Demencia

¿Qué siente una persona con demencia? Información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de los diferentes tipos que existen.

Síntomas y causas

El término demencia se utiliza para referirse a las diversas enfermedades que producen un deterioro de la memoria, la personalidad y el intelecto sin afectar a la consciencia. Suele manifestarse en personas mayores debido a que estas patologías provocan que las células nerviosas se destruyan con el paso del tiempo hasta que el cerebro se ve afectado y, por lo tanto, disminuye la capacidad para procesar los pensamientos.

En contra de lo que muchas veces se cree, la demencia no es una consecuencia natural del envejecimiento, sino el resultado de determinadas enfermedades que destruyen las células nerviosas de forma paulatina. Por este motivo, no todos los ancianos la manifiestan.

Son muchas las alteraciones que causan demencia, por lo que se dividen en tres grandes grupos:

  • Demencias progresivas: van empeorando con el tiempo y los daños son irreversibles. Las más destacadas son la enfermedad de Alzheimer (la más habitual), la demencia frontotemporal, la demencia con cuerpos de Lewy, la demencia vascular o la demencia mixta.
  • Demencias reversibles: los síntomas pueden desaparecer cuando se trata la causa que la provoca, como determinados problemas metabólicos, ciertos trastornos inmunitarios, los mecanismos que usa el cuerpo para combatir una infección, la falta de nutrientes, los tumores cerebrales, el sangrado subdural o la hidrocefalia.
  • Otras enfermedades relacionadas con la demencia: las consecuencias de patologías como el Parkinson, la enfermedad de Huntington o un traumatismo suelen incluir algún grado de demencia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia es actualmente la séptima causa de todos los fallecimientos en el mundo y uno de los factores principales que causan discapacidad en personas de edad avanzada.

Síntomas

Los síntomas varían dependiendo del tipo de demencia que se manifieste. No obstante, algunos son comunes a todas ellas:

  • Pérdida de memoria.
  • Desorientación.
  • Confusión.
  • Dificultades en la comunicación.
  • Problemas para desarrollar las habilidades espaciales.
  • Escasa capacidad de razonamiento.
  • Poco control de los movimientos.
  • Cambios en la personalidad.
  • Comportamientos inadecuados.
  • Depresión.
  • Ansiedad.

Causas

La demencia se produce por el deterioro de las células nerviosas del cerebro. Este daño puede ser la consecuencia de otras enfermedades o producirse por un problema primario a nivel cerebral. Dentro de estas últimas, destacan:

  • Demencias degenerativas: causadas por depósitos de proteínas anómalas en diferentes estructuras del cerebro. Las principales son:
    • Enfermedad de Alzheimer: se produce por la presencia de placas de proteínas en el cerebro que dañan las neuronas.
    • Demencia frontotemporal: aparece cuando las células nerviosas ubicadas en los lóbulos frontal y temporal se destruyen.
    • Demencia con cuerpos de Lewy: el deterioro se produce por la acumulación de proteínas en forma de globo.
  • Demencia vascular: deriva de un daño en los vasos sanguíneos que riegan el cerebro.
  • Demencia mixta: es una combinación de los tipos descritos anteriormente.

Factores de riesgo

El principal factor de riesgo de la demencia es la edad. Además, influyen los antecedentes familiares, existiendo un riesgo genético, pudiendo estar, en una minoría de los casos, determinadas genéticamente.

Otros factores de riesgo relacionados con el desarrollo de demencia son tener depresión, llevar una vida sedentaria, consumir alcohol en exceso, tener hipertensión o el colesterol alto, ser diabético o no dormir lo suficiente.

Complicaciones

Entre las complicaciones más habituales de la demencia se encuentran la dependencia de otras personas para realizar las tareas del día a día, la malnutrición, la falta de cuidado personal, los atragantamientos, la neumonía y, cuando la enfermedad está avanzada, la muerte.

Prevención

A pesar de que no se puede prevenir la demencia, se recomienda seguir algunas recomendaciones que benefician a la actividad cerebral, por ejemplo: no fumar, no beber alcohol, hacer ejercicio, llevar una dieta saludable rica en vitaminas y mantener la mente activa.

¿Qué médico trata la demencia?

Los especialistas en neurología diagnostican y establecen los tratamientos más adecuados para controlar la demencia. Para aplicarlos, intervienen otras especialidades como la geriatría, neurofisiólogía clínica, especialistas en cuidados paliativos o médicos generalistas.

Diagnóstico

La demencia puede diagnosticarse estudiando los síntomas y sometiendo al paciente a pruebas de memoria, atención y valoración de las capacidades cognitivas. Además, se suele evaluar el lenguaje, los reflejos y el equilibrio, así como un estudio psicológico.

Cuando los resultados de los exámenes anteriores hacen sospechar que una persona tiene demencia, se solicita una resonancia magnética o una tomografía computarizada para descartar un daño estructural (tumores, hemorragias o infartos cerebrales…).

Tratamiento

Actualmente, no existe un tratamiento para la demencia, aunque existen medicamentos para controlar algunos de los síntomas. Las terapias más utilizadas sirven para facilitar la vida tanto a los pacientes como a las personas que viven con ellos y los cuidan. Para ello, se fomenta la actividad física y las interacciones sociales, además de las sesiones de psicoterapia.

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