Hipersomnias
¿Qué es la hipersomnia? Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de este trastorno del sueño.
Síntomas y causas
La hipersomnia es un trastorno del sueño caracterizado por una somnolencia excesiva durante la vigilia, independientemente de las horas que se hayan dormido. La persona siente mucho sueño a lo largo del día, en situaciones en las que no resulta normal. Se considera hipersomnia cuando este cuadro se mantiene a diario durante al menos tres meses.
En función de su origen, se distinguen dos tipos de hipersomnia:
- Hipersomnia primaria o idiopática: no tiene causa conocida. En este grupo se incluyen la narcolepsia y el síndrome de Kleine-Levin.
- Hipersomnia secundaria: la somnolencia es un síntoma de un trastorno subyacente. Es la más frecuente.
A pesar de que la hipersomnia no es peligrosa en sí misma, afecta al día a día de los pacientes y puede poner en riesgo su vida cuando, por ejemplo, se duermen en situaciones de peligro.
Síntomas
Los síntomas frecuentes de la hipersomnia son los siguientes:
- Sensación constante o excesiva de sueño, cansancio y pesadez.
- Aumento del tiempo de sueño diario.
- Dificultad extrema para despertarse y mantenerse despierto.
- Desorientación al despertar.
- Pueden aparecer episodios de amnesia.
- Sensación de no haber descansado después de dormir varias horas.
- Siestas largas a lo largo del día que no resultan reparadoras.
- Torpeza de movimiento y pensamiento.
- Disminución de la concentración y la memoria.
- Irritabilidad o ansiedad.
Causas
Las causa principal de la hipersomnia secundaria es un descanso insuficiente o fragmentado que puede deberse a varias razones:
- Otros trastornos del sueño, como insomnio, apnea del sueño o síndrome de las piernas inquietas.
- Enfemedades que causan sueño fragmentado, como artritis, epilepsia, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, disfunción urinaria, trastornos gastrointestinales o dolor crónico.
Otras factores que provocan hiperinsomnia son:
- Consumo de drogas o medicamentos que producen somnolencia, como sedantes, hipnóticos, antidepresivos, antihistamínicos, antiepilépticos, hipertensivos o neurolépticos, entre otros.
- Trastornos psquiátricos como síndrome postraumático, depresión mayor, distimia o trastorno bipolar.
- Enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, como las encefalopatías o las demencias.
- Trastornos metabólicos, como hipotiroidismo, deficiencia de hierro o deficiencia de vitamina D.
- Cuadros infecciosos, especialmente si cursan con fiebre alta.
Factores de riesgo
Las probabilidades de padecer hipersomnia idiopática aumentan en estos supuestos:
- Ciclos de sueño irregulares, debido generalmente al trabajo o al estilo de vida.
- Edad: suele comenzar en la adolescencia o en las primeras etapas de la edad adulta.
- Antecedentes familiares.
Complicaciones
La hipersomnia tiene un efecto muy negativo en la calidad de vida de quien la padece, y la sensación de sueño continua puede resultar muy limitante. Los problemas de concentración y memoria disminuyen el rendimiento laboral y académico y, junto a la descoordinación motora, aumentan el riesgo de sufrir accidentes. Asimismo, los cambios en el estado de ánimo provocados por la somnolencia repercuten en las relaciones sociales del paciente. Además, la carencia de un sueño reparador es uno de los factores de riesgo de múltiples enfermedades cardiacas, vasculares, metabólicas y neurológicas, como hipertensión, insuficiencia cardiaca, obesidad, síndrome metabólico, demencia, depresión, ansiedad o síndrome de fatiga crónica, entre otras.
Prevención
Se puede tratar de prevenir la hipersomnia manteniendo una higiene del sueño adecuada que garantice el descanso:
- Mantener los mismos horarios de sueño todos los días.
- Procurar dormir ocho horas diarias, ya sea de una sola vez o con una siesta diurna.
- Realizar actividades relajantes o ejercicios de relajación antes de dormir.
- Evitar las comidas copiosas y la actividad física intensa antes de dormir.
- No tomar medicación sedante o hipnótica.
¿Qué médico trata las hipersomnias?
La hipersomnia es evaluada y tratada por especialistas en la Unidad del sueño, entre los que se encuentran médicos de diferentes especialidades, como neurología, neurofisiología clínica, neumología o psiquiatría.
Diagnóstico
Para confirmar la hipersomnia se realizan diferentes pruebas:
- Examen clínico: estudio de los síntomas y del historial clínico del paciente en el que pueden aparecer afecciones que justifiquen la hipersomnia. Asimismo, se pueden hacer análisis de sangre y orina para descartar el consumo de drogas y fármacos como causa de somnolencia.
- Escala de somnolencia de Epworth: el paciente gradúa la somnolencia que siente en diferentes situaciones cotidianas. Una puntuación alta indica hipersomnia.
- Diario del sueño: el paciente registra sus patrones y horarios de sueño durante varios días.
- Estudios del sueño: se realizan después de someter al paciente a un programa de sueño-vigilia, durmiendo un mínimo de siete horas nocturnas y con la suspensión de la toma de cualquier fármaco.
- Polisomnografía: mediante electrodos colocados en el paciente, se miden sus funciones corporales durante el sueño, como la actividad cerebral, la frecuencia cardiaca y respiratoria, los movimientos oculares, movimientos de las extremidades y los niveles de oxígeno. En esta prueba se ve la fragmentación o continuidad del sueño y la distribución de las fases del sueño que, en caso de hipersomnia idiopática, son normales.
- Prueba de latencias múltiples: mide el tiempo requerido para conciliar el sueño. Se programan varias siestas a lo largo de un día, separadas por un intervalo de dos horas, y mediante electrodos conectados al paciente se registra la latencia y se comprueba si hay entrada en fase REM. Se considera hipersomnia si la latencia es inferior a cinco minutos y no hay entrada en fase REM.
Tratamiento
La hipersomnia tiene varios tratamientos posibles, siendo el primer paso el tratamiento de la causa subyacente, si la hay. Si esto no reduce los síntomas o se trata de una hipersomnia idiopática, las opciones son:
- Medidas para mejorar la higiene del sueño: si la hipersomnia es leve, se establecen horarios fijos para acostarse y levantarse, se programa una siesta diaria y se recurre a estimulantes suaves como el café.
- Tratamiento farmacológico: se administran medicamentos estimulantes que ayuden a mantener el estado de vigilia.