del habla.
    • Retraimiento socialo aislamiento.
    • En casos extremos, catatonia: la persona muestra estados de inmovilidad absoluta.
  • Síntomas cognitivos:
    • Dificultad para concentrarse o prestar atención.
    • Problemas para procesar la información y resolver problemas.
    • Problemas de aprendizaje y memoria.
    • Comprensión verbal y de las interacciones sociales deficiente.

Aparte de los síntomas, es habitual la falta de conciencia de la enfermedad por parte del paciente, lo que dificulta enormemente su tratamiento.

Cuando se manifiesta la esquizofrenia en adolescentes, la enfermedad puede ser difícil de identificar, ya que algunos signos tempranos pueden confundirse con características típicas del desarrollo adolescente, como trastornos del sueño, distanciamiento de amigos y familiares, menor desempeño escolar, apatía, irritabilidad o decaimiento. Asimismo, es fácil confundir los síntomas negativos de esquizofrenia con otros trastornos mentales como la depresión.

Causas

A pesar de que desconoce la causa última de la esquizofrenia, se considera que puede deberse a una interacción entre tres factores:

  • Dotación genética: la conjunción de determinados genes aumenta la posibilidad de desarrollarla.
  • Factores ambientales: entornos muy estresantes, peligrosos o traumáticos o exposición a virus o problemas nutricionales antes del nacimiento.
  • Alteraciones en el cerebro: alteraciones en la estructura encefálica, en la actividad de los neurotransmisores o en las funciones cerebrales.

Factores de riesgo

Las condiciones que parecen aumentar el riesgo de desarrollar esquizofrenia incluyen:

  • Antecedentes familiares.
  • Complicaciones durante el embarazo o el nacimiento que puedan afectar al desarrollo del cerebro.
  • Exposición a virus, toxinas o malnutrición durante el embarazo.
  • Consumo de drogas psicoactivas o psicotrópicas durante la adolescencia y la juventud.

Complicaciones

Sin tratamiento, la esquizofrenia puede ocasionar problemas graves en la vida del paciente, pudiendo manifestar episodios de violencia, depresión o pensamientos e intentos de suicidio. También se puede llegar a la incapacitación.

Prevención

Si bien no hay una manera efectiva de prevenir la esquizofrenia, se puede tratar de disminuir los factores de riesgo, principalmente evitando el consumo de drogas.

¿Qué médico trata la esquizofrenia?

La esquizofrenia es evaluada y tratada por los especialistas de psiquiatría, psicología clínica.

Diagnóstico

No existe una prueba definitiva para el diagnóstico de esquizofrenia, si no que se basa en la observación exhaustiva de los antecedentes del paciente, sus hábitos de vida y sus síntomas. En este punto, es de vital importancia la información obtenida de las personas de su círculo habitual. Además, se realiza una evaluación psiquiátrica para valorar la predominancia e intensidad de los síntomas negativos y positivos de la esquizofrenia. Asimismo, se podrán realizar análisis de sangre o pruebas de imagen que descarten problemas subyacentes que podrían estar causando los síntomas.

Tratamiento

La esquizofrenia no tiene cura y requiere tratamiento de por vida para controlar los síntomas:

  • Medicamentos neurolépticos o antipsicóticos. Las opciones clásicas causaban muchos efectos secundarios, pero los nuevos tratamientos para la esquizofrenia han demostrado ser más inocuos.
  • Medicamentos antidepresivos y ansiolíticos para mejorar los síntomas negativos.
  • Terapia psicosocial y rehabilitación para ayudar a normalizar los patrones de pensamiento y mejorar las capacidades cognitivas y conductuales. Es recomendable que el entorno del paciente también asista a terapias y grupos de apoyo.
  • Hospitalización en caso de crisis o síntomas muy graves.
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