Hernia de hiato

¿Se puede curar la hernia de Hiato? Información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de esta afección.

Síntomas y causas

La hernia de hiato se produce cuando una parte del estómago asciende hacia el toráx a través del hiato, que es la abertura existente en el diafragma para que el esófago llegue hasta el estómago. Puede presentarse a cualquier edad, aunque es más habitual que la musculatura del orificio se relaje a partir de los 50 años.

Atendiendo a sus características, la hernia hiatal se clasifica en dos tipos:

  • Hernia de hiato deslizante: es la más frecuente. Además del estómago, el esfínter esofágico inferior (LES) también se mueve hacia la cavidad torácica.
  • Hernia de hiato paraesofágica: el hiato se mantiene en su sitio mientras una porción de la parte superior del estómago se coloca al mismo nivel que el esófago.

Si la hernia de hiato es pequeña, no suele presentar síntomas y pasa desapercibida a no ser que se detecte mientras se realizan pruebas para diagnosticar otra patología. Sin embargo, cuando es de mayor tamaño puede producir síntomas graves que requieren atención médica especializada.

Síntomas

En aquellas ocasiones en que la hernia de hiato manifiesta síntomas, se caracteriza por:

  • Acidez de estómago.
  • Pirosis: quemazón y ardor en el esófago. En ocasiones, también en la garganta.
  • Regurgitación y reflujo: tanto los líquidos y los alimentos que se han tragado como el ácido gástrico retroceden hacia el esófago.
  • Dificultad para tragar.
  • Dolor abdominal.
  • Dificultad para respirar.
  • Carraspera.
  • Sensación de saciedad a pesar de no haber comido en exceso.
  • Con menor frecuencia, hemorragia del revestimiento interno de la hernia que se detecta por vómitos con sangre o heces oscuras.

Causas

La debilidad del diafragma es la causa de la hernia de hiato. Aunque todavía no se ha descubierto por qué sucede, se cree que influyen los siguientes factores:

  • Deterioro de los tejidos con el paso del tiempo.
  • Traumatismos o cirugías abdominales.
  • Excesiva presión en el músculo de forma constante para toser, levantar objetos pesados, vomitar o defecar.
  • Tener un hiato más grande de lo normal.

Factores de riesgo

Las probabilidades de padecer una hernia de hiato aumentan en los siguientes casos:

  • Tener más de 50 años.
  • Ser obeso.
  • Estar embarazada, ya que se aumenta de peso y se comprime el diafragma.

Complicaciones

La principal complicación de la hernia de hiato es el reflujo gastroesofágico, que puede derivar en:

  • Esofagitis: inflamación de las capas internas del esófago por un exceso de ácido.
  • Esófago de Barrett: cambios en la mucosa del esófago, que presenta características estomacales o intestinales.
  • Cáncer de esófago.

Prevención

La hernia hiatal no se puede prevenir, pero sí se pueden tomar algunas medidas para minimizar los síntomas:

  • Evitar las comidas abundantes.
  • Reducir el consumo de grasas.
  • No beber alcohol.
  • Mantener un peso adecuado.
  • No fumar.
  • Evitar agacharse o tumbarse después de comer.
  • Elevar la cabecera de la cama para que el tronco permanezca ligeramente levantado al acostarse.

¿Qué médico trata la hernia de hiato?

Los especialistas en aparato digestivo y los médicos generalistas diagnostican y tratan la hernia de hiato.

Diagnóstico

La hernia de hiato se diagnostica estudiando los síntomas y los hábitos de vida del paciente. Para confirmarla y determinar su tamaño, se llevan a cabo pruebas como:

  • Radiografías: para comprobar cómo se produce el paso de los alimentos y los líquidos del esófago al estómago y valorar si hay reflujo.
  • Gastroscopia: mediante un tubo con una cámara de vídeo que se introduce a través de la boca, se obtienen imágenes del interior del esófago y el estómago. Esta técnica detecta la esofagitis y se utiliza para tomar muestras para biopsiar posibles lesiones.
  • Manometría esofágica: estudia el movimiento del esófago al tragar líquidos.
  • pHmetría: se introduce una sonda por la nariz para comprobar el pH tanto del esófago como del estómago y valorar la intensidad del reflujo.

Tratamiento

El tratamiento de la hernia de hiato varía dependiendo de su tamaño. En los casos leves, basta con seguir las recomendaciones citadas para la prevención de los síntomas. Cuando la hernia de hiato es más grave, se opta por:

  • Tratamiento farmacológico:
    • Antiácidos para neutralizar la acidez del estómago.
    • Antisecretores para evitar la producción de ácidos estomacales.
    • Procinéticos para aumentar el tono muscular del esfínter esofágico.
  • Cirugía: es el último recurso, cuando no se responde adecuadamente a los medicamentos y a los cambios de hábitos. Normalmente, se realiza mediante una laparoscopia en la que se repara la hernia y se coloca el estómago en su lugar, debajo del diafragma.
¿Quieres una cita con un profesional?