Exploración ginecológica

La exploración ginecológica sirve para hacer un seguimiento de la salud del sistema reproductor femenino y detectar enfermedades de forma precoz. Por este motivo, se recomienda hacerlo regularmente. Entre las pruebas que se llevan a cabo están el examen pélvico, la ecografía, la citología cervical o la exploración mamaria.

Examen diagnósticoExamen diagnóstico

Descripción General

La exploración ginecológica aúna una serie de pruebas físicas que se llevan a cabo para conocer el estado general de salud del sistema reproductor femenino y detectar precozmente determinadas patologías. Esta revisión, que se recomienda hacer una vez al año, consiste en la observación, la inspección y la palpación de los genitales externos e internos, el abdomen y las mamas.

Entre los exámenes más habituales de una exploración ginecológica completa, se encuentran:

  • Anamnesis e historia clínica: especialmente importante en la primera visita, establece los antecedentes personales y familiares de la paciente, así como su estilo de vida, factores de riesgo o síntomas de enfermedad, si los hubiera.
  • Exploración de las mamas: se inspecciona el aspecto de los senos para detectar posibles alteraciones en la piel o el pezón, así como asimetrías entre ambas mamas. Después, se procede a la palpación en busca de nódulos, ganglios axilares inflamados o secreciones anormales del pezón.
  • Examen pélvico: se palpan el abdomen, el útero y los ovarios. Después, se observa el aspecto de la vulva y del cuello del útero.
  • Ecografía abdominal o vaginal: se comprueba el estado de los genitales internos con ayuda de un aparato de ultrasonidos.
  • Citología: se toma una muestra de tejido del cuello del útero para analizarla en el laboratorio y detectar signos de enfermedad como el cáncer o el virus del papiloma humano.

Es habitual que, además de la exploración ginecológica, el especialista solicite una analítica de sangre para comprobar el estado general de salud de la paciente. En casos especiales, se solicitan pruebas complementarias como la colposcopia, la histerosalpingografía o la mamografía para profundizar en el estudio.

¿Cuándo está indicada?

Se recomienda comenzar a acudir a la revisión con exploración ginecológica a partir de los 13 años aproximadamente, cuando llega la primera menstruación. Después, repetirla todos los años, aunque no se tenga ningún síntoma.

Si se manifiestan signos de enfermedad, como bultos en la mama, dolor pélvico, flujo anormal, sangrados entre menstruaciones o molestias en el coito, se debe acudir para que el especialista aborde ese problema concreto.

¿Cómo se realiza?

Después de la entrevista en el despacho para hacer la anamnesis, se pasa a la zona de exploración para el resto de pruebas:

  • Exploración de las mamas: la paciente se tumba boca arriba con el cuerpo ligeramente levantado y se retira la parte superior de la ropa. El especialista palpa con las palmas de las manos las axilas y las mamas. También presiona ligeramente el pezón para comprobar si hay secreciones.
  • Examen pélvico: en la camilla ginecológica, se colocan las piernas en los estribos para mantenerlas abiertas. El ginecólogo palpa con los dedos de las manos la parte baja del abdomen. Después, se pone un guante y aplica lubricante en los dedos índice y corazón, que introduce en la vagina para comprobar el estado del útero, las trompas de Falopio y los ovarios.
  • Ecografía abdominal o vaginal: se aplica gel en el abdomen y se desliza el ecógrafo para observar el interior del aparato reproductor. Cuando es una prueba intravaginal, se coloca profilaxis en una sonda de menor tamaño que se introduce a través de la vagina.
  • Citología: con la paciente en posición ginecológica, se coloca un espéculo para que la vagina permanezca abierta. Con ayuda de un hisopo o una espátula, se toma una muestra de tejido del útero que se envía al laboratorio.

Riesgos

La exploración ginecológica no supone un riesgo para la salud ni produce efectos secundarios.

En raras ocasiones, se percibe un ligero sangrado después de la exploración. Normalmente, se produce por la toma de la citología.

Qué esperar de una exploración ginecológica

Durante la primera parte de la revisión, el especialista se informa sobre la historia personal y familiar de la paciente para conocer su estado de salud y si tiene riesgo de padecer algunas enfermedades. Por este motivo, conviene confiar y ser completamente sincera olvidando los prejuicios.

Algunas mujeres refieren molestias durante la exploración ginecológica, especialmente en el examen pélvico y la toma de muestras para la citología. Cuanto más relajada esté la paciente durante el procedimiento, menos molestias se perciben. Además, dependiendo de las características de cada una, existen espéculos de diferentes tamaños para que la apertura de la vagina sea acorde a cada circunstancia.

Para conservar la intimidad durante la exploración, se coloca una sábana sobre los muslos y la parte baja del abdomen mientras la paciente está en posición ginecológica.

Es importante consultar cualquier duda que se tenga con el especialista para que las aclare y pueda explicar los pasos que va a dar.

Los resultados de la palpación y la ecografía se obtienen en el mismo momento de la consulta. Para conocer los de la citología, hay que esperar varios días hasta que la muestra se haya analizado en el laboratorio.

Especialidades en las que se solicita una exploración ginecológica

La exploración ginecológica se lleva a cabo en las especialidades de ginecología y obstetricia y reproducción asistida. En ocasiones, puede hacerse en medicina familiar, pediatría u oncología.

Cómo prepararse

Se recomienda no mantener relaciones sexuales durante las 24 o 48 horas previas a una exploración ginecológica, así como evitar el uso de espermicidas o lavados vaginales, aunque estos últimos se desaconsejan en cualquier caso para evitar infecciones.

Conviene acudir con ropa cómoda que se pueda quitar fácilmente, ya que se debe descubrir la parte superior para la palpación de las mamas y la inferior para el resto de la exploración.