Hernia umbilical
Información sobre las causas, la prevención, el pronóstico y el tratamiento de la protrusión de contenido abdominal cerca del ombligo.
Síntomas y causas
La hernia umbilical se produce cuando parte del contenido abdominal, normalmente grasa o una porción del intestino, sobresale a través de los músculos cercanos al ombligo. Esta protrusión es muy frecuente en bebés y niños, aunque puede darse en personas de cualquier edad.
Las hernias que se producen alrededor del ombligo son de las más frecuentes, pero no suponen un riesgo para la salud. En los pacientes de corta edad, la hernia umbilical suele resolverse por sí sola cuando los músculos se fortalecen, alrededor de los tres o cuatro años. Sin embargo, en los adultos es más habitual necesitar cirugía para corregirla.
Síntomas
Los síntomas más característicos de la hernia umbilical son:
- Protuberancia cerca del ombligo que, sobre todo en los bebés, puede aparecer solo cuando se hace un esfuerzo.
- Hinchazón.
- Dolor, se manifiesta solamente en los adultos.
Causas
La causa principal de la hernia umbilical es la debilidad de los músculos de la pared del abdomen que se produce por circunstancias diversas:
- Bebés y niños: la abertura que da acceso al cordón umbilical durante la gestación no se cierra adecuadamente.
- Adultos: exceso de presión en la pared abdominal.
Factores de riesgo
El riesgo de tener una hernia umbilical aumenta en los siguientes casos:
- Bebés y niños:
- Prematuridad.
- Bajo peso al nacer.
- Adultos:
- Exceso de peso.
- Obesidad.
- Embarazos, especialmente los múltiples.
- Práctica de ejercicio intenso.
- Esfuerzos físicos.
- Estreñimiento crónico.
- Ascitis: acumulación de líquido intraabdominal.
- Diálisis peritoneal.
- Cirugía abdominal previa.
Complicaciones
Aunque no es frecuente, la hernia umbilical puede causar problemas más graves de salud, que precisan valoración inmediata como:
- Encarcelación: el tejido se queda parcialmente atrapado y no puede volver al interior del abdomen. Puede causar dolor, náuseas y evolucionar a estrangulación
- Estrangulación: cuando la sangre no llega al tejido protruido porque queda atrapado por completo, se necrosa y causa una infección. síntomas dolor intenso, náuseas, vómitos, fiebre Si se extiende a la cavidad abdominal puede suponer un riesgo para la vida.
- Obstrucción intestinal.
Prevención
No siempre se puede prevenir la aparición de una hernia umbilical, pero algunos hábitos reducen el riesgo significativamente:
- Mantener un peso adecuado.
- No hacer grandes esfuerzos, siempre que sea posible.
- Fortalecer los músculos abdominales.
- Beber suficiente agua y tomar alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento.
¿Qué médico trata hernia umbilical?
La hernia umbilical suele diagnosticarse en la consulta de medicina general o pediatría y se trata por los especialistas en cirugía general y del aparato digestivo.
Diagnóstico
Para diagnosticar una hernia umbilical suele bastar con hacer un examen físico en el que se palpa la protuberancia y se evalúa el dolor.
En casos especiales en los que se necesita conocer el contenido de la hernia o descartar complicaciones, se recurre a una ecografía abdominalEcografía abdominalEcografía . Si se sospecha el estrangulamiento de la hernia, se corrobora mediante una tomografía computarizada (TC), que ofrece imágenes más detalladas del abdomen y el tejido protruido.
Tratamiento
La hernia umbilical en los recién nacidos no se trata, ya que suele corregirse por sí sola antes de los dos o tres años. En adultos asintomáticos con hernias de tamaño pequeño y sin riesgo de encarcelación, se utilizan fajas que la mantienen en su sitio.
Si la protuberancia persiste, es muy grande, produce dolor o se presenta en adultos, se requiere una intervención quirúrgica para repararla. Los especialistas recurren a dos técnicas diferentes dependiendo de las necesidades:
- Herniorrafia: suele ser el procedimiento elegido para hernias de entre uno y medio a dos centímetros. Durante la cirugía, se coloca el contenido abdominal en su sitio y se cierra el defecto muscular con suturas.
- Hernioplastia: es el proceso más indicado para hernias grandes, de más de dos centímetros. Además de recolocar los tejidos, se repara el orificio con una malla sintética que refuerza la zona debilitada para evitar una recaída.






































































































