Angina de pecho
¿Hay diferentes tipos de angina de pecho? Información sobre los diversos síntomas, las causas y los tratamientos más eficaces.
Síntomas y causas
La angina de pecho es el síntoma indicativo de una falta de riego al músculo cardíaco por una obstrucción temporal, total o parcial, de alguna de las arterias coronarias. Como consecuencia, el miocardio deja de recibir riego sanguíneo durante unos minutos. La principal característica de esta dolencia es que tanto el flujo de sangre como las funciones del corazón se recuperan en poco tiempo.
La angina de pecho es un dolor torácico de carácter opresivo, que puede irradiarse a brazo izquierdo y/o mandíbula, y puede acompañarse de otra sintomatología, como: sudoración, náuseas y mareo.
Dependiendo de las causas que la provocan o de la forma en que responde al tratamiento, se puede hablar de diferentes tipos de angina de pecho:
- Angina de pecho estable: es la más común. Se produce cuando el corazón trabaja a mayor ritmo del habitual. Por ejemplo, mientras se realiza ejercicio físico o cuando se afronta una situación de estrés emocional, por lo que también se conoce como angina de esfuerzo. El dolor dura poco tiempo y suele remitir con reposo o la medicación adecuada.
- Angina de pecho inestable: se suele llamar angina de reposo porque se manifiesta cuando el corazón bombea al ritmo normal. Surge de forma repentina y dura más tiempo que la estable, ya que el dolor se puede prolongar durante más de veinte minutos debido a que no disminuye ni con reposo ni con los medicamentos habituales. Para evitar un ataque cardiaco, se debe tratar de urgencia en un centro hospitalario.
- Angina de pecho variable: también conocida como angina de Prinzmetal por el cardiólogo que la describió por primera vez, es la menos habitual. Las arterias se estrechan debido a un espasmo del músculo que forma la pared del vaso en lugar de a una obstrucción causada por una enfermedad coronaria.
- Angina de pecho refractaria: el dolor se presenta de forma crónica y no responde a las terapias habituales, por lo que los pacientes suelen necesitar abordajes innovadores para tratarla.
A pesar de que en ocasiones se confunden, existen claras diferencias entre una angina de pecho y un infarto. La principal es que durante una angina no se produce la muerte de células cardiacas, algo que sí sucede de forma irreversible en un infarto. Por este motivo, la mayoría de las personas afectadas por una angina de pecho no ven disminuida su esperanza de vida.
Síntomas
Los síntomas de la angina de pecho son fácilmente reconocibles. Entre los más habituales, destacan:
- Dolor opresivo en el pecho que puede irradiarse hacia los hombros, la espalda o la mandíbula.
- Náuseas.
- Mareos.
- Fatiga.
- Falta de aire.
En ocasiones, las mujeres manifiestan síntomas diferentes que conviene conocer para evitar un retraso en el diagnóstico. Los más frecuentes son:
- Dolor punzante en el pecho, sin presión.
- Molestias en la espalda, el cuello y los dientes.
- Náuseas.
- Dolor abdominal.
- Falta de aire.
Causas
Exceptuando la angina de Prinzmetal, la principal causa de una angina de pecho es la obstrucción de los vasos que llevan sangre al corazón. Este taponamiento suele deberse a la ateroesclerosis, una enfermedad por la que las arterias coronarias acumulan placas de grasa en su interior.
Factores de riesgo
Entre los principales factores de riesgo para sufrir una angina de pecho destacan:
- Edad: suele afectar a mayores de 60 años.
- Antecedentes familiares.
- Tabaquismo.
- Hipercolesterolemia.
- Hipertensión.
- Diabetes.
- Obesidad.
Complicaciones
En la mayoría de los casos, se puede llevar una vida normal a pesar de haber sufrido una angina de pecho. No obstante, se corre un riesgo mayor de tener un ataque cardiaco, especialmente si no se siguen las recomendaciones médicas.
Prevención
Es posible prevenir la angina de pecho adquiriendo algunos hábitos como:
- Practicar ejercicio moderado de forma regular.
- Llevar una alimentación saludable.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
- Controlar el peso, los niveles de colesterol y la presión arterial.
- Buen control de azúcar (glucemia) en los diabéticos.
- Reducir el estrés.
¿Qué médico trata la angina de pecho?
Las anginas de pecho se tratan por especialistas en Cardiología, Medicina Intensiva y Cirugía Cardiovascular. En la prevención y /o el seguimiento también participan los especialistas en Unidad de Riesgo Cardiovascular y Unidad Tabaquismo.
Diagnóstico
Para diagnosticar la angina de pecho, los médicos suelen recurrir a diversas pruebas. Las más habituales son:
- Exploración física y anamnesis.
- Electrocardiograma para valorar la gravedad de la isquemia producida y detectar alteraciones previas.
- Ergometría o prueba de esfuerzo para comprobar cómo responde el corazón al aumentar la frecuencia de bombeo.
- Ecocardiograma de esfuerzo ((igual que la prueba de esfuerzo, pero acompañado de un ecocardiograma en reposo y en el esfuerzo).
Tratamiento
En la mayoría de los casos, el tratamiento de la angina de pecho se basa en realizar cambios en el estilo de vida que favorezcan la buena salud del corazón. Estas recomendaciones son las mismas que se hacen para prevenir la enfermedad. Además, para disminuir los riesgos de sufrir un ataque cardiaco, se puede recurrir a:
- Medicación para ensanchar o dilatar los vasos sanguíneos o evitar la formación de coágulos sanguíneos.
- Fármacos para reducir el colesterol o controlar la presión arterial.
- Angioplastia para colocar stents que ensanchen las arterias.