Varices

¿Cómo se tratan las varices? Toda la información sobre sus causas, síntomas y tratamientos.

Síntomas y causas

Las varices, o varicosidades, son una dilatación de las venas situadas bajo la piel, que presentan una forma elongada o tortuosa. Normalmente, las varices aparecen en las piernas, pero también pueden darse en otras partes del cuerpo. Son muy comunes las varices pélvicas, dilataciones de la red venosa de la zona del útero que aparecen con frecuencia tras la maternidad.

Dependiendo de sus características, las varices en las piernas pueden ser de varios tipos:

  • Varices de grado I: también llamadas arañas vasculares o varículas. Son venas finas de color violáceo con forma de telaraña.
  • Varices de grado II: son vasos más visibles de lo normal que no llegan a engrosarse.
  • Varices de grado III: venas dilatadas y tortuosas.
  • Varices de grado IV: además de hinchazón, se presentan ulceraciones.

Las varices son un trastorno degenerativo muy frecuente, especialmente en mujeres. Además de una preocupación estética, las varices pueden resultar dolorosas y causar problemas de salud.

Síntomas

Los síntomas de las varices aparecen progresivamente y varían dependiendo del tipo al que pertenezcan:

  • Varices de grado I: pueden ser asintomáticas o causar pesadez y cansancio en las piernas.
  • Varices de grado II:
    • Dolor y calambres que empeoran después de pasar mucho tiempo sentado o de pie.
    • Hormigueo.
    • Sensación de calor.
    • Picores.
  • Varices de grado III:
    • Dilatación de las venas superficiales.
    • Edemas (hinchazón por exceso de líquido).
    • Cambios de coloración en la piel.
  • Varices de grado IV:
    • Agravamiento de los síntomas anteriores.
    • Eccemas y úlceras.

Las varices pélvicas, por su parte, pueden cursar con estos síntomas:

  • Dolor en la parte inferior del abdomen que empeora al estar de pie durante periodos prolongados.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.
  • Molestias o pesadez en las piernas, especialmente los días previos a la menstruación.
  • Dolor de espalda.
  • Venas visibles e hinchadas alrededor del área genital.

Causas

Las varices se producen por una insuficiencia venosa crónica. Las venas son las encargadas de devolver la sangre al corazón, lo que en las extremidades inferiores es más difícil porque tienen que vencer la fuerza de la gravedad. Para ello, los músculos actúan como bombas y las venas cuentan con unas válvulas que se abren a medida que la sangre fluye hacia el corazón y se cierran para impedir que la sangre descienda de nuevo a la pierna. Si las válvulas están débiles o dañadas, la sangre retrocede y se acumula en las venas, sus paredes se dilatan y su función se altera, apareciendo las varices.

Las varices pélvicas, por su parte, son causadas durante el embarazo por el aumento del volumen sanguíneo y por una presión adicional en las venas de la zona debida al crecimiento del útero y el peso del bebé. La presencia de insuficiencia venosa previa favorece aún más su formación.

Factores de riesgo

Los principales factores que aumentan el riesgo de desarrollar varices son los siguientes:

  • Antecedentes familiares: la predisposición a la distensibilidad de las venas es hereditaria y favorece la formación de varices.
  • Edad: la insuficiencia venosa empeora con el paso del tiempo. Las varices pélvicas afectan a mujeres entre 30 y 50 años.
  • Sexo: son más frecuentes en mujeres, posiblemente debido a factores hormonales.
  • Obesidad: el sobrepeso aumenta la presión sobre las venas.
  • Sedentarismo: si los músculos no se activan, no facilitan el bombeo de la sangre.
  • Pasar periodos prolongados de pie o sentado: la circulación se estanca.
  • Embarazo: en la gestación, el crecimiento del útero presiona los vasos sanguíneos y dificulta el retorno de la sangre. Además, aumentan el peso corporal y los factores hormonales.
  • Embarazos múltiples o alteraciones hormonales: incrementan el riesgo de desarrollar varices pélvicas.

Complicaciones

Las venas varicosas tienen tres complicaciones principales:

  • Úlceras varicosas: habitualmente están presentes cerca de los tobillos. Pueden desarrollar sobreinfecciones, tienen una evolución muy lenta y no se suelen curar espontáneamente.
  • Varicoflebitis: un trombo que se forma dentro de la variz debido a una reacción inflamatoria local y que provoca dolor e hinchazón constante.
  • Varicorragia: sangrado en la variz, bien de forma espontánea o por un traumatismo. El sangrado suele ser leve, pero requiere atención médica.

Prevención

La forma más eficaz de prevenir las varices o de aliviar sus síntomas es mejorar el flujo sanguíneo y el tono muscular:

  • Hacer ejercicio de forma regular.
  • Mantener un peso saludable.
  • Evitar los tacones altos y las medias o calcetines apretados.
  • Usar medias de compresión.
  • Cambiar de posición frecuentemente mientras se está sentado o de pie.
  • Levantar las piernas mientras se esté acostado o sentado.
  • Seguir una dieta rica en fibra y vegetales y baja en sal.

¿Qué médico trata las varices?

Las varices se diagnostican y tratan por los especialistas en Angiología y Cirugía Vascular, y Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.

Diagnóstico

El diagnóstico de las varices se basa en dos pruebas:

  • Exploración física para observar la presencia de venas dilatadas, edemas, cambios de coloración, eccemas o úlceras.
  • Ecografía DopplerEcografía DopplerEcografía venosa: mediante ultrasonidos, se obtienen imágenes del flujo de la sangre a través de las venas. Permite detectar la presencia de coágulos.
  • Flebografía pélvica: en caso de varices pélvicas. Se inyecta un líquido de contraste en la zona afectada para observar las venas afectadas en tiempo real mediante radiografías.

Tratamiento

Existen diferentes tipos de tratamiento para las varices, cuya indicación depende del grado que presenten y de la intensidad de los síntomas:

  • Tratamiento conservador: hábitos de prevención que actúan contra los factores de riesgo y previenen o alivian la aparición de síntomas, como la actividad física regular y el uso de medias de compresión.
  • Tratamiento farmacológico: se administran flebotónicos, medicamentos que aumentan el tono de la pared venosa.
  • Escleroterapia con microespuma: se inyecta en la vena afectada una sustancia esclerosante líquida que se adhiere a la pared interna de la vena y desplaza a la sangre, lesionando el tejido interior y provocando la fibrosis de la pared venosa. Así, la vena queda reducida a una cicatriz por donde no circula la sangre.
  • Sellado adhesivo: a través de un catéter, se accede a la variz y se inyecta un adhesivo médico que la sella.
  • Termoablación: se eliminan las varices mediante la aplicación de energía láser.
  • Ablación con catéter: se inserta en la vena afectada una sonda cuya punta se calienta por ondas de energía láser o de radiofrecuencia. A medida que se extrae el catéter, el calor va destruyendo y sellando la vena.
  • Cirugía hemodinámica (CHIVA): con una ecografía DopplerEcografía DopplerEcografía como guía, se realizan pequeñas incisiones en la zona afectada a través de las cuales se extrae la porción varicosa de la vena, se realiza una ligadura y se corta.
  • Flebectomía: se eliminan las venas varicosas completas seccionándolas entre dos ligaduras practicadas en sus extremos y extirpándolas por tracción.
  • Embolización de las varices pélvicas: en este caso, al identificar las venas varicosas durante la flebografía diagnóstica, se inyecta una espuma esclerosante que ocluye la vena y detiene el flujo sanguíneo anormal.
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