Adolfo Fontenla CerezuelaAdolfo Fontenla CerezuelaAdolfo Fontenla Cerezuela
Premio Investigador Senior Quirónsalud

Trayectoria Profesional:

Médico y Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid.
Cardiólogo especializado en electrofisiología, desarrollando su actividad asistencial en el Hospital Universitario Quirónsalud y en el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo.

Se formó en las Unidades de Arritmias del Hospital Universitario 12 de Octubre y del Centro Médico Universitario de Leiden (Países Bajos) y cuenta con acreditaciones internacionales de la European Heart Rhythm Association (EHRA) en "Invasive Electrophysiology" y "Interventional Cardiac Pacing", habiendo sido miembro de su Comité de Certificación hasta 2019. Su experiencia clínica abarca tanto ablaciones de arritmias complejas como el implante de todo tipo de dispositivos para el control del ritmo cardiaco y el cierre percutáneo de la orejuela.

Ejerce también como profesor universitario en la Universidad Europea de Madrid y participa como docente en varios másteres dedicados a la arritmología clínica e intervencionista. Ha dirigido varios trabajos académicos y tesis doctorales, mostrando un firme compromiso con la formación de nuevos especialistas.

Muy enfocado en investigación clínica, ha sido promotor independiente de ensayos clínicos financiados mediante ayudas del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) así como colaborador en muchos otros proyectos de investigación tanto públicos como privados. Ha publicado más de 75 artículos en revistas científicas de impacto, con más de 640 citas acumuladas, es editor asociado de la Revista Española de Cardiología y colabora como revisor científico en congresos nacionales e internacionales (SEC, EHRA, TCT, ESC, entre otros).

Resumen:

La fibrilación auricular (FA), la arritmia sostenida más común, puede volverse crónica, haciendo que el control de la frecuencia cardíaca sea la única opción para aliviar los síntomas. Sin embargo, las opciones terapéuticas actuales son limitadas, especialmente en pacientes que tienen reducida la contractilidad del corazón.

El estudio BRAKE-AF, liderado por el Dr. Fontenla ha puesto a prueba la ivabradina, un fármaco que, a diferencia de los tratamientos habituales, no reduce la fuerza de contracción del corazón ni baja la presión arterial, lo que lo convierte en una alternativa prometedora para pacientes frágiles.

La investigación combinó experimentos in vitro con un ensayo clínico en pacientes con FA permanente, comparando la ivabradina con la digoxina, uno de los tratamientos estándar. Aunque la ivabradina fue ligeramente menos eficaz en la reducción de la frecuencia cardíaca, se toleró mejor y mostró menos efectos adversos graves.

El mecanismo detrás de su acción parece ser la inhibición de la corriente eléctrica If en el nodo auriculoventricular, que resulta más importante de lo que se pensaba en la transmisión del impulso eléctrico al ventrículo.

Este trabajo abre la puerta a una nueva opción terapéutica para controlar la frecuencia cardíaca en FA, especialmente útil en pacientes con función cardíaca comprometida.