Hiperplasia benigna de próstata

¿Qué problemas causa una próstata grande? Todo sobre las causas, los síntomas y los tratamientos más eficaces de la hiperplasia benigna de próstata.

Síntomas y causas

La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es el agrandamiento de la glándula prostática, encargada de producir el semen, debido al envejecimiento. Esta enfermedad no es de naturaleza cancerosa ni padecerla aumenta las probabilidades de desarrollar un tumor maligno.

Dependiendo del crecimiento de la glándula, que tiene un volumen de 20 centímetros cúbicos en su estado normal, se habla de cuatro grados de hiperplasia benigna de próstata:

  • Grado I: alcanza los 40 cm3, es decir, el doble de su tamaño.
  • Grado II: el volumen es tres veces más grande que el habitual.
  • Grado III: las dimensiones son cuatro veces mayores de lo normal.
  • Grado IV: es tan grande que no se pueden determinar sus límites.

A partir de los 50 años se comienzan a notar los efectos de tener una próstata agrandada. Como está ubicada debajo de la vejiga y la atraviesa la uretra, su excesivo tamaño suele ser el causante de la mayoría de las molestias urinarias de los hombres de edad avanzada.

Síntomas

Los síntomas más destacados de la hiperplasia benigna de próstata son:

  • Poca fuerza en la micción.
  • Orinar frecuentemente.
  • Dificultad para empezar a orinar.
  • Goteo tras la micción.
  • Sensación de que la vejiga no se vacía por completo.

Causas

Se desconocen los motivos por los que la próstata crece durante toda la vida, aunque algunos estudios apuntan a que se debe a desequilibrios hormonales causados por la edad.

Factores de riesgo

El principal factor de riesgo de la hiperplasia benigna de próstata es el envejecimiento. También hay más posibilidades de que esta glándula crezca en exceso si se tienen antecedentes familiares, obesidad o diabetes.

Complicaciones

Cuando no se trata a tiempo, la próstata grande puede provocar imposibilidad para miccionar, retención de orina, facilidad para contraer infecciones urinarias, insuficiencia renal o cálculos vesicales.

Prevención

No es posible prevenir la hiperplasia benigna de próstata, pero conviene seguir las recomendaciones de los médicos para cuidar la salud prostática. Las más destacadas son:

  • Hacer ejercicio de forma regular.
  • Evitar el sobrepeso.
  • Llevar una dieta equilibrada y rica en alimentos antiinflamatorios.
  • Acudir a las revisiones urológicas todos los años.

¿Qué médico trata la hiperplasia benigna de próstata?

Los especialistas en urología diagnostican y tratan la hiperplasia benigna de próstata.

Diagnóstico

Para diagnosticar la hiperplasia benigna de próstata se sigue un protocolo que incluye la realización de distintas pruebas que faciliten toda la información necesaria para encontrar el tratamiento más adecuado para cada caso. Las técnicas habituales son:

  • Estudio de la historia clínica y de los síntomas.
  • Tacto rectal para comprobar si la próstata es más grande de lo normal.
  • Análisis de sangre para determinar si los niveles de PSA (Prostate Specific Antigen) son excesivamente altos.
  • Ecografía para determinar el tamaño de la próstata con exactitud y comprobar el funcionamiento de la vejiga.
  • Flujometría o Micciometría para medir la cantidad y la velocidad del flujo de orina.
  • Cistoscopia para comprobar si la uretra se estrecha al atravesar la próstata.

Tratamiento

Las características de cada paciente y el grado en que se encuentra la enfermedad determinan el tipo de tratamiento más adecuado. Algunos de los más eficaces son:

  • Medicamentos alfabloqueadores: relajan los músculos de la vejiga y la uretra para aumentar el caudal de orina.
  • Fármacos inhibidores de la 5-alfa-reductasa: frenan la producción de las enzimas que intervienen en el crecimiento de la próstata.
  • Cirugía de próstata: se recurre a la cirugía cuando el organismo no responde adecuadamente a la medicación o se padecen otras enfermedades urinarias. Las intervenciones más habituales son:
    • Embolización prostática: se bloquea el flujo sanguíneo en determinadas zonas cercanas a la próstata para reducir su tamaño.
    • Fotovaporización prostática: se utiliza el láser para realizar una ablación en el tejido de la próstata que bloquea la salida de la orina.
    • Rezum: se inyecta vapor de agua en los tejidos que causan la obstrucción con la ayuda de un catéter que se introduce por la uretra.
    • Prostatectomía: intervención quirúrgica mediante la que se extirpa la próstata por completo o parte de ella. Puede realizarse mediante endoscopia o con cirugía abierta.
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