Brucelosis
Todo sobre las causas, los síntomas y el tratamiento más eficaz de la infección por Brucella.
Síntomas y causas
La brucelosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Brucella, que se transmite de los animales a los humanos a través del consumo de lácteos sin pasteurizar. Más raramente, el contagio puede ser a través del aire o por el contacto directo con un animal infectado. También se conoce como fiebre de Malta porque se describió por primera vez en esta isla en 1850.
El tipo de bacteria causante de la enfermedad varía dependiendo del animal en el que se aloje:
- Brucella melitensis: ganado ovino y caprino, con menor frecuencia, el vacuno. Es la especie de contagio más habitual en los humanos.
- Brucella abortus: ganado bovino.
- Brucella suis: ganado porcino y, ocasionalmente, los pequeños rumiantes y los bovinos.
A pesar de que puede tardar mucho tiempo en curarse, incluso meses, el pronóstico de la brucelosis es bueno si se sigue el tratamiento adecuado
Síntomas
Los síntomas habituales de la brucelosis son:
- Fiebre que sube y baja en forma de olas. Normalmente, la temperatura aumenta por la tarde y disminuye por la mañana. Este es el motivo por el que también se conoce a la brucelosis como fiebre ondulante.
- Escalofríos.
- Debilidad.
- Fatiga.
- Hepatomegalia: aumento del tamaño del hígado.
- Esplenomegalia: agrandamiento del bazo.
- Tos.
- Alteraciones digestivas.
- Adenopatías: anormalidad en el tamaño, la consistencia o el número de ganglios linfáticos.
Causas
El contagio de la brucelosis puede darse por alguna de estas causas:
- Ingerir productos lácteos crudos o sin pasteurizar.
- Comer carne cruda o poco hecha.
- Tocar fluidos corporales de animales infectados.
- Inhalar la Brucella presente en el aire.
En muy raras ocasiones, se puede transmitir de persona a persona durante las relaciones sexuales, el parto o la lactancia.
Factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de contraer brucelosis son:
- Consumir lácteos sin pasteurizar.
- Tomar leche o carne crudas o poco cocinadas.
- Profesiones en las que se está en contacto directo con los animales vivos (ganaderos, veterinarios, lecheros).
- Trabajar en un matadero.
- Cazadores.
Complicaciones
Aunque no son frecuentes, las complicaciones de la brucelosis pueden ser graves:
- Brucelosis crónica: forma persistente de la enfermedad en la que la infección se mantiene durante un tiempo prolongado.
- Artritis: inflamación y degeneración de las articulaciones.
- Sacroileitis: inflamación de las articulaciones que unen el hueso sacro con los huesos ilíacos.
- Espondilitis: artritis en la columna vertebral. En los casos de brucelosis, es más frecuente en la zona lumbar.
- Endocarditis: inflamación del endocardio, membrana que recubre las cavidades internas del corazón.
- Pericarditis: inflamación del pericardio, que envuelve el corazón.
- Meningitis: inflamación de la meninge, que es la membrana que envuelve el encéfalo y la médula espinal.
- Encefalitis: inflamación del encéfalo, órgano principal del sistema nervioso central que rige todas las funciones corporales.
- Infección ocular.
- Vasculitis: inflamación de los vasos sanguíneos.
Prevención
La mejor forma de prevenir la brucelosis es seguir estas recomendaciones:
- Consumir lácteos pasteurizados.
- Cocinar la leche y la carne adecuadamente.
- Evitar la ingesta de carne cruda o poco hecha.
- Utilizar guantes para manipular animales o asistirlos.
- Vacunar a los animales frente a la brucelosis.
¿Qué médico trata la brucelosis?
La brucelosis es una enfermedad que se diagnostica y trata en las especialidades de medicina interna o enfermedades infecciosas.
Diagnóstico
La brucelosis se diagnostica mediante un análisis de sangre o de médula ósea:
- Hemocultivo: se extrae una muestra de sangre y se cultiva en el laboratorio para detectar o descartar la presencia de la Brucella. Como esta bacteria crece lentamente, los resultados de la prueba pueden tardar alrededor de 45 días.
- Cultivo de médula ósea: se toma una muestra del hueso pélvico y se mantiene en unas condiciones determinadas en el laboratorio para favorecer el crecimiento bacteriano. Es un procedimiento más sensible que el anterior, por lo que suele realizarse para diagnosticar la brucelosis crónica o contrastar un resultado negativo en el cultivo de sangre.
Las pruebas de imagen sirven para valorar los posibles daños ocasionados en órganos vitales.
Tratamiento
La brucelosis se trata con una combinación de antibióticos, ya que se aloja en el interior de las células y es difícil de eliminar con un solo fármaco. La doxiciclina suele ser el medicamento principal, mientras que la rifampicina, la estreptomicina o la gentamicina son el secundario.
El tratamiento se prolonga durante unas seis semanas para garantizar la desaparición de la infección y prevenir su reaparición. Aun así, es habitual que los síntomas se mantengan durante varios meses. Las revisiones periódicas son fundamentales para detectar la recurrencia de la enfermedad a tiempo.




















































































