Medicina personalizada y terapias dirigidas para cambiar el pronóstico del cáncer de mama

El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres en España, con más de 36.000 nuevos diagnósticos al año, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). A pesar de que su incidencia sigue siendo alta, los avances en su detección y diagnóstico precoz, así como tratamientos cada vez más personalizados para combatirlo, han contribuido de forma decisiva a mejorar su pronóstico.

"Hoy no hablamos de un único cáncer de mama, sino de muchos tipos distintos, cada uno con su propio comportamiento y tratamiento. Esa diferenciación nos permite aplicar terapias más precisas y con mejores resultados", explica el Dr. Miguel Angel Jiménez, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitari Sagrat Cor.

El valor de la revisión ginecológica para una detección temprana

La labor del ginecólogo es fundamental en la detección precoz del cáncer de mama. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en España representa casi tres de cada diez cánceres en mujeres. Detectarlo a tiempo cambia por completo el pronóstico.

"La consulta ginecológica es una puerta de entrada clave. A través de las revisiones periódicas, la exploración mamaria y la coordinación de pruebas como la mamografía o la ecografía, podemos identificar signos iniciales y derivar con rapidez cuando es necesario", explica el Dr. Jiménez.

Además de participar en los programas de cribado, desde el área de Ginecología se acompaña a las mujeres en la prevención: se revisan factores hormonales, se orienta sobre hábitos saludables y se resuelven dudas sobre autoexploración o antecedentes familiares. En muchos casos, esa primera conversación es el paso que permite detectar antes un cambio o una lesión sospechosa.

Un abordaje adaptado para cada caso

El tratamiento del cáncer de mama se decide en base a las características biológicas del tumor, el estadio de la enfermedad y siempre de forma coordinada por un equipo multidisciplinar. La cirugía, la radioterapia, la quimioterapia y la hormonoterapia siguen siendo pilares fundamentales, a los que se suma la medicina personalizada.

Esta última permite elegir cuál es el abordaje más adecuado en función del tipo de tumor, así como predecir el comportamiento de la enfermedad a futuro para ajustar la intensidad del plan terapéutico.

"Conocer el perfil molecular del tumor cambia por completo la estrategia. Hoy podemos dirigirnos a las proteínas o vías específicas que lo hacen crecer, mejorando la eficacia y reduciendo los efectos secundarios", señala el especialista.

¿Cómo funciona la terapia dirigida?

Las terapias dirigidas son fármacos diseñados para actuar únicamente sobre las células tumorales, respetando las células sanas. Funcionan bloqueando las señales que las células cancerosas necesitan para crecer y multiplicarse. Dependiendo del tipo de tumor, se emplean diferentes estrategias.

Por ejemplo, en algunos tipos de tumor que expresan una proteína llamada HER2, se utilizan anticuerpos dirigidos que actúan como "misiles guiados": reconocen las células tumorales y liberan el fármaco dentro de ellas, reduciendo el daño a los tejidos sanos.

En el caso de tumores hormonales, estos tratamientos se combinan con la hormonoterapia para frenar el crecimiento y evitar resistencias. Y en mujeres con alteraciones genéticas hereditarias (como en los genes BRCA), hay fármacos específicos que bloquean la capacidad de las células tumorales para repararse, lo que acaba destruyéndolas.

Recomendaciones para pacientes y entorno

Tras el tratamiento, el seguimiento médico es fundamental para detectar posibles recaídas y controlar efectos a largo plazo. Los programas de prevención secundaria como las mamografías periódicas, las revisiones y los hábitos saludables siguen siendo esenciales.

• Mantener un calendario de revisiones personalizado.

• Seguir las pautas médicas y comunicar cualquier efecto adverso.

• Adoptar un estilo de vida saludable: alimentación equilibrada, ejercicio y abandono del tabaco.

• Buscar apoyo psicológico y social durante el proceso.

El Hospital Universitari Sagrat Cor y el Centre Mèdic L’Eixample Sagrat Cor cuentan con los últimos avances en diagnóstico y tratamiento, y con un equipo especializado que acompaña a las pacientes en todas las fases del proceso.

"El objetivo no es solo curar más, sino tratar mejor. Cada paciente tiene un tipo de tumor y unas necesidades diferentes. Personalizar significa optimizar la eficacia y cuidar la calidad de vida", concluye el Dr. Jiménez.