Gammagrafía renal

La gammagrafía renal es una técnica que proporciona información sobre la función renal y la estructura de los riñones. Esta prueba diagnóstica de la medicina nuclear utiliza una dosis baja de radiación para obtener imágenes desde diferentes ángulos con una cámara especial.

Diagnóstico por imagenDiagnóstico por imagen

Descripción General

La gammagrafía renal es una prueba de medicina nuclear mediante la cual se comprueba la morfología y la función de los riñones y las vías urinarias. En este procedimiento se utiliza una pequeña cantidad de un marcador radiactivo (betiaida, pentetato de tecnecio, succimero y tecnecio, iodohipurato de sodio, edetato de cromo) que, dependiendo de la medida en que lo absorben los tejidos, el tiempo que tarda en desplazarse a través de los riñones o las zonas a las que no puede acceder, ayuda a diagnosticar diversas patologías.

Se pueden llevar a cabo dos estudios diferentes o ambos a la vez, dependiendo de los aspectos que se quieran analizar:

  • Gammagrafía renal dinámica: ofrece información de la función renal y de la capacidad de evacuación del sistema urinario. En estos casos, se observa cómo fluye el radioisótopo a través del riñón, los uréteres y la uretra. Las gammagrafías de perfusión renal analizan la función de las venas que irrigan los riñones y detectan posibles isquemias.
  • Gammagrafía renal estática: proporciona imágenes claras de la estructura de los riñones, por lo que es posible detectar tumores o infecciones.

Las células con mayor actividad, como las cancerosas, absorben más cantidad de radiación, por lo que se muestran más claramente en las imágenes. Por su lado, las zonas con menos tinción pueden ser signo de estrechamiento de los vasos sanguíneos u obstrucción de los conductos urinarios.

¿Cuándo está indicada?

La gammagrafía renal tiene muchas utilidades, entre las que destacan:

  • Detectar obstrucciones y cálculos renales.
  • Comprobar el flujo sanguíneo a través de los riñones para encontrar un posible estrechamiento en los vasos sanguíneos.
  • Hacer un seguimiento de la evolución de un trasplante de riñón, ver cómo funciona y buscar signos de rechazo.
  • Valorar los daños causados por una infección o una lesión en el riñón.
  • Encontrar tumores renales.

¿Cómo se realiza?

La gammagrafía renal comienza con la administración del radiofármaco por vía intravenosa, normalmente en una de las venas del brazo.

Después de esperar unos minutos para que el fármaco llegue a todas las células renales, el paciente se tumba en una camilla que se introduce en el dispositivo tubular que capta las imágenes (gammacámara). Durante la media hora, aproximadamente, que dura el procedimiento, se debe estar lo más quieto posible para que las imágenes no salgan borrosas.

Riesgos

La gammagrafía renal no supone un riesgo para la salud. En raras ocasiones puede surgir una reacción alérgica al radiofármaco, que suele consistir en un leve picor y enrojecimiento de la zona en la que se ha puesto la vía.

Es preferible que las embarazadas busquen una prueba alternativa, ya que la dosis inocua para los adultos puede ser dañina para el feto. Las madres lactantes deben desechar la leche producida durante las 48 horas posteriores a recibir el marcador radiactivo.

Qué esperar de una gammagrafía renal

La gammagrafía renal es un procedimiento ambulatorio tras el que se puede retomar la actividad habitual sin necesidad de reposo.

Al llegar al centro médico, es preciso firmar un consentimiento informado. Después, se facilita una bata para que el paciente la lleve durante todo el proceso.

A pesar de que la gammagrafía renal no es dolorosa, se puede sentir molestias cuando se coge la vía para administrar el radiofármaco. Además, algunos pacientes sienten una sensación creciente de calor o frío cuando este comienza a fluir por las venas.

Hay personas que encuentran incómodo el hecho de tener que estar quieto mientras la gammacámara toma las imágenes. Conviene hacer un esfuerzo para evitar que la prueba dure más tiempo del necesario o que haya que repetirla.

Los resultados se explican durante una consulta varios días después del procedimiento.

Especialidades en las que se solicita una gammagrafía renal

Las especialidades de nefrología, urología y oncología son las que más utilizan esta prueba que se lleva a cabo por médicos nucleares.

Cómo prepararse

No es precisa una preparación especial para hacerse una gammagrafía renal.

El médico debe estar informado de la medicación que toma el paciente para que decida si es preciso que se suspenda el tratamiento antes de la prueba. Es posible que la prueba se retrase un tiempo para aquellos pacientes a los que se les haya hecho una prueba con contraste de bario o hayan tomado medicación con bismuto porque pueden alterar los resultados de la gammagrafía.

Se recomienda acudir a la cita con ropa cómoda y sin joyas ni elementos metálicos.

El día de la prueba es bueno beber líquidos en abundancia para expulsar lo antes posible el material radiactivo.