Adicciones

¿Qué tipos de adicciones son más habituales? Información sobre sus síntomas, sus principales causas y sus tratamientos más eficaces.

Síntomas y causas

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.

Teniendo en cuenta su origen, las adicciones se clasifican en tres grandes grupos:

  • Adicciones a sustancias: producen la necesidad de consumir sustancias químicas perjudiciales para la salud. Las más destacadas son la adicción al alcohol, al tabaco, a la cafeína y a las drogas (marihuana, cocaína, heroína, drogas de diseño o psicofármacos).
  • Adicciones conductuales: son más difíciles de detectar y de dejar, ya que suponen la imposibilidad de dejar de hacer algo que, en ocasiones, está socialmente bien visto. Las más habituales son la adicción al trabajo, al sexo, al juego o a las compras.
  • Adicciones emocionales: causan una dependencia absoluta de una persona con la que se tiene algún tipo de relación emocional.

Las adicciones se desarrollan gradualmente desde el primer contacto con la sustancia o la acción que lo desencadena. Cuando se agravan, pueden derivar en problemas graves tanto físicos como mentales, por lo que es importante prestar atención a los signos de alarma para poder detectarlas a tiempo.

Síntomas

Cada tipo de adicción tiene unos síntomas particulares. No obstante, existen algunos comunes a todas ellas:

  • Irritabilidad.
  • Inquietud.
  • Ansiedad.
  • Obsesión.
  • Dejadez del cuidado personal.
  • Insomnio.
  • Tristeza.
  • Excesiva preocupación.
  • Autoengaño.
  • Pérdida de control.
  • Cambios en el estado de ánimo.
  • Malestar o rechazo a la adicción
  • Voluntad de querer dejarlo y no poder

Causas

Hoy en día se sabe que en la aparición de una adicción influyen múltiples factores que interaccionan entre ellos:

  1. Factores genéticos. Un factor fundamental viene determinado por la genética de la persona. El trastorno adictivo donde está más demostrado es la adicción al alcohol, donde se estima que hasta un 50% de la vulnerabilidad de una persona a desarrollar la enfermedad es de origen genético.
  2. Factores ambientales. También juegan un papel fundamental los estímulos ambientales a los que se somete una persona durante su vida. Por ejemplo, cuanto antes se inicia el consumo de una droga en la vida de una persona, y también cuanta más cantidad se toma, más riesgo hay de desarrollar una adicción. La manera de tomar la droga también influye. Las vías de administración que suponen una concentración en sangre más elevada y en la que se llega de forma más rápida, presentan un mayor riesgo, especialmente la vía endovenosa.
  3. Personalidad. Determinados rasgos de personalidad o maneras de ser también incrementan el riesgo de tener un trastorno adictivo. Rasgos como la impulsividad o la tendencia a buscar nuevas sensaciones.
  4. Enfermedad mental. La presencia de una enfermedad mental incrementa también el riesgo de desarrollar un trastorno adictivo.
  5. Factores sociales. Las circunstancias sociales tienen una gran importancia en el desarrollo de las adicciones. Cuanto más accesible y más económica es una droga, más se extiende su consumo y genera más adictos. Si, además, su publicidad es permitida (como es el caso del alcohol y el tabaco), el problema se hace aún más grande.

Factores de riesgo

Aunque cualquier persona puede sufrir una adicción, se cree que algunos factores aumentan mucho las posibilidades. Por ejemplo:

  • Antecedentes familiares de adicciones.
  • Problemas de salud mental.
  • Dificultad para controlar los impulsos.
  • Factores ambientales como tener acceso a sustancias prohibidas desde edad temprana.

Complicaciones

Además de impedir llevar una vida normal, las adicciones pueden suponer problemas de salud graves como enfermedades cardiovasculares y pulmonares, embolias, VIH o trastornos de salud mental.

Prevención

Toda la sociedad debe implicarse en las tareas de prevención a las adicciones. Desde pequeños, los niños deben conocer los riesgos de consumir sustancias nocivas para la salud o de desarrollar determinados comportamientos.

Además de adaptar a cada rango de edad la información necesaria para que perciban los peligros, es conveniente fomentar su autoestima, alentar la comunicación tanto en la familia como en el colegio, valorar la buena conducta y vigilar tanto las actividades como las relaciones de los más pequeños.

¿Qué médico trata las adicciones?

Son los especialistas en Psicología Clínica y Psiquiatría quienes diagnostican y tratan los trastornos de adicción.

Diagnóstico

Normalmente, los pacientes acuden a la consulta acompañados de algún ser querido que se ha percatado de los comportamientos extraños. Para confirmar el diagnóstico, los profesionales valoran los síntomas, estudian el historial médico y llevan a cabo pruebas adicionales.

La evaluación psicopatológica, que se basa en entrevistas personales y en la realización de pruebas psicológicas, suele ser la más útil para determinar el tipo de adicción que se tiene y en qué grado.

Tratamiento

Para que sean eficaces, los tratamientos de las adicciones deben estar personalizados. Es importante tener en cuenta que requieren su tiempo y que, en ocasiones, habrá que comenzarlos más de una vez porque las recaídas son muy habituales.

Se requiere un abordaje múltiple para ayudar a los pacientes en diferentes aspectos:

  • Tratamiento psiquiátrico y psicológico individual.
  • Grupos de apoyo y terapia conjunta.
  • Orientación terapéutica.
  • Terapia familiar o de pareja.
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