Epiescleritis
¿Qué es la epiescleritis? Información sobre las causas, los síntomas, los tipos y los tratamientos de esta enfermedad.
Síntomas y causas
La epiescleritis es la inflamación de la epiesclera, una fina membrana vascular que es la capa superior de la esclera, la membrana fibrosa, blanca y dura que cubre el globo ocular. Es un trastorno bastante común, generalmente benigno y de duración limitada. Normalmente afecta a un solo ojo, aunque en raras ocasiones pueden verse afectados los dos.
En función de la zona afectada, se distinguen dos tipos de epiescleritis:
- Epiescleritis difusa o simple: afecta a toda la epiesclera.
- Epiescleritis nodosa o nodular: aparece en un área pequeña y bien limitada. Este tipo de epiescleritis suele tardar más tiempo en resolverse.
Síntomas
Los síntomas frecuentes de la epiescleritis son de carácter generalmente leve e incluyen:
- Enrojecimiento e hinchazón en la parte blanca del ojo. En ocasiones, se presenta una tonalidad amarillenta.
- Sensibilidad ocular al tacto y a la luz.
- Irritación o ardor.
- Aumento del lagrimeo.
- En caso de epiescleritis nodosa, formación de un nódulo con enrojecimiento alrededor que puede desplazarse.
Causas
En la mayoría de los casos, se trata de una afección idiopática, ya que no hay un factor específico que cause la epiescleritis. Sin embargo, a veces está asociada a diversas enfermedades sistémicas, frecuentemente las siguientes:
- Enfermedades del tejido conectivo, como el lupus o la artritis reumatoide.
- Enfermedades vasculares sistémicas, como la poliarteritis nodosa o la granulomatosis de Wegener.
- Colitis ulcerosa.
- Atopia.
- Gota.
- Rosácea.
- Hérpes zóster oftálmico.
Factores de riesgo
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer una epiescleritis se encuentran los siguientes:
- Edad: suele afectar a adultos jóvenes.
- Sexo: es más habitual en mujeres.
- Presencia de las enfermedades sistémicas antes mencionadas.
Complicaciones
Aunque generalmente la epiescleritis tiene un buen pronóstico y no presenta complicaciones, en un pequeño porcentaje de casos puede derivar en una escleritis, una inflamación granulomatosa grave de la esclera que cursa con una sintomatología similar a la epiescleritis, aunque con un dolor más intenso, y puede llegar a comprometer la visión.
Asimismo, cuando la epiescleritis viene derivada de otras enfermedades, es habitual la recurrencia.
Prevención
No se han descrito formas para prevenir la epiescleritis. Sin embargo, especialmente si se padece alguna de las enfermedades sistémicas comúnmente subyacentes a la epiescleritis, es recomendable realizar revisiones oftalmológicas periódicas.
¿Qué médico trata la epiescleritis?
La epiescleritis se diagnostica y se trata en la unidad de oftalmología.
Diagnóstico
Tras la descripción de los síntomas y el estudio del historial del paciente, la epiescleritis se confirma mediante una exploración ocular, cuyo objetivo principal es realizar un diagnóstico diferencial con la escleritis. Generalmente, la observación de los síntomas que manifiesta el paciente es suficiente para ello pero, en ocasiones, puede recurrirse a la administración tópica de adrenalina o fenilefrina en la zona afectada. Si se trata de epiescleritis, se produce un blanqueo del área enrojecida que no ocurre en caso de ser escleritis.
Tratamiento
La epiescleritis suele desaparecer por sí sola en un plazo de una o dos semanas. Sin embargo, se pueden aplicar los siguientes tratamientos para reducir la inflamación, aliviar los síntomas y acortar el proceso de curación:
- Antiinflamatorios no esteroideos por vía oral.
- Corticoesteroides tópicos en forma de colirio.