Gastroenteritis
¿Qué tomar si se tiene un virus estomacal? Todo sobre las causas, los síntomas y los tratamientos más eficaces para la gastroenteritis.
Síntomas y causas
La gastroenteritis es una inflamación del estómago y de los intestinos que suele estar causada por un agente infeccioso, por lo que se conoce como gripe estomacal. En ocasiones puede producirse por la ingesta de agua o alimentos contaminados, por los efectos secundarios de un medicamento, o por intolerancia y alergias alimentarias. En un sistema digestivo inflamado se afecta la capacidad para regular la secreción y la absorción de agua y sales, por lo que se produce diarrea.
Si atendemos a sus causas, podemos clasificar la gastroenteritis en:
- Gastroenteritis vírica: es la llamada gripe estomacal, una de las más habituales, que dura entre tres y cinco días y desaparece por sí sola. Los virus más frecuentes son el rotavirus, el adenovirus y el norovirus.
- Gastroenteritis bacteriana: se produce por la ingesta de agua o alimentos contaminados con una bacteria (habitualmente la salmonela, la Shigella, el Campylobacter o la Escherichia Coli). Dependiendo del agente infeccioso que la cause, puede ser necesario el uso de antibióticos.
- Gastroenteritis parasitaria: es menos común que las anteriores y está causada por la aparición de parásitos en el intestino.
- Gastroenteritis no infecciosa: su origen suele estar en relación con el consumo de algunos medicamentos, intolerancias o alergias alimentarias o por padecer enfermedades crónicas como celiaquía o enfermedad de Crohn.
Síntomas
Los síntomas de la gastroenteritis suelen ser fácilmente reconocibles. Algunos de los más destacados son:
- Diarrea acuosa.
- Náuseas que pueden estar acompañadas de vómitos.
- Dolor abdominal y retortijones.
- Dolor muscular.
- Fiebre baja.
Causas
Las causas de la gastroenteritis infecciosa son el contagio por un virus, una bacteria o un parásito. Cuando la enfermedad no es de naturaleza infecciosa, su origen se suele deber a la toma de medicamentos antimicrobianos, antiinflamatorios, antipiréticos o analgésicos durante un periodo prolongado o al hecho de padecer otras patologías que afectan al intestino, como la enfermedad de Crohn o la celiaquía.
Factores de riesgo
La gastroenteritis puede afectar a cualquier tipo de persona, pero suelen ser más propensos algunos grupos como:
- Niños pequeños que están en contacto con otros menores en la escuela infantil, ya que su sistema inmunitario todavía no se ha desarrollado por completo.
- Niños en edad escolar, ya que la convivencia favorece el contagio.
- Personas con el sistema inmunitario debilitado debido a la edad avanzada, a otras enfermedades o a tratamientos médicos.
- Habitantes de zonas con poca higiene, sin acceso a agua potable o sin sistemas de saneamiento.
Complicaciones
Aunque no es habitual, la principal complicación de la gastroenteritis es la deshidratación. Cuando no se reponen adecuadamente los líquidos y electrolitos perdidos como consecuencia de la diarrea, se puede sufrir debilidad, calambres musculares, mareos, dolor de cabeza, sensación de boca seca o cansancio.
Prevención
La mejor forma de prevenir la gastroenteritis es:
- Evitar el contacto directo con personas contagiadas.
- Cuidar la higiene, especialmente el lavado de manos, que debe ser más exhaustivo cuando se convive con enfermos de gastroenteritis o después de ir al baño.
- Lavar los alimentos antes de cocinarlos.
- Vacunarse frente al rotavirus. En España se recomienda hacerlo en dos o tres dosis antes de los seis meses de edad, aunque la vacuna todavía no está financiada por el sistema sanitario público.
¿Qué médico trata la gastroenteritis?
La gastroenteritis es diagnosticada y tratada por médicos generalistas, así como por especialistas en Pediatría y sus Áreas Específicas según la edad del paciente y en Aparato Digestivo, en función de la causa y la gravedad del cuadro clínico.
Diagnóstico
La gastroenteritis se diagnostica observando los síntomas y haciendo un examen físico al paciente. No suelen ser necesarias pruebas adicionales. Aun así, en aquellos casos en los que no se percibe mejoría en el tiempo habitual, se suele solicitar pruebas en heces para determinar el agente causante de la infección.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, la gastroenteritis remite sin necesidad de aplicar un tratamiento farmacológico. Normalmente, los pacientes se recuperan con reposo relativo y una hidratación adecuada. Conviene cuidar la alimentación hasta que el intestino se haya recuperado, por lo que se recomienda:
- Evitar los lácteos, las verduras de color verde, los dulces, las bebidas azucaradas y las que contengan cafeína.
- No tomar fruta ni verdura crudas.
- Ingerir arroz, zanahoria y patatas podría ayudar a acortar el tiempo de enfermedad.
- Tomar pan tostado, manzana asada, plátano maduro, infusiones, huevos y pescado blanco o carne de ave cocida o a la plancha.
- Incluir suero hiposódico en la dieta para reponer el líquido y las sales perdidas.
En algunas ocasiones, es necesario el tratamiento antibiótico.