Hipermetropía
¿Cómo ve una persona con hipermetropía? Todo sobre las causas, los síntomas y los mejores tratamientos para este error de refracción.
Síntomas y causas
La hipermetropía es un error de refracción que deriva en una visión borrosa de los objetos cercanos, generalmente, se manifiesta con una visión borrosa e incómoda de cerca. Por norma general, los bebés nacen con hipermetropía (denominada fisiológica), que se va corrigiendo a medida que se crece. Un desarrollo anormal del ojo deriva en adultos con este defecto refractivo.
Dependiendo de la gravedad de este defecto refractivo se habla de tres tipos de hipermetropía:
- Hipermetropía leve: entre una y tres dioptrías.
- Hipermetropía moderada: entre tres y seis dioptrías.
- Hipermetropía alta: más de seis dioptrías.
En algunas ocasiones, especialmente cuando la hipermetropía es muy alta, se pueden manifestar también dificultades para distinguir objetos lejanos. Cuando la hipermetropía es leve, los músculos de ojo se acomodan para corregir la visión sin necesidad de tratamiento. Con el paso del tiempo, se pierde esta capacidad y es necesario recurrir a un tratamiento para ver nítidamente de cerca.
Conviene diferenciar la hipermetropía, que puede darse en personas jóvenes, de la presbicia, que es una consecuencia natural del envejecimiento de los ojos.
Síntomas
Los síntomas de hipermetropía más habituales son:
- Visión borrosa de los objetos cercanos.
- En ocasiones, dificultad para distinguir los objetos lejanos.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga ocular.
- Enrojecimiento y picor en los ojos.
Causas
La hipermetropía está causada por un error en la convergencia del cristalino, que hace que se enfoquen las imágenes por detrás de la retina en lugar de sobre ella, como es habitual. Existen diferentes causas para este defecto de refracción que se agrupan en tres tipos:
- Hipermetropía simple: el ojo es más pequeño de lo normal.
- Hipermetropía compuesta: el ojo es corto y la córnea es más plana de lo que debería.
- Hipermetropía mixta: el ojo es más largo de lo habitual y la córnea es plana o el ojo es más corto de lo normal y la córnea tiene más curvatura de lo debido.
Factores de riesgo
El principal factor de riesgo de la hipermetropía son los antecedentes familiares, ya que tiene un componente genético.
Complicaciones
Cuando la hipermetropía no se controla adecuadamente, se pueden sufrir otros problemas oculares como el estrabismo o el ojo vago. Por lo tanto, se recomienda acudir a revisiones periódicas con el oftalmólogo.
Prevención
No es posible prevenir la hipermetropía. No obstante, se recomienda seguir algunas pautas para evitar que empeore:
- Realizar exámenes periódicos de la vista.
- Evitar la sequedad de los ojos con lágrimas artificiales.
- Proteger los ojos utilizando gafas de sol, de buceo o de trabajo cuando se realicen deportes o actividades de riesgo.
- Llevar un estilo de vida sano.
¿Qué médico trata la hipermetropía?
La hipermetropía es diagnosticada y tratada por especialistas en oftalmología. Además, puede ser detectada en las consultas de pediatría y sus áreas específicas o de medicina familiar y comunitaria, especialmente durante los controles de salud visual.
Diagnóstico
Para diagnosticar la hipermetropía basta con un examen ocular básico. Las revisiones rutinarias suelen incluir una evaluación de la refracción, que detecta fácilmente este tipo de alteraciones.
Tratamiento
Actualmente, existen diferentes tratamientos para la hipermetropía que se adaptan a las diferentes necesidades de los pacientes:
- Gafas graduadas con lentes convergentes: ayudan a que el punto de enfoque se produzca sobre la retina.
- Lentillas graduadas: también consiguen que la luz incida directamente sobre la retina y aportan un mayor campo de visión.
- Cirugía láser o fotorrefractiva: operación que corrige la curvatura de la córnea de forma definitiva. Dependiendo de las características del ojo, se elimina el epitelio por completo o simplemente se retira durante la intervención.