Osteogénesis imperfecta

¿La enfermedad de los huesos de cristal tiene cura? Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para los distintos tipos de osteogénesis imperfecta.

Síntomas y causas

La osteogénesis imperfecta, también llamada enfermedad de los huesos de cristal, es un trastorno genético hereditario, caracterizado por una alteración en la formación del colágeno que provoca una fragilidad anormal en los huesos, causando fracturas y deformidades óseas frecuentes. Las fracturas son más habituales en la infancia, y pueden reducirse tras la etapa de crecimiento.

Atendiendo a su gravedad, se distinguen cuatro tipos principales:

  • Osteogénesis imperfecta tipo I: la forma más leve y frecuente.
  • Osteogénesis imperfecta tipo II: el tipo más grave, causa muerte perinatal y neonatal.
  • Osteogénesis imperfecta tipo III: es muy grave, pero no resulta mortal.
  • Osteogénesis imperfecta tipo IV: de gravedad variable, tiene una tasa de supervivencia alta y los pacientes pueden beneficiarse del tratamiento.

Síntomas

Los síntomas varían en función del tipo de enfermedad que se padezca:

  • Osteogénesis imperfecta tipo I:
    • Fracturas ocasionales.
    • Ligera deformación ósea: curvatura de tibia y fémur.
    • Hiperlaxitud articular.
    • Dolor muscular y articular debido a la hiperlaxitud.
    • Desarrollo muscular escaso.
    • Escleróticas azules: la esclerótica es anormalmente delgada y las venas se transparentan.
    • Pérdida de audición.
    • Puede aparecer dentinogénesis imperfecta: dientes amarillentos o grisáceos, quebradizos y poco desarrollados.
  • Osteogénesis imperfecta tipo II: los síntomas se aprecian en el útero o en el nacimiento.
    • Fragilidad ósea extrema: la debilidad del cráneo hace que el encéfalo no esté protegido de la presión producida en el parto, pudiendo provocar la muerte del neonato.
    • Fracturas en el cráneo y en el tórax durante el parto o en el útero.
    • Vértebras aplanadas.
    • Brazos y piernas cortos.
    • Malformaciones en las costillas y los huesos largos de las piernas.
    • Escleróticas azules.
  • Osteogénesis imperfecta tipo III:
    • Estatura baja.
    • Esclerosis: curvatura anómala de la columna.
    • Hiperlaxitud articular.
    • Desarrollo muscular escaso.
    • Fracturas frecuentes a consecuencia de golpes leves.
    • Cráneo voluminoso.
    • Forma triangular de la cara debido al desarrollo excesivo del cráneo y al subdesarrollo de los huesos faciales.
    • Deformidades torácicas.
    • Escleróticas azules que se vuelven blancas hacia la adolescencia.
  • Osteogénesis imperfecta tipo IV:
    • Estatura corta.
    • Deformaciones óseas.
    • Fracturas frecuentes.
    • Puede aparecer dentinogénesis imperfecta.
    • Puede haber pérdida de audición.

Causas

La osteogénesis imperfecta se debe a la mutación en los genes productores de colágeno tipo I, uno de los componentes fundamentales de los huesos (les confiere elasticidad y flexibilidad) y los ligamentos. La mutación produce deficiencias en la estructura del colágeno que se produce o en su cantidad, con lo que los huesos no se forman correctamente. El gen defectuoso suele heredarse de uno o de ambos progenitores, aunque, en ocasiones, la mutación se produce después de la concepción.

Factores de riesgo

La posibilidad de desarrollar la enfermedad depende únicamente de la existencia del gen defectuoso. Por lo tanto, si uno o ambos progenitores son portadores, es altamente probable que su hijo padezca osteogénesis imperfecta.

Complicaciones

Como se ha mencionado, la osteogénesis imperfecta de tipo II a menudo resulta mortal, mientras que los tipos restantes, con tratamiento, tienen buena expectativa de vida. Sin embargo, la deficiencia de colágeno causante de la osteogénesis puede derivar en complicaciones graves:

  • Problemas respiratorios y neumonías por las deformidades de la pared torácica y por fallos en el tejido pulmonar.
  • Daños en la médula espinal y el tronco encefálico, cuando la parte superior de la columna vertebral presiona la base del cráneo por un aplanamiento de esta o por malformaciones en las vértebras.
  • Problemas cardíacos por fallo en las válvulas.
  • Atrofia muscular por la constante inmovilización debida a las fracturas.
  • Deformidades permanentes.
  • Problemas para andar, que pueden requerir el uso de dispositivos ortopédicos, muletas o sillas de ruedas.

Prevención

Al ser congénita, la osteogénesis imperfecta no puede prevenirse. En caso de portar el gen mutado o tener antecedentes familiares, se puede evitar la posibilidad de transmitir la enfermedad mediante técnicas de reproducción asistida: el diagnóstico genético preimplantacional permite seleccionar embriones genéticamente sanos para la fecundación in vitro.

¿Qué médico trata la osteogénesis imperfecta?

La osteogénesis imperfecta es evaluada y tratada por los especialistas en reumatología y reumatología pediátricaReumatología PediátricaReumatología .

Diagnóstico

En ocasiones, puede realizarse un diagnóstico prenatal de la osteogénesis imperfecta:

  • Ecografía: con esta prueba se puede detectar la osteogénesis del tipo II, observando fracturas o curvaturas en los huesos del feto.
  • Amniocentesis o muestra de vellosidades coriónicas: se extrae una muestra de líquido amniótico o del tejido de la placenta, respectivamente, y se realizan pruebas genéticas para confirmar la mutación.

Después del nacimiento, el diagnóstico se basa en la presencia de síntomas y en las siguientes pruebas:

  • Radiografías para identificar estructuras óseas anómalas características de la enfermedad.
  • Biopsia de pielBiopsia de pielBiopsia para analizar el colágeno.
  • Pruebas genéticas en una muestra de sangre para confirmar la mutación.

Tratamiento

A pesar de que no existe cura para la osteogénesis imperfecta, existen diferentes tratamientos enfocados a mejorar la resistencia ósea, disminuir las fracturas, aliviar el dolor y aumentar la movilidad y la independencia funcional del paciente:

  • Bifosfonatos: fármacos que aumentan la densidad ósea retardando la resorción del hueso existente mientras se forma hueso nuevo. Ayudan a reducir el dolor y el número de fracturas. En ocasiones, algunos medicamentos para la osteoporosis cumplen la misma función.
  • Suplementos de calcio y vitamina D en caso de deficiencia.
  • Cirugía: en los casos de deformidad progresiva o fractura recurrente en los huesos largos de las extremidades, se colocan varillas de metal para dar soporte al hueso.
  • Osteotomía: para corregir las deformaciones óseas, se puede realizar un procedimiento quirúrgico consistente en practicar uno o varios cortes en el hueso, corregir la posición y fijar la corrección mediante clavos telescópicos. Se practica principalmente en el fémur y la tibia.
  • Fisioterapia para desarrollar fuerza muscular, aumentar la capacidad física y mejorar la respiración.
  • Ejercicios de bajo impacto, como natación, para aumentar la resistencia ósea y la fuerza muscular.
  • Terapia ocupacional para desarrollar las habilidades motoras y aprender a usar dispositivos asistenciales.
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