Cuando comer se convierte en un reto: ARFID o TERIA en la infancia

Cuando comer se convierte en un reto: ARFID o TERIA en la infancia

Cuando-comer-se-convierte-retoCuando-comer-se-convierte-reto
15 de octubre de 2025
Hospital Universitari General de Catalunyaen/health-centers/hospital-universitari-general-catalunya
Pediatría y sus Áreas Específicasen/specialities/pediatria-areas-especificas

Durante la infancia es habitual que los niños pasen por etapas en las que comen menos o se vuelven selectivos con ciertos alimentos. Sin embargo, en algunos casos, esta situación va más allá de una simple "fase". Cuando la alimentación se vuelve una fuente de angustia, el niño deja de ganar peso o su variedad de alimentos es muy limitada, podríamos estar ante un trastorno de la ingesta restrictiva o evitativa, conocido como ARFID (por sus siglas en inglés) o TERIA (Trastorno de la Evitación o Restricción de la Ingesta de Alimentos).


¿Qué es el ARFID o TERIA?

El ARFID es un trastorno alimentario que no está relacionado con la imagen corporal ni con el deseo de adelgazar. Se caracteriza por una restricción importante en la cantidad o el tipo de alimentos que el niño acepta, lo que puede provocar problemas nutricionales, pérdida de peso o dificultades sociales (por ejemplo, evitar comer en el colegio o en fiestas).

Los motivos del rechazo pueden ser variados:

  • Miedo a atragantarse o vomitar.

  • Rechazo a ciertas texturas, olores o colores.

  • Falta de interés por la comida o sensación de saciedad precoz.


Señales de alerta para los padres

Algunas conductas pueden hacer sospechar la presencia de un ARFID o TERIA:

  • Come solo un número muy limitado de alimentos y rechaza el resto, incluso si se le presentan repetidamente.

  • Muestra ansiedad, llanto o rabietas al enfrentarse a nuevos alimentos.

  • Come muy despacio o con evidente malestar.

  • Evita comer en público o con otras personas.

  • Tiene dificultades para ganar peso o se estanca en su crecimiento.

  • En niños mayores, puede aparecer aislamiento social o preocupación excesiva por las comidas.


¿En qué se diferencia de la "picky eating" o selectividad alimentaria habitual?

Muchos niños pasan por etapas de selectividad alimentaria, sobre todo entre los 2 y 5 años. La diferencia es que en el ARFID, el rechazo es persistente, intenso y con consecuencias médicas o emocionales claras. No se trata de una "manía pasajera", sino de una dificultad real que requiere apoyo especializado.


Diagnóstico y abordaje interdisciplinar

El diagnóstico se realiza mediante la valoración del pediatra, que puede derivar al equipo de salud mental infantil, nutrición o terapia ocupacional.

El abordaje suele incluir:

  • Evaluación médica y nutricional, para descartar otras causas y valorar el estado del niño.
  • Intervención psicológica o terapéutica, centrada en reducir la ansiedad frente a la comida y ampliar progresivamente el repertorio de alimentos.
  • Acompañamiento familiar, para orientar a los padres sobre cómo actuar en las comidas sin forzar ni castigar.

El trabajo coordinado entre pediatra, nutricionista y psicólogo es fundamental para avanzar de forma segura y sostenida.


Qué pueden hacer los padres

  • Evitar presionar o forzar al niño a comer.

  • Mantener rutinas estables de comidas, en un ambiente tranquilo.

  • Elogiar los pequeños avances.

  • Ofrecer repetidamente los alimentos nuevos sin obligar, respetando el ritmo del niño.

  • Consultar con su pediatra si el problema persiste, especialmente si hay pérdida de peso o impacto emocional.


Un mensaje de tranquilidad

El ARFID o TERIA puede generar mucha preocupación en las familias, pero tiene tratamiento y buenos resultados cuando se detecta a tiempo.

Pedir ayuda no significa exagerar, sino actuar de forma preventiva y acompañar al niño con comprensión y apoyo profesional.

La Dra. Irene Ruiz, pediatra del Hospital Universitari General de Catalunya, recuerda que "los problemas con la alimentación en la infancia no siempre son caprichos o etapas pasajeras. A veces esconden dificultades que, con acompañamiento y un abordaje multidisciplinar, pueden resolverse con éxito. La detección precoz y la empatía familiar son claves para ayudar al niño a recuperar una relación sana con la comida".


Health Content

Health Content

Get to know your health from all perspectives.