Depresión
¿Qué causa la depresión? Información sobre sus principales síntomas y factores de riesgo, así como consejos para combatirla.
Síntomas y causas
La depresión es un trastorno que afecta a las emociones y desencadena un sentimiento de tristeza constante. Este estado de ánimo va asociado a otros cambios de actitud que limitan las relaciones sociales y, en ocasiones, la actividad física.
La depresión puede confundirse con la tristeza pasajera, pero son muy distintas. La principal diferencia es que la recuperación de la primera es más lenta y requiere de la ayuda de profesionales, no es un estado de ánimo del que una persona pueda salir por sí misma, como suele ser la segunda.
Existen diferentes tipos de depresión dependiendo de su gravedad, de los factores que la desencadenan y de los síntomas que se manifiestan. Entre los más destacados, se encuentran:
- Depresión mayor: los factores genéticos influyen en su desarrollo en mayor medida que la influencia externa.
- Depresión reactiva: se produce por una falta de adaptación a cambios de rutina o al enfrentarse a situaciones estresantes.
- Distimia: los síntomas son leves, pero se presentan de forma crónica durante años, sin que desaparezcan por temporadas. Suele estar relacionada con el estrés prolongado o con la forma de ser.
- Depresión enmascarada: se manifiesta con síntomas físicos o cambios en la conducta, pero no muestra los rasgos emocionales más significativos.
- Depresión ansiosa: combinada con la ansiedad, aúna la tristeza con la extrema preocupación por situaciones que puedan suceder.
- Depresión postparto o perinatal: puede comenzar en las últimas semanas del embarazo o varios meses después del parto.
Síntomas
Algunos de los síntomas de la depresión son muy reconocibles, además de ser comunes a todos los pacientes. No obstante, existen otros signos de la enfermedad que pueden pasar desapercibidos y que ayudan a detectarla si se conocen. Destacan:
- Tristeza que se manifiesta en forma de desesperanza y sentimiento de vacío.
- Ansiedad e inquietud.
- Irritabilidad, frustración y enfado, incluso en situaciones de poca importancia.
- Cansancio extremo que influye en las actividades diarias.
- Alteraciones del sueño: insomnio o necesidad de dormir demasiado.
- Trastornos alimenticios: antojos o falta de apetito.
- Problemas físicos sin explicación.
- Pensamientos suicidas.
Causas
La depresión suele estar producida por una combinación de diversos factores. Por un lado, influyen aspectos biológicos como la genética, los cambios hormonales o las alteraciones en los neurotransmisores. Por otro, circunstancias externas como cambios repentinos en el día a día o situaciones estresantes pueden propiciar la manifestación de los síntomas. La personalidad también desempeña un papel relevante en el desarrollo de la depresión, en especial, los mecanismos de defensa con los que cuenta cada persona.
Factores de riesgo
Algunas personas son más propensas a tener depresión debido a determinados factores que influyen en el proceso. Por ejemplo:
- Personalidad pesimista o dependiente.
- Baja autoestima.
- Antecedentes familiares.
- Otros trastornos mentales previos.
- Situaciones estresantes o traumáticas.
- Abuso de alcohol y drogas.
- Enfermedades graves o crónicas.
- Determinados medicamentos.
Complicaciones
La depresión afecta a todos los ámbitos de la vida de quien la padece, así como de la de sus familiares. Cuando los síntomas son graves o no se tratan, pueden llegar a ser incapacitantes. Además, la manifestación de la enfermedad puede derivar en dolor físico, aislamiento social, sobrepeso, consumo de sustancias tóxicas, automutilación o intentos de suicidio.
Prevención
A pesar de que no existe una forma de prevenir la depresión, algunas actitudes pueden resultar muy beneficiosas cuando se comienzan a percibir los primeros síntomas:
- Reducir el estrés.
- Pedir ayuda a los familiares y a los amigos.
- Acudir a un especialista en salud mental.
- Mantener el tratamiento el tiempo necesario.
¿Qué médico trata la depresión?
Para conseguir los resultados esperados, la depresión debe tratarse por especialistas en Psicología Clínica y en algunos casos, también por Psiquiatría.
Diagnóstico
El diagnóstico de la depresión puede realizarse cuando se han percibido síntomas durante varias semanas. Para ello, se lleva a cabo una valoración psicológica que puede apoyarse en pruebas adicionales, normalmente para descartar patologías físicas.
Tratamiento
Independientemente de su gravedad, la depresión suele responder adecuadamente a la psicoterapia, a la medicación o a un tratamiento combinado. Debido a la naturaleza de esta enfermedad, el profesional de la salud mental prescribirá la opción más adecuada en cada circunstancia, y ofrecerá un abordaje personalizado a cada paciente.
Durante la terapia, los afectados encuentran apoyo emocional y comprenden los mecanismos de la enfermedad. Además, reciben herramientas para restar importancia a aquello que les preocupa y para observar su vida sin distorsiones.
Los medicamentos más utilizados son los antidepresivos y los ansiolíticos, aunque también se obtienen buenos resultados con psicoestimulantes.