El parto, fase a fase: así se acompaña el nacimiento fisiológico en el Hospital Universitari Dexeus

El parto, fase a fase: así se acompaña el nacimiento fisiológico en el Hospital Universitari Dexeus

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25 de junio de 2025
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Ginecología y Obstetriciaen/specialities/ginecologia-obstetricia

El parto es un proceso natural y extraordinario. En condiciones normales, el cuerpo de la mujer está perfectamente preparado para parir, y la mayoría de los partos pueden desarrollarse sin necesidad de intervenciones, salvo que se demuestre lo contrario. Esta visión, basada en la evidencia científica y recogida en la Estrategia de Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad, está hoy presente en centros como el Hospital Universitari Dexeus, donde se promueve una atención segura, respetuosa y adaptada a cada mujer.

En este entorno hospitalario, la matrona desempeña un papel clave: acompaña de forma profesional y humana, facilitando un proceso de parto lo más fisiológico posible, dentro de un equipo coordinado con obstetricia, pediatría y anestesia.

"Nuestra función no es dirigir el parto, sino acompañar su evolución. Estamos ahí para ofrecer seguridad, apoyo, criterio clínico cuando hace falta y, sobre todo, confianza", explica Gemma Ruiz Crespo, matrona y directora asistencial de Mi Matrona Barcelona en el Hospital Universitari Dexeus.

El parto está guiado por una compleja interacción hormonal que permite que el bebé nazca y que la mujer viva el proceso con confianza y bienestar:

  • Oxitocina: estimula las contracciones y fortalece el vínculo entre madre y bebé.
  • Prostaglandinas y relaxina: favorecen el ablandamiento y la dilatación del cuello uterino.
  • Endorfinas: actúan como analgésicos naturales, facilitando la gestión del dolor.
  • Adrenalina: interviene al final del parto, aportando energía durante el expulsivo.

Este proceso se desarrolla en tres fases principales:

1. Fase de dilatación

Se divide en dos etapas:

Latente: aparecen contracciones suaves o irregulares; el cuello del útero comienza a ablandarse y borrarse. Esta fase puede vivirse en casa, en movimiento o descansando, acompañada por la pareja o con apoyo telefónico de la matrona.

Activa: las contracciones se vuelven más intensas y frecuentes; la dilatación avanza hasta alcanzar los 10 cm. En el hospital, la matrona ofrece acompañamiento continuo, proponiendo cambios de postura, uso de agua caliente, masajes, técnicas de respiración y analgesia si se precisa.


2. Fase de expulsivo

Cuando el cuerpo está listo, la mujer inicia el pujo, guiada por su propio reflejo y acompañada por la matrona. Se favorecen el movimiento, la verticalidad y la escucha activa para facilitar un nacimiento respetado.


3. Fase de alumbramiento

Tras el nacimiento del bebé, el útero expulsa la placenta. Esta fase se supervisa con especial atención, garantizando el bienestar de la madre, mientras se inicia el contacto piel con piel y, si es posible, la primera toma del bebé.

"Cada fase tiene su ritmo y cada mujer lo vive de forma distinta. Nuestro papel es reconocer esas diferencias, acompañar con respeto y actuar cuando es necesario", destaca Gemma Ruiz Crespo.

Vivir el parto de forma consciente, con apoyo profesional y respeto por la fisiología, puede marcar una diferencia profunda en la experiencia de nacimiento. Promover este modelo de atención permite que cada mujer se sienta protagonista de su proceso, con confianza, calma y seguridad.

Porque cada nacimiento importa. Y merece ser acompañado con conocimiento y cuidado.


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