Linfogammagrafía

La linfogammagrafía es una prueba de diagnóstico por imagen muy útil para valorar el funcionamiento del sistema linfático, así como para encontrar alteraciones en su morfología. En este proceso se utiliza una cantidad mínima de radiación que no supone un riesgo para la salud del paciente.

Diagnóstico por imagenDiagnóstico por imagen

Descripción General

La linfogammagrafía es una prueba diagnóstica propia de la medicina nuclear que se utiliza para evaluar el estado del sistema linfático, encargado de proteger al organismo de las enfermedades.

Este procedimiento permite detectar alteraciones funcionales o morfológicas del drenaje linfático de los órganos. Para conseguir las imágenes, es preciso inyectar un fármaco con una pequeña cantidad de isótopos radiactivos (radiomarcador) que emite rayos gamma después de que los tejidos lo absorban. En las pruebas linfáticas se suelen utilizar nanocoloides marcados con tecnecio-99m. Las células con mayor actividad, que suelen ser las cancerosas o las dañadas, son más propensas a absorber el fármaco, por lo que en las imágenes los focos de hipercaptación se ven más oscuros y son fácilmente detectables.

La oncología y la cirugía vascular son dos de las especialidades en las que más útil es una linfogammagrafía.

¿Cuándo está indicada?

La linfogammagrafía se utiliza principalmente para:

  • Detectar bloqueos en el sistema linfático (linfedema).
  • Identificar el ganglio centinela, que es el primer ganglio al que se extienden las células cancerosas con la intención de diseminarse por el organismo a través de la linfa. De hecho, la linfogammagrafía se considera una de las pruebas más fiables para descubrir si el cáncer de mamaCáncer de mamaCáncer se ha extendido a los ganglios axilares sin necesidad de extraerlos.
  • Evaluar el estadio en que se encuentran determinados cánceres para planificar una biopsia o una intervención quirúrgica.

¿Cómo se realiza?

Para comenzar, se inyecta el radiofármaco en una de las venas del brazo y se espera durante unos minutos hasta que la sustancia llegue a los ganglios linfáticos y se absorba uniformemente.

Después, se coloca al paciente en una camilla donde permanece tumbado y lo más quieto posible mientras el dispositivo tubular (gammacámara) recoge las imágenes girando a su alrededor. Posteriormente, un ordenador las procesa y permite visualizar la actividad molecular.

Riesgos

La linfogammagrafía no produce efectos secundarios ni pone en riesgo la salud del paciente. Es muy extraño desarrollar alergia al radiomarcador, cuando lo hace, es en forma de leve prurito y urticaria en la zona del brazo en la que se ha inyectado.

La pequeña cantidad de radiactividad que se utiliza es inocua para los adultos, pero puede ser dañina para el desarrollo fetal, por lo que esta prueba no se realiza en embarazadas. Se aconseja suspender la lactancia materna durante las 48 horas posteriores al procedimiento y evitar el contacto estrecho tanto con embarazadas como con niños.

Qué esperar de una linfogammagrafía

La gammagrafía del sistema linfático es un procedimiento ambulatorio no invasivo tras el que se puede volver a la actividad habitual sin necesidad de hacer reposo.

El día de la prueba se firma un consentimiento informado antes de comenzar. El momento del pinchazo para inyectar el radiomarcador puede resultar molesto, pero el procedimiento no es doloroso. En ocasiones, los pacientes sienten una sensación de calor o frío a medida que el fármaco se distribuye por el flujo sanguíneo.

Mientras se toman las imágenes, hay que estar completamente quieto durante unas tres horas, por lo que puede ser incómodo. Los resultados se facilitan en consulta varios días después.

Especialidades en las que se solicita una linfogammagrafía

La linfogammagrafía se lleva a cabo en medicina nuclear a petición de las especialidades de oncología, cirugía vascular, ginecología o neurología.

Cómo prepararse

Por norma general, no es necesaria una preparación específica para hacerse una linfogammagrafía. Antes del procedimiento, el especialista debe conocer la medicación que se toma para que decida si es preciso suspenderla por un tiempo.

El día de la cita conviene acudir al centro médico con ropa cómoda y sin joyas ni elementos metálicos. Después del procedimiento, beber muchos líquidos ayuda a expulsar la sustancia radiactiva más rápido.