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Blog del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Valle del Henares

  • Revisiones dermatológicas

    ¿Por qué es importante realizar una revisión dermatológica anual?

    La piel es el órgano más extenso y visible del cuerpo humano y sufre cambios con el paso del tiempo. Al igual que otros órganos, la piel puede desarrollar alteraciones que, si se ignoran o no son diagnosticadas, pueden desencadenar problemas de salud importantes. Es fundamental realizar una revisión cutánea anual, ya que permite al dermatólogo revisar, evaluar y abordar alteraciones cutáneas de forma precoz.

    Revisiones dermatológicasRevisiones dermatológicas

    Motivos para realizarse una revisión dermatológica anual

    • Detección precoz de cáncer de piel

    El cáncer de piel es uno de los cánceres más frecuentes a nivel mundial y afecta a 1 de cada 5 individuos. Los principales consisten en el carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y el melanoma. Si se detectan a tiempo, la tasa de supervivencia es alta. Si no se detecta o no se trata de forma precoz, el cáncer de piel puede extenderse y las probabilidades de supervivencia disminuyen significativamente.

    • El cáncer de piel afecta a todos los fototipos cutáneos

    Es un mito de que los individuos de fototipo oscuro no se ven afectados por cáncer de piel. Si bien es más común en fototipos claros, los individuos con cualquier tono de piel tienen riesgo de desarrollar cáncer cutáneo. En personas con fototipo de piel más oscura, el cáncer de piel suele desarrollarse en zonas sin exposición directa a la luz solar, como las plantas de los pies, las palmas de las manos y región ungueal.

    • No todo mejora con la edad

    La piel sufre cambios significativos con el paso del tiempo. Los años de exposición solar, la pérdida de elasticidad y la reducción de la producción de melanina aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de piel, entre otras alteraciones cutáneas. Aunque individuos de todas las edades pueden desarrollar cáncer de piel, el riesgo aumenta con la edad.

    En una revisión cutánea anual, el dermatólogo controlará todas las lesiones pigmentadas presentes a nivel corporal, y otras alteraciones presentes, para detectar y tratar potenciales lesiones cancerosas o pre-tumorales. De forma paralela, es importante la autoexploración cutánea regular, y acudir a su Dermatólogo en el caso de notarse alguna lesión de reciente aparición, o cambios en una preexistente.

    • Regla ABCDE

    Cuando realizamos una autoexploración, es importante recordar la regla ABCDE para identificar lesiones potencialmente malignas, y sospecha de melanoma.

    - Asimetría: una mitad es diferente a la otra.

    - Bordes: los bordes son irregulares, mal definidos.

    - Color: la lesión presenta un color variado y no homogéneo, con presencia de más de un tono.

    - Diámetro: diámetro mayor de 6 mm.

    - Evolución: el lunar o la lesión sufre cambios de aspecto en cuanto a tamaño, color o espesor.

    • La piel como reflejo de nuestra salud

    Aunque la piel representa alrededor del 15% de nuestra masa corporal y es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, muchas de sus funciones pueden pasar desapercibidas. No se debe pensar en ella solo como un elemento estético. Constituye un protector contra las radiaciones ultravioletas solares, un escudo contra micro-organismos, una reserva de vitamina D y un medio para regular nuestra temperatura corporal.

    Su apariencia puede reflejar nuestra salud, ya que alteraciones hormonales, trastornos intestinales, cardiacos y determinados procesos oncológicos, etc. se manifiestan en la piel mediante alteraciones específicas.

    Por todo lo mencionado anteriormente, es fundamental realizar de forma regular una auto-exploración cutánea, y programar y asistir a revisiones cutáneas de forma anual con su Dermatólogo.

  • Melanoma

    MelanomaMelanomaEl diagnóstico de melanoma está aumentando de forma considerable en los últimos años, sobre todo en menores de 30 años. Es el tipo de cáncer de piel con mayor mortalidad y el diagnóstico precoz es fundamental para mejorar el pronóstico del mismo.

    Solo el 20-30% de los melanomas se encuentran en lunares existentes, mientras que el 70-80% surgen en piel sin lesión previa.

    Los melanomas se presentan en muchas formas, tamaños y colores diferentes.

    El ABCDE de los lunares representan unas reglas que permiten sospechar la posible existencia de melanoma, y su presencia indica que el paciente debe solicitar una valoración con el Dermatólogo con la mayor brevedad posible.

    A - Asimetría. Su forma es asimétrica

    B - Bordes. Bordes irregulares.

    C - Color. Color variado y no homogéneo, con presencia de más de 1 color.

    D - Diámetro. Diámetro mayor de 6 mm.

    E - Evolución. Cambios de aspecto en cuanto a tamaño, color o espesor.

    El melanoma suele ser curable si se detecta y se trata a tiempo. Una vez que crece más profundamente en la piel u otras partes del cuerpo, se vuelve más difícil de tratar y puede ser mortal.

    La tasa de supervivencia estimada a cinco años para los pacientes cuyo melanoma se detecta a tiempo es aproximadamente del 99%.

    El melanoma se desarrolla en unas células llamadas melanocitos, que se encuentran en la capa superior de la piel. Producen un pigmento conocido como melanina, que le da a la piel su color. Hay dos tipos de melanina: eumelanina y feomelanina.

    Cuando la piel se expone a la radiación ultravioleta (UV), se produce un daño en la piel que hace que los melanocitos produzcan más melanina, pero solo la eumelanina intenta proteger la piel haciendo que ésta se oscurezca o se broncee.

    El melanoma se produce cuando el daño del ADN causado por las quemaduras solares o el bronceado debido a la radiación UV desencadena cambios y mutaciones en los melanocitos, lo que da como resultado un crecimiento celular descontrolado.

    Las personas de piel naturalmente más oscura tienen más eumelanina y las personas de piel naturalmente clara tienen más feomelanina. Si bien la eumelanina tiene la capacidad de proteger la piel del daño solar, la feomelanina no lo hace.

    Por ese motivo las personas de piel más oscura tienen menor riesgo de desarrollar cáncer de piel que las personas de piel clara que, debido a la falta de eumelanina, son más susceptibles al daño solar, las quemaduras y el cáncer de piel.

    Las personas de piel más oscura tienen más probabilidades de desarrollar melanoma en áreas que no reciben exposición solar, como las palmas de las manos, las plantas de los pies y debajo de las uñas, y se suele diagnosticarse en etapas más avanzadas, lo que dificulta su tratamiento.

    Tipos de melanoma

    • Melanoma de extensión superficial.
    • Lentigo maligno.
    • Melanoma lentiginoso acral.
    • Melanoma nodular.

    Melanoma de extensión superficial

    Este es el tipo más común de melanoma. Puede surgir en un lunar existente o aparecer como una lesión nueva. Si bien se puede encontrar en casi cualquier parte del cuerpo, es más probable que aparezca en el torso en los hombres, las piernas en las mujeres y la parte superior de la espalda en ambos. Suele aparecer como una mancha plana o ligeramente elevada, asimétrica, con bordes irregulares y con diferentes tonalidades. También puede carecer de pigmento y aparecer como una lesión rosada o del mismo tono de la piel.

    Lentigo maligno - Lentigo maligno melanoma

    Suele desarrollarse en personas de mayor edad, generalmente en piel dañada por el sol a nivel facial, región auricular, brazos o la parte superior del torso. Puede tener el aspecto de una mancha plana o ligeramente elevada, asimétrica y con bordes irregulares. El color suele ser azul negruzco, pero puede variar de tostado a marrón o marrón oscuro.

    Melanoma lentiginoso acral

    Es el tipo más común de melanoma en personas de piel oscura, incluidas las personas de ascendencia africana. Suele aparecer en lugares de difícil de detección, como debajo de las uñas (subungueal), plantas de los pies o palmas de las manos.

    Melanoma nodular

    Es el tipo más agresivo de melanoma. Representa entre el 10 y 15% de todos los casos. El tumor crece profundamente en la piel con mayor rapidez que otros tipos. Se desarrolla con mayor frecuencia en el torso, las piernas y los brazos, así como en el cuero cabelludo en varones de mayor edad. Generalmente se encuentra en fase invasiva cuando se diagnostica. Suele manifestarse como un bulto en la piel, generalmente de color azul negruzco, aunque podría ser de color rosa a rojo.

    El melanoma también se puede desarrollar en otras localizaciones, como la región ocular y mucosas.

    El melanoma ocular, es el tumor ocular primario más común en adultos.

    El melanoma de las mucosas es una forma poco común de melanoma que se desarrolla en los senos y conductos nasales, cavidad oral, vagina, ano y otras áreas, y representa aproximadamente el 1 % de los casos de melanoma.

    Como se ha comentado anteriormente, el diagnóstico precoz es fundamental para optimizar la supervivencia en caso de melanoma. Por ello se recomienda realizar una revisión anual de nuestra piel con el Dermatólogo y acudir de forma preferente en el caso de notarse lesiones sospechosas, además de realizar una fotoprotección adecuada.

  • Patologías de las uñas (II parte)

    Uña encarnadaUña encarnada

    Uña encarnada

    La uña encarnada (uña incarnata o onicocriptosis) es una condición dermatológica relativamente común que causa morbilidad y cierta incapacidad en la vida diaria en los pacientes que la padecen.

    Afecta con mayor frecuencia a la uña del dedo gordo del pie, aunque puede afectar a cualquiera de ellas. La causa consiste sobre todo en la desproporción entre el tamaño de la uña y del lecho de la uña, y el engrosamiento o hipertrofia de los pliegues laterales de la misma. Pero existen varios factores que pueden empeorarlo o desencadenar su aparición, como los traumatismos o microtraumatismos por la práctica de actividad deportiva, corte incorrecto de las uñas, calzados inadecuados, hiperhidrosis, sobrepeso, hábitos higiénicos insuficientes, enfermedades ortopédicas, infecciones (como las onicomicosis o infección por hongos).

    Los síntomas que acompañan a la uña encarnada se van a presentar en función del estadio clínico de la enfermedad: desde dolor, rojez e inflamación en uno o en ambos pliegues laterales de la uña, que ocasiona molestias al andar o para realizar actividad deportiva. Si avanza en intensidad puede haber hiperhidrosis severa, hipersensibilidad local, aparición de granulomas e infecciones, con incapacidad para andar.

    En los casos más leves y en los niños, se puede hacer un tratamiento conservador consistente en utilizar calzado ancho, corte correcto de las uñas, técnicas como el masaje de los pliegues laterales de las uñas, tracción del pliegue lateral con cinta adhesiva o utilizando órtesis específicas. Si estas medidas fallan, o en los casos moderados y graves se realiza tratamiento quirúrgico.

    En todos los pacientes es además fundamental corregir posibles factores desencadenantes y educar sobre el correcto cuidado de nuestras uñas.

    Cosméticos ungueales

    Por lo general son productos seguros, pero su uso generalizado ha conllevado a la aparición de reacciones adversas, no deseadas a estos procedimientos, tanto a nivel de las usuarias como en las profesionales que se dedican a manejar estos productos. Para poder identificar y manejar de forma adecuada estas reacciones es necesario poseer un conocimiento amplio tanto de las técnicas como con los materiales utilizados en los mismos.

    Estos productos pueden producir dermatitis de contacto o irritativa, urticaria por contacto, parestesias, onicólisis, infecciones o alteración de la coloración.

    De forma paradójica, el uso continuado de endurecedores puede dar lugar a una lámina ungueal más rígida y por tanto más susceptible de romperse.

    Los llamados esmaltes de uña "eco" son productos que ya no contienen en su composición algunos de los compuestos que ocasionaban más reacciones adversas en la piel. Su ausencia en la composición de estos nuevos esmaltes aumenta su seguridad y disminuye la frecuencia de aparición de reacciones adversas cutáneas asociadas al uso de estos productos.

    Uñas artificiales

    Consisten en un método cosmético que crea la ilusión de unas uñas fuertes, largas y atractivas. Pueden tener utilidad en determinadas patologías ungueales como las distrofias ungueales o simplemente en aquellas usuarias con uñas delgadas, de aspecto débil.

    Básicamente existen 3 métodos para conseguir este efecto: uñas acrílicas (porcelana), uñas de gel y uñas postizas (o prefabricadas).

    Los componentes acrílicos de las uñas artificiales pueden ocasionar dermatitis de contacto alérgica que se puede manifestar entre 2 a 4 meses, e incluso hasta 16 meses, después de la primera aplicación. El primer signo es el prurito en el lecho ungueal. Además, suele asociarse con paroniquia y dolor intenso en el área periungueal; y a veces parestesias. El lecho ungueal está seco, engrosado y generalmente con onicólisis. La lamina ungueal se vuelve más fina, con roturas frecuentes, asociando a veces alteraciones de la coloración. Igualmente se puede manifestar con aparición de dermatitis en la cara.

    Uñas amarillas

    La coloración amarillenta de las uñas es una condición propia de ancianos, por crecimiento lento, afectando sobre todo las uñas de los pies; también se observa en el síndrome de las uñas amarillas, linfedema, en micosis por cándidas, o por determinados medicamentos como las tetraciclinas. Además, la aplicación continuada de esmaltes ungueales también puede ocasionar un tono amarillo en las uñas por depósitos de pigmentos contenidos en el esmalte. Si el depósito del pigmento es superficial, puede desaparecer espontáneamente, si es profundo solo desaparecerá con el crecimiento de la uña.

    El tratamiento es el de causa que lo ha originado. En el caso de los esmaltes ungueales, esto se puede prevenir mediante la aplicación de una capa base.

  • Patologías de las uñas (I parte)

    Las uñas constituyen un anexo cutáneo muy importante por su función de protección contra traumatismos y agresiones en la falange distal subyacente, por su efecto de contrapresión al pulpejo, que es importante para la manipulación de objetos y sensación táctil, pero igualmente como elemento de belleza. Paralelamente las uñas también pueden proporcionar información sobre hábitos, profesión e inclusive estado de salud porque determinadas alteraciones o signos podrán indicar la presencia de enfermedades sistémicas.

    UñasUñas

    Las alteraciones en las uñas constituyen un motivo de consulta bastante habitual en Dermatología, pero requieren una valoración especializada para poder obtener un diagnóstico adecuado y así pautar un tratamiento eficaz.

    En muchas ocasiones son difíciles de tratar, en parte por la dificultad de conseguir que el tratamiento que tenga capacidad de penetrar en la lámina ungueal, y porque normalmente es necesario esperar varios meses para obtener mejoría, y este retraso puede conllevar al abandono del tratamiento antes de ver sus efectos.

    El espectro de alteraciones que envuelven las uñas es bastante amplio, e incluye infecciones, enfermedades inflamatorias, tumores benignos u malignos, alteraciones por cosméticos y alteraciones congénitas.

    Clínicamente esto se manifiesta sobre todo mediante alteraciones en el color y en el grosor y textura de las uñas.

    Algunos de los problemas más consultados por los pacientes sobre uñas:

    • Fragilidad de las uñas
    • Onicomicosis (hongos en las uñas)
    • Cosméticos ungueales
    • Uña encarnada
    • Uñas amarillas

    Fragilidad de las uñas

    Es unos de los problemas más consultados; casi exclusivamente afecta a las uñas de las manos y con más frecuencia afecta a las mujeres y es más frecuente a mayor edad.

    Puede ser de origen desconocido o secundario a factores que alteran la producción de la uña: enfermedades dermatológicas, sistémicas, traumatismos, déficits nutricionales, medicamentos, o contacto con substancias irritantes. Cuando es de origen desconocido se asocia a una alteración en el "cemento intercelular" que se encarga de mantener unidos los queratinocitos en la uña y la normal organización de otros elementos que la componen.

    Dentro de los factores ambientales, los que producen la deshidratación progresiva de la uña intervienen activamente en el desarrollo de la fragilidad ungueal: condiciones de trabajo con alta humedad, pequeños traumatismos, manicuras agresivas… Cuando su contenido en agua es menor del 16% se vuelven quebradizas. También el contenido de lípidos influye en la capacidad de la uña de retener agua y, por tanto, si este baja, las uñas igualmente se vuelven más frágiles.

    La disminución del contenido de sulfato de colesterol que ocurre con la edad en la superficie de la uña se ha relacionado con la fragilidad ungueal en la mujer postmenopáusica.

    La fragilidad de las uñas se manifiesta con varias alteraciones en la apariencia de la uña (separación en capas, fisuras, erosiones, estriaciones, …) menor elasticidad, lamina más fina y blanda…

    Tratamiento:

    Su tratamiento requiere tiempo y paciencia, ya que la uña es una estructura queratinizada y muerta, de forma que la parte alterada solo se puede eliminar mediante el corte de la misma y hay que esperar que la uña sana crezca completamente.

    • Reducir los traumatismos y en contacto con el agua y detergentes.
    • Tras el lavado de manos o las actividades que requieran su remojo, rehidratar las uñas con cremas hidratantes adecuadas, con capacidad oclusivas, como la vaselina o lanolina, y humectantes, tales como la glicerina y propilenglicol. También se pueden añadir alfa-hidroxiácidos y urea para aumentar la capacidad de retención de agua de la uña.
    • Utilizar guantes de algodón debajo de los guantes de goma durante los trabajos manuales.
    • Mantener las uñas cortas y cuadradas.
    • Evitar y minimizar la utilización de cosméticos de uñas, ya que podrían empeorar el problema.
    • La suplementación oral de algunos elementos puede ser beneficiosa: biotina 5-10 mg/día mínimo 3 meses; hierro si los niveles de ferritina son inferiores a 10 ng/ml, zinc, y también oligoelementos, silicio y aminoácidos, especialmente la cisteína.
    • Lacas protectoras y reestructurantes a base de compuestos como equisetum arvense, metil sulfonil metano, hidroxi propil quitosano o poliureauretano
    • Los endurecedores en cambio pueden paradójicamente causar uñas quebradizas si se utilizan de forma prolongada

    Onicomicosis

    La onicomicosis consiste en la invasión de la uña por hongos (ya sean dermatofitos, mohos o levaduras). Es una de las consultas más frecuentes en dermatología, aunque en varias ocasiones enmascaran otra alteración subyacente como una psoriasis ungueal u otras enfermedades inflamatorias de la uña, siendo necesario una buena valoración clínica, dermatoscópica, y confirmación mediante cultivo microbiológico.

    La onicomicosis es una infección y siempre debe ser tratada de forma adecuada.

    El tratamiento de la onicomicosis requiere mucho tiempo y mucha paciencia, debido a la baja velocidad de crecimiento de la lámina ungueal (3mm/mes uñas manos y 1mm/mes uñas de los pies) y por la dificultad de conseguir principios activos que lleguen a la zona infectada.

    La elección de la mejor estrategia terapéutica se basa en numerosos factores que siempre deben establecerse antes de iniciar cualquier tratamiento: edad y estado de salud del paciente, especie de hongo responsable, forma clínica, número de uñas afectadas, y gravedad de la afectación de las uñas.

    Actualmente disponemos de las siguientes opciones terapéuticas:

    • Antifúngicos tópicos
    • Antifúngicos orales
    • Combinación de ambos
    • Terapias coadyuvantes

    Los tratamientos antifúngicos vía oral son mucho más eficaces que los de uso tópico, pero también se asocian con efectos secundarios sistémicos e interacciones entre medicamentos. Los antifúngicos tópicos tienen escasos efectos secundarios, pero su eficacia está limitada por su moderada penetración en la lámina ungueal. Ésta se puede mejorar con algunas técnicas como avulsión mecánica o química de la uña afectada; microporación, ultrasonidos de baja frecuencia o iontoforesis para aumentar la penetración o permeabilidad de los principios activos en la uña.

    Se recomienda tratamiento vía oral cuando existe una afectación mayor del 50% de la uña, cuando existen más de 2 uñas afectadas, si existe afectación de la parte más proximal o profunda de la uña, y si los pacientes no responden tras 6 meses de tratamiento antifúngico tópico.

    Recientemente se han investigado e introducido tratamientos coadyuvantes para el tratamiento de los hongos de las uñas: terapia fotodinámica o láseres. Se utilizan como alternativa o en combinación con el tratamiento médico existente para mejorar la tasa de curación de la infección y aumentar el perfil de seguridad del tratamiento. Ambas técnicas son especialmente indicadas y beneficiosas en los pacientes de edad avanzada, con alteración del sistema inmunitario y/o con enfermedades hepáticas en los que otros tratamientos alternativos podrían presentar algunos riesgos y pudieran estar contraindicadas, y en aquellos pacientes en los que el tratamiento médico convencional ha fracasado.

  • Cosmética capilar y eczema

    Cosmética capilar y ezcemaCosmética capilar y ezcema

    Los productos de uso capilar son múltiples y de utilidad variada: productos para cambio de coloración (varios tipos de tintes) u ondulación (fijadores, lacas, geles), y productos destinados a la limpieza y manutención del aspecto sano del cabello: champús, acondicionadores, tratamientos nutritivos y lociones capilares. El uso excesivo o inadecuado de los mismos, junto con hábitos de higiene incorrectos, pueden desencadenar o contribuir a la aparición de problemas cutáneos.

    Los cuadros dermatológicos más frecuentes consecuencia del uso de estos productos, son el eczema de contacto irritativo y alérgico, y rara vez, caída de cabello. También pueden exacerbar otras enfermedades cutáneas pre-existentes como la dermatitis seborreica o la dermatitis atópica. En otras ocasiones pueden ocasionar problemas de piel en otras localizaciones, además del propio cuero cabelludo, sobre todo a nivel facial.

    Las afecciones más conocidas son las producidos por los tintes de coloración, que originan cuadros agudos, urgentes y fácilmente identificados por el paciente. Los champús son productos capilares que, por lo general, son muy seguros y controlados por la Industria y Sanidad, pero que presentan en su composición substancias de capacidad alergénica, como conservantes, perfumes y fragancias, que pueden desencadenar lesiones cutáneas. Las que con mayor frecuencia ocasionan sensibilización en la actualidad son la Metilisotiazolinona, Metilcloroisotiazolinona, Fenoxietanol (conservantes), Cocamidopropil betaina (tensoactivo) y múltiples fragancias. Además, pueden contener substancias de capacidad irritante como el Propilenglicol, o los Alcoholes, entre otras.

    Generalmente en el cuero cabelludo el cuadro clínico no es muy intenso, ocasionando lesiones leves irritativas (descamación, picor), pero este tipo de producto puede ocasionar problemas cutáneos en la cara, sobre todo a nivel de los párpados, con aparición de enrojecimiento, tumefacción y prurito. Si la sensibilización es muy intensa, se puede producir una generalización del cuadro clínico, pudiendo incluso simular o agravar otras enfermedades cutáneas, como la dermatitis atópica o la dermatitis seborreica. En este último caso el paciente no responde al tratamiento habitual para su dermatitis, y la sospecha diagnóstica es fundamental para identificar estos factores desencadenantes.

    Ante lesiones cutáneas crónicas en cara y cuero cabelludo de causa no identificada, debe consultar a su dermatólogo para descartar una posible relación con cosméticos y así realizar un estudio completo mediante pruebas epicutáneas para poder confirmar la causa. Una vez terminado el estudio se puede establecer un tratamiento específico y pautas de uso de productos cosméticos adecuada, con el fin de evitar nuevos brotes de eczema en el futuro.

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