Hidrocele testicular
¿Qué es el hidrocele? Información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos más eficaces para la acumulación de líquido en los testículos.
Síntomas y causas
El hidrocele testicular es la inflamación del escroto, que es la bolsa que recubre a los testículos, debido a la acumulación de líquido entre las dos capas que la conforman (la parietal y la visceral).
Dependiendo de su origen, se divide en dos tipos:
- Hidrocele congénito: se produce antes del nacimiento, durante la formación del escroto y los testículos. Es habitual que lo presenten los recién nacidos y desaparezca por sí solo antes de que cumplan un año.
- Hidrocele adquirido: se presenta en niños de mayor edad o en adultos y suele ser la consecuencia de un traumatismo o una enfermedad subyacente. Para repararlo, es precisa una intervención quirúrgica.
Síntomas
El signo más característico del hidrocele y, en muchas ocasiones, el único, es la hinchazón sin dolor de la bolsa escrotal de uno (hidrocele unilateral) o de los dos testículos (hidrocele bilateral). Cuando aumenta la inflamación, puede producir dolor debido al aumento del peso de la bolsa escrotal.
Causas
El hidrocele testicular puede manifestarse por dos causas diferentes:
- Hidrocele comunicante: es la consecuencia del cierre incompleto del tejido que envuelve los testículos (túnica vaginal), por lo que el líquido presente en el abdomen puede entrar y salir del escroto. Este es el motivo por el que la inflamación puede tener un tamaño variable.
- Hidrocele no comunicante: está causado por un exceso de producción de líquido o por una carencia en su reabsorción. Es habitual que los traumatismos, las infecciones, los tumores o la torsión testicular provoquen la inflamación.
Factores de riesgo
La probabilidad de padecer un hidrocele testicular aumenta en los siguientes casos:
- Bebés prematuros nacidos antes de la semana 37 de gestación.
- Lesión en el escroto.
- Infección testicular.
- Hidrocele previo.
- Cirugía en los testículos o el escroto.
Complicaciones
El hidrocele testicular por sí mismo no suele causar complicaciones. En los casos en que la situación se agrava, se debe a un empeoramiento de la patología que lo causa.
Prevención
El hidrocele congénito no se puede prevenir. Para reducir el riesgo de desarrollar un hidrocele adquirido se recomienda:
- Proteger los testículos de los impactos, especialmente cuando se practican deportes como la equitación o el béisbol.
- Utilizar preservativos para evitar las infecciones de transmisión sexual.
¿Qué médico trata el hidrocele testicular?
El hidrocele testicular se diagnostica y trata por especialistas en Cirugía Pediátrica y Urología.
Diagnóstico
El diagnóstico del hidrocele testicular se lleva a cabo mediante una exploración física en la que se observa el estado del escroto y se palpa la zona para detectar dolor o la presencia de una hernia.
Para apoyar el diagnóstico o definir las causas, se realizan pruebas adicionales:
- Análisis de sangre: para comprobar si hay una infección.
- Transiluminación del escroto: es una prueba diagnóstica que consiste en la aplicación de una fuente de luz detrás de la bolsa escrotal para alumbrarla. Cuando hay una hidrocele testicular, el escroto se ilumina porque está lleno de líquido transparente.
- Ecografía: para descartar o confirmar la presencia de un tumor, una torsión o una hernia.
Tratamiento
El hidrocele no comunicante no precisa de un tratamiento específico, ya que suele desaparecer por sí mismo.
Para corregir el hidrocele comunicante, se recurre a una cirugía llamada hidrocelectomía. Esta operación consiste en la extracción de la comunicación entre el escroto y la cavidad abdominal accediendo por la región inguinal y aplicando una sutura reabsorbible.