Escoliosis
¿Cuáles son los diferentes tipos de escoliosis? Toda la información sobre sus síntomas y los tratamientos más eficaces.
Síntomas y causas
La escoliosis es una desviación lateral de la columna vertebral que suele detectarse en niños y adolescentes, por lo que se vigila periódicamente para comprobar si se produce un empeoramiento que pueda afectar a otros órganos durante el crecimiento. En muchos de los casos no es necesario un tratamiento, ya que se corrige por sí sola.
Existen dos tipos de escoliosis dependiendo de su naturaleza:
- Escoliosis estructural: los cambios en la columna son fijos y la curvatura no remite.
- Escoliosis no estructural: la desviación se ha producido por otra enfermedad y la deformidad se corrige cuando esta desaparece.
A pesar de que en ocasiones se saben con certeza los motivos por los que se ha producido la escoliosis, en la mayoría de los casos se desconoce su origen. Por lo tanto, los tratamientos se centran en mayor medida en corregir la situación que en tratar la causa subyacente.
Síntomas
El principal síntoma de la escoliosis es la desviación de la columna que, en su estado normal, es completamente recta cuando se ve desde atrás. Esta curvatura anormal hace que la espalda no sea simétrica y que la cadera, los omóplatos y los hombros no estén alineados.
Como consecuencia, se manifiestan otros síntomas como:
- Dolor de espalda, especialmente en los adultos.
- Contracturas musculares causadas por la postura o por un cambio en la posición habitual para evitar los dolores.
- Dificultad para respirar cuando la caja torácica se ve afectada.
Causas
No se conocen las causas de la escoliosis. En muchas ocasiones, esta malformación se produce durante el desarrollo del feto y se debe a factores genéticos hereditarios. Otras veces, la columna se desvía como consecuencia de otras afecciones como la distrofia muscular, la parálisis cerebral o irregularidades en la médula espinal.
Factores de riesgo
Existen algunos factores que aumentan el riesgo de padecer escoliosis o de que sus efectos sean más graves. Por ejemplo:
- La edad: esta enfermedad se manifiesta principalmente en niños y adolescentes.
- El sexo: la desviación de la columna se presenta de igual forma en niños y niñas, pero estas últimas tienen más probabilidades de que la situación empeore.
- Antecedentes familiares: es habitual que los padres transmitan esta alteración a sus hijos.
Complicaciones
Cuando la escoliosis es leve, se descartan las complicaciones y los afectados pueden llevar una vida normal en la mayoría de los casos. Sin embargo, si la curvatura aumenta, puede causar problemas adicionales como:
- Dificultad para respirar debido a la presión que la columna ejerce sobre los pulmones.
- Dolor crónico causado por las curvas, incluso cuando se han tratado y mejorado.
- Cambios en el aspecto físico como una mayor prominencia de las costillas o un desplazamiento lateral del tronco.
Prevención
A pesar de que normalmente no se puede prevenir, se pueden seguir algunas recomendaciones para que la escoliosis no empeore, como:
- Practicar ejercicio para fortalecer los músculos de la espalda.
- Vigilar la higiene postural.
- Acudir al fisioterapeuta para que ajuste los ejercicios a la evolución de la enfermedad.
- Evitar el uso de zapatos con tacón.
- Visitar al podólogo para mejorar la pisada.
¿Qué médico trata la escoliosis?
La escoliosis debe tratarse por un traumatólogo o cirujano ortopédico con el apoyo, para los procesos terapéuticos, de un neurocirujano o un especialista en medicina física y rehabilitación.
Diagnóstico
La escoliosis se suele detectar en las revisiones de pediatría, que son muy frecuentes cuando los niños son pequeños. Normalmente, el médico palpa la columna y observa la postura desde atrás en posición tanto erguida como inclinada hacia delante. Para confirmar las sospechas, se utilizan pruebas adicionales como:
- Radiografía: muestra el grado de curvatura.
- Ecografía: facilita conocer el estado de la columna, aunque es menos precisa. Se suele solicitar para evitar la exposición a la radiación, sobre todo en niños y adolescentes.
- Resonancia magnética: cuando se sospecha de la existencia de otras patologías, por ejemplo, una anomalía en la médula espinal.
Tratamiento
En función de la gravedad de la desviación, se utilizan aparatos ortopédicos o cirugía para tratar la escoliosis. Se recurre a una operación cuando el resto de opciones no han dado los resultados esperados. Las técnicas más utilizadas son:
- Ejercicios de rehabilitación: ayudan a reducir la curvatura y evitan que el problema aumente.
- Corsé o collarín: rectifican la posición y devuelven la columna a su posición inicial. Suelen ser eficaces cuando todavía se está creciendo y no se presenta una curvatura mayor de 40°.
- Varilla extensible: se coloca durante una cirugía junto a la columna y se debe corregir su longitud cada cierto tiempo en función del ritmo de crecimiento del niño.
- Fusión espinal: se unen dos o varias vértebras para que no se puedan mover de forma independiente y, por lo tanto, sea más difícil que la columna se curve.