Dislipemia
¿Qué es la dislipemia o dislipidemia? Todo sobre las causas, los síntomas y los tratamientos más eficaces para los distintos tipos de esta enfermedad.
Síntomas y causas
La dislipemia, o dislipidemia, es una afección producida por la alteración de los niveles lipídicos en la sangre, especialmente del colesterol y los triglicéridos. La dislipidemia está causada tanto por una hiperlipemia (concentraciones plasmáticas de lípidos por encima de las aceptadas por consenso) como por una hipolipemia (descenso de la concentración).
Por un lado, el colesterol es necesario para que el organismo absorba las grasas y las vitaminas liposolubles, además de que contribuye a la síntesis de la vitamina D y de determinadas hormonas como el cortisol, los estrógenos o la testosterona. Por otro, los triglicéridos aportan la energía que necesita el organismo para desarrollar los procesos metabólicos. El paso del tiempo y un estilo de vida poco saludable favorecen el aumento de la cantidad de lipoproteínas presente en la sangre y el incremento del riesgo de desarrollar ateroesclerosis, que consiste en la acumulación de grasa en las arterias con la consiguiente reducción del flujo sanguíneo. Por su parte, determinados factores genéticos, las infecciones crónicas o el hipertiroidismo, entre otras enfermedades, propician el descenso de los lípidos.
La dislipemia puede ser de diversos tipos dependiendo de los lípidos afectados, en el caso de la dislipemia, se consideraría como cifras elevadas a aquellas a partir de las cuales se recomiende tratamiento hipolipemiante, los cuales dependen del riesgo basal de cada persona.:
- Hipercolesterolemia: colesterol LDL (low-density lipoprotein) por encima de los 116 mg/dl.
- Hipertrigliceridemia: triglicéridos por encima de los 150 mg/dl.
- Hiperlipemia mixta: concentraciones elevadas tanto de LDL como de triglicéridos.
Síntomas
La dislipemia no muestra síntomas y solo se descubre su existencia cuando se realiza un análisis de sangre. Como sus efectos pueden causar problemas graves de salud, conviene acudir a revisiones periódicas para obtener un diagnóstico precoz.
Causas
Existen dos tipos de dislipidemia dependiendo de las causas que la provocan:
- Dislipemia primaria: originada por una mutación genética hereditaria. Puede consistir en un exceso de producción de triglicéridos o colesterol LDL o en un defecto del colesterol HDL (high-density lipoprotein).
- Dislipemia secundaria: se produce por un estilo de vida sedentario y con un consumo elevado de grasas saturadas y calorías, además de como consecuencia de otras enfermedades como la diabetes, el hipotiroidismo, la cirrosis o la nefropatía crónica.
Factores de riesgo
Algunos de los factores de riesgo para tener dislipidemia son:
- Propensión genética y antecedentes familiares.
- Tabaquismo.
- Alcoholismo.
- Sobrepeso.
- Diabetes tipo 2.
- Enfermedad renal crónica.
- Hipotiroidismo.
- Menopausia.
Complicaciones
Entre las principales complicaciones de la dislipemia, que suele ocasionar obstrucción de los vasos sanguíneos o creación de coágulos, destacan el infarto de miocardio, la ateroesclerosis, los trombos y los derrames cerebrales.
Prevención
La mejor forma de prevenir la dislipidemia es realizarse revisiones médicas periódicas para controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Además, se recomienda hacer ejercicio moderado de forma regular, llevar una alimentación saludable y evitar el consumo de alcohol y tabaco.
¿Qué médico trata la dislipemia?
El diagnóstico y tratamiento de la dislipemia se realiza por los profesionales en cardiología, medicina familiar y comunitaria o médicos internistas.
Diagnóstico
La dislipemia se diagnostica con un análisis de sangre con el que se valoran los niveles de colesterol LDL y HDL y de triglicéridos en la sangre.
Tratamiento
El tratamiento para la dislipemia se fundamenta en dos aspectos principales:
- Llevar un estilo de vida más sano: ejercicio, alimentación saludable, control del peso, etc.
- Medicación específica que ayude a bajar los niveles de colesterol y de triglicéridos (Estatinas, fibratos, inhibidores de la PCSK9, resinas de intercambio iónico…).
