Artrosis cervical

Información sobre los síntomas, el tratamiento y el pronóstico de la degeneración del cartílago de las vértebras del cuello.

Síntomas y causas

La artrosis cervical o cervicoatrosis es una afección degenerativa por la que se desgasta el cartílago de las vértebras de la zona del cuello (área cervical). Como consecuencia de la fricción anormal entre los huesos, se pueden desencadenar otras patologías más graves, además de causar un dolor intenso.

Los tejidos de las cervicales se degradan con el paso del tiempo, por lo que se presentan cuatro grados de artrosis dependiendo del grado de afectación:

  • Grado 1 o artrosis cervical leve: el cartílago apenas está dañado, por lo que casi no se presentan síntomas.
  • Grado 2 o artrosis cervical moderada: el cartílago comienza a degradarse y los tejidos blandos muestran ligeros daños. El dolor suele aparecer con la actividad física.
  • Grado 3 o artrosis cervical avanzada: el daño en el cartílago es considerable, por lo que los huesos comienzan a dañarse y pueden presentar deformidades. El movimiento habitual en el día a día provoca dolor.
  • Grado 4 o artrosis cervical severa: el cartílago está casi completamente destruido, por lo que no hay espacio entre las vértebras. El dolor es intenso debido a que los huesos están inflamados.

El pronóstico de la artrosis cervical varía dependiendo de cada caso. Aun así, como su evolución es lenta y los tratamientos se enfocan en ralentizar la aparición de los síntomas, suele ser bueno y no pone en riesgo la vida del paciente.

Síntomas

Los síntomas varían dependiendo del grado en el que se encuentre la artrosis y la forma en que estén afectados los tejidos que forman la articulación. Las manifestaciones más frecuentes son:

  • Dolor cervical axial: es persistente, aunque suele empeorar al estar en reposo y mejora con el movimiento.
  • Dolor en las vértebras que se irradia a los hombros y la nuca.
  • Rigidez en el cuello.
  • Inflamación ósea.
  • Espasmos/contracturas musculares.

Causas

Aunque las causas no están todavía completamente claras, todos los estudios indican que la artrosis cervical está causada por la degeneración progresiva de los cartílagos articulares debido al envejecimiento. En algunos casos, puede derivar de un traumatismo o de una mala higiene postural.

Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de padecer artrosis cervical son:

  • Edad: como el cartílago se degenera progresivamente, suele aparecer a partir de los 50 años.
  • Sexo: se trata de una enfermedad que afecta a las mujeres en mayor medida.
  • Traumatismos o lesiones cervicales previas.
  • Movimiento excesivo de las vértebras cervicales o posturas forzadas por motivos laborales o la práctica deportiva.
  • Antecedentes familiares.
  • Diabetes.

Complicaciones

Las complicaciones de la artrosis cervical aparecen cuando el cartílago se destruye por completo y causa:

  • Dolor intenso.
  • Aparición de osteofitos (protuberancias óseas).
  • Reducción de la movilidad.
  • Dificultades para llevar a cabo las tareas cotidianas.
  • Radiculopatía cervical: los nervios se comprimen, por lo que se produce hormigueo y sensación de debilidad que se extiende a los brazos.
  • Mielopatía cervical: el canal raquídeo se estrecha y la médula queda comprimida, por lo que se manifiesta debilidad, falta de coordinación y cambios en la sensibilidad.
  • Vértigo cervical: produce mareos y sensación de inestabilidad.
  • Alteraciones del sueño.
  • Depresión como consecuencia del dolor crónico.

Prevención

La artrosis cervical no se puede prevenir, aunque se puede ralentizar su evolución si se adquieren algunas costumbres como:

  • Fortalecer los músculos del cuello.
  • Adoptar la postura adecuada cuando se pasa tiempo frente al ordenador o al levantar cargas pesadas.
  • Hacer estiramientos suaves de forma regular si se pasa mucho tiempo en la misma postura.
  • Beber el líquido suficiente para estar hidratado.
  • No fumar.
  • No consumir alcohol.
  • Mantener un peso saludable.
  • Practicar ejercicio de bajo impacto, como nadar, hacer yoga o caminar.

¿Qué médico trata la artrosis cervical?

La artrosis cervical es una enfermedad que tratan los especialistas en reumatología y traumatología y cirugía ortopédica.

Diagnóstico

El diagnóstico de la artrosis cervical no siempre es fácil, ya que los síntomas pueden tardar en manifestarse. Por norma general, es suficiente con estudiar el historial del paciente, analizar los síntomas y hacer una exploración física en la que se evalúa el grado del dolor y la capacidad de movimientos.

Para comprobar el estado de las vértebras o la presencia de complicaciones, se recurre a pruebas de imagen, como la radiografía, la resonancia magnética o la tomografía computarizada (TC)

Tratamiento

El tratamiento de la artrosis cervical se enfoca en ralentizar el avance de la enfermedad y paliar los síntomas. En la mayoría de los casos, se opta por un abordaje conservador:

  • Analgésicos para aliviar el dolor.
  • Antiinflamatorios para reducir la hinchazón.
  • Relajantes musculares
  • Infiltraciones con corticoides, o de ácido hialurónico para proteger los huesos de la vértebra.
  • Fisioterapia para relajar y fortalecer los músculos y fomentar la movilidad. Además, se proporcionan al paciente pautas para adoptar la postura más adecuada en su día a día.

Cuando la artrosis está muy avanzada o no responde adecuadamente a los tratamientos menos invasivos, se recurre a la cirugía:

  • Artrodesis cervical: se fusionan dos o más vértebras para evitar la inestabilidad. El dolor se calma y se reduce el riesgo de complicaciones, pero se pierde movilidad.
  • Artroplastia cervical: se extrae el disco intervertebral y se sustituye por una prótesis artificial para devolver a la articulación su funcionalidad, además de calmar el dolor.
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