Manometría

La manometría, que puede ser esofágica o anorrectal, es una prueba que se utiliza para conocer el estado de movilidad de los músculos que componen el aparato digestivo.

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Descripción General

La manometría es un procedimiento mediante el que se mide la presión en las distintas partes del aparato digestivo. Su objetivo es diagnosticar trastornos de motilidad, es decir, que afectan a la forma en que los alimentos se desplazan desde la boca hasta el ano pasando por todo el tubo digestivo.

En este procedimiento, se utiliza un catéter con transductores de presión en estado sólido o líquido. Estos dispositivos son capaces de convertir la presión ejercida por los esfínteres y los músculos en una señal eléctrica que registra la actividad digestiva. Dependiendo de la zona que se vaya a estudiar, la manometría se divide en dos tipos:

  • Manometría esofágica: evalúa el estado del tracto digestivo superior, para lo que se introduce la sonda por la nariz y se desliza por el esófago hasta el estómago. Con esta prueba se estudian los movimientos del esófago y del esfínter esofágico (superior e inferior).
  • Manometría rectal o anorrectal: registra los movimientos musculares del tracto digestivo inferior para comprobar la sensibilidad rectal, los reflejos rectoanales y la capacidad expulsiva (defecación). Para ello, el catéter se desliza a través del ano para recorrer el recto hasta llegar al intestino grueso.

Además de diagnosticar alteraciones en el funcionamiento muscular, la manometría digestiva se utiliza para comprobar la eficacia de determinados tratamientos.

¿Cuándo está indicada?

La manometría se lleva a cabo para descartar o detectar enfermedades del esófago, el estómago, el duodeno, la válvula que regula el flujo de bilis del páncreas (esfínter de Oddi), el recto y el ano en pacientes sin lesiones estructurales. Suele estar indicada en pacientes que presentan:

  • Regurgitación.
  • Reflujo gastroesofágico.
  • Incontinencia fecal.
  • Estreñimiento.
  • Disfagia (dificultad para tragar).
  • Dolor torácico.
  • Acalasia (cuando los músculos del esófago no se relajan bien)

¿Cómo se realiza?

El procedimiento varía dependiendo del tipo de manometría que se realice:

  • Manometría esofágica: después de administrar anestesia local en la nariz y la garganta, se introduce el catéter por la fosa nasal y se desliza suavemente por la garganta y el esófago. Después, el paciente se tumba boca arriba y permanece quieto siguiendo las instrucciones puntuales del especialista, como tragar, beber pequeños sorbos de agua o respirar lentamente. Una vez registradas todas las mediciones necesarias, se extrae de nuevo la sonda.
  • Manometría anorrectal: con el paciente tumbado de lado, se introduce por el ano una sonda con un balón desinflado en la punta. Normalmente, se impregna con un lubricante que también contiene anestesia tópica. Una vez que ha recorrido alrededor de 10 centímetros por el recto, se hincha el globo para comprobar la reacción de la musculatura. Finalmente, se retira el catéter.

Los datos se representan en forma de gráficos en un ordenador y deben ser interpretados por un especialista.

Riesgos

La manometría es una prueba segura que no supone un riesgo para la salud. En raras ocasiones se pueden presentar efectos secundarios como sangrado nasal o rectal, dolor de garganta o perforación del recto.

Qué esperar de una manometría

Antes del procedimiento, hay que firmar un consentimiento informado. Se recomienda acudir con ropa cómoda, ya que el centro médico proporciona una bata para vestir durante el transcurso de la prueba. La manometría es una prueba ambulatoria tras la que se puede retomar la rutina de forma inmediata.

Cuando se introduce la sonda por la nariz, no se manifiesta dificultad para respirar, pero es habitual que se sientan arcadas o picor en la garganta. Algunos pacientes sienten los ojos llorosos. En ningún caso se siente dolor durante el proceso, aunque en las horas posteriores pueden aparecer molestias en la garganta o congestión nasal. La manometría esofágica dura unos 30 minutos.

El procedimiento anal no es doloroso. Es normal sentir ganas de defecar cuando se introduce la sonda por el recto. Este procedimiento dura alrededor de 20 minutos.

Los resultados suelen estar disponibles en uno o dos días.

Especialidades en las que se solicita una manometría

La manometría es una prueba que se lleva a cabo en la especialidad de aparato digestivo.

Cómo prepararse

El día de la manometría esofágica es necesario acudir en ayunas, tanto de sólidos como de líquidos, de 6 a 8 horas antes. Aquellos pacientes que toman medicación, deben consultar al especialista, que indicará si puede tomarse con un poco de agua o si debe suspenderse el tratamiento.

Para las manometrías rectales no se necesita hacer una preparación especial, aunque puede ser preciso administrar un enema la noche anterior a la prueba.