Esguince
¿Qué es un esguince y cómo se trata? Todo sobre sus causas y sus síntomas.
Síntomas y causas
Un esguince es una lesión de las articulaciones que se produce por un desgarro en el tejido de un tendón, que no se rompe por completo. Como resultado, se origina dolor, inflamación y dificultad en el movimiento.
Los tipos de esguince más habituales son:
- Esguince de tobillo: es el más común. Suele producirse durante la práctica deportiva, por llevar calzado inapropiado o por pisar en superficies irregulares.
- Esguince de rodilla: es más complejo porque normalmente afecta a varios ligamentos, que se dañan por un movimiento inadecuado de la pierna.
- Esguince de muñeca: habitualmente, sucede cuando se apoya la mano inesperadamente para evitar una caída.
- Esguince cervical: también se conoce como «latigazo cervical» porque suele aparecer después de un movimiento brusco del cuello de adelante a atrás. Es normal que surja durante un accidente de tráfico.
- Esguince del dedo gordo del pie: es habitual en deportistas, ya que está ocasionado por un sobreesfuerzo al doblar el dedo hacia arriba cuando se comienza a correr.
No se trata de una afección grave, ya que no implica rotura, y suele resolverse con reposo y cuidados no agresivos.
Síntomas
Los síntomas de los esguinces son comunes, la única diferencia es que cada tipo se manifiesta en una articulación distinta. Entre los más destacados, se encuentran:
- Dolor agudo.
- Inflamación.
- Moratones.
- Dificultad para moverse.
Causas
Los esguinces están causados porque un ligamento se estira más de lo que puede soportar y, como consecuencia, se produce un desgarro.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de sufrir un esguince son:
- Practicar deporte habitualmente.
- Fatiga muscular.
- Presentar ligamentos laxos.
- No utilizar el equipo adecuado para cada deporte según las condiciones meteorológicas.
- Caminar o hacer ejercicio sobre hielo, nieve o superficies mojadas.
Complicaciones
Un esguince que no se trata adecuadamente puede acarrear inestabilidad y dolor crónicos, y una mayor predisposición a sufrir un nuevo esguince o artritis articular.
Prevención
La mejor forma de prevenir los esguinces es calentar antes de practicar deporte y hacer estiramientos después. Además, se aconseja caminar con cuidado en condiciones meteorológicas extremas, utilizar los dispositivos de seguridad obligatorios durante la conducción y adoptar posiciones ergonómicas cuando se viaja en coche.
¿Qué médico trata los esguinces?
Los esguinces se diagnostican y tratan en la consulta de traumatología y cirugía ortopédica, medicina de la educación física y el deporte, medicina complementaria, pediatría y sus áreas específicas y medicina general.
Diagnóstico
El diagnóstico del esguince es clínico, ya que basta con analizar los síntomas y examinar la zona afectada para confirmarlo. Cuando es preciso conocer el estado de los tendones, los músculos y los huesos de la articulación, se solicita una radiografía o una resonancia magnética.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, los esguinces mejoran pasado un tiempo, sobre todo si se hace reposo. Para calmar el dolor y reducir la inflamación, la medicación analgésica y antiinflamatoria es muy eficaz. Además, aplicar frío, comprimir la articulación dañada y mantenerla elevada favorecen la recuperación. Es indispensable mantener un tiempo de reposo adecuado para favorecer la cicatrización de los ligamentos y evitar los "esguinces mal curados".