Lesión cerebral

¿Cuáles son las consecuencias del daño cerebral? Toda la información sobre las causas, los síntomas y el tratamiento de las lesiones cerebrales.

Síntomas y causas

Se denomina lesión cerebral a todo aquel daño causado en el cerebro, que provoca destrucción o degeneración de las células cerebrales. Cuando la lesión es producida por un traumatismo, es decir, por un impacto mecánico externo, se habla de lesión cerebral traumática o traumatismo craneoencefálico. Las lesiones cerebrales afectan en mayor o menor medida a la función cerebral. Presentan un amplio espectro de síntomas y consecuencias, pudiendo ser leves y de duración temporal, causar daños permanentes o llegar a provocar la muerte.

En función de cómo se produzca la lesión, se distinguen dos tipos principales de lesión cerebral traumática:

  • Lesión cerebral cerrada o contundente: el cráneo no se agrieta ni se fractura.
  • Lesión cerebral abierta o penetrante: el cráneo es perforado por un objeto que puede perforar a su vez el cerebro.

Dentro de las lesiones cerebrales traumáticas más frecuentes se encuentran las siguientes:

  • Hematoma epidural: acumulación de sangre entre el cráneo y la capa externa de tejido que cubre el encéfalo (duramadre).
  • Hematoma subdural: la sangre se acumula entre la capa externa y la capa media (aracnoides).
  • Hemorragia subaracnoidea: sangrado incontrolado en el espacio entre la aracnoides y la capa interna (piamadre).
  • Contusión cerebral: hematoma en los tejidos cerebrales. Generalmente, se presenta con edema (inflamación).
  • Conmoción cerebral: choque del cerebro contra el cráneo debido al impacto. Es el tipo de lesión cerebral traumática más común y suele ser de carácter leve.
  • Fractura del cráneo: rotura del hueso craneal.
  • Lesión axonal difusa: rotura difusa y generalizada de las fibras axonales y las vainas de mielina de las neuronas.
  • Laceración cerebral: perforación del cerebro.
  • Hidrocefalia: acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cráneo.

Síntomas

La sintomatología de una lesión cerebral depende de la gravedad de la misma. Los síntomas pueden aparecer inmediatamente después del traumatismo o días después, y pueden persistir por un periodo extenso de tiempo.

  • Síntomas de lesión cerebral leve:
    • Dolor de cabeza.
    • Confusión o aturdimiento.
    • Mareo y vértigos.
    • Náuseas y vómitos.
    • Visión borrosa.
    • Zumbido en los oídos.
    • Sensibilidad a la luz o al sonido.
    • Pérdida breve del conocimiento.
    • Problemas de concentración o memoria.
    • Fatiga y somnolencia.
  • Síntomas de lesión cerebral moderada a grave: a los síntomas anteriores, se añaden los siguientes:
    • Pérdida del conocimiento duradera.
    • Dolor de cabeza constante o que empeora.
    • Vómitos recurrentes.
    • Convulsiones.
    • Pupilas dilatadas.
    • Secreción ocular o nasal.
    • Somnolencia extrema.
    • Debilidad o entumecimiento de los dedos.
    • Problemas con el habla.
    • Pérdida de la coordinación.
    • Confusión o desorientación notables.
    • Alteraciones en el comportamiento.
    • Coma.

Causas

Los traumatismos cerebrales cerrados se producen principalmente por golpes directos con objetos o por caídas, especialmente en niños y personas mayores. Asimismo, son lesiones frecuentes en accidentes de tráfico o en deportes extremos y de alto impacto, particularmente en adultos jóvenes. Los traumatismos cerebrales penetrantes, por su parte, suelen deberse a heridas por arma blanca o de fuego o a perforaciones causadas por un fragmento de hueso.

Factores de riesgo

Las probabilidades de sufrir una lesión cerebral traumática aumentan en estos supuestos:

  • Edad: más frecuentes en niños menores de cuatro años, adultos jóvenes de entre 15 y 25 años y adultos mayores de 60.
  • Sexo: es más habitual en hombres.
  • Práctica de deportes de riesgo.
  • Conducción temeraria.
  • Sufrir ataques o agresiones.
  • Personal militar expuesto a estallidos de explosivos.

Complicaciones

Una lesión cerebral traumática puede causar una importante alteración del estado de conciencia, que puede ir desde el coma temporal hasta el estado vegetativo permanente o la muerte cerebral, una condición irreversible. Cuando se producen daños en los vasos sanguíneos cerebrales, es posible que se provoque un accidente cerebrovascular isquémico por la formación de coágulos que obstruyen el flujo sanguíneo al cerebro, causando la muerte neuronal de forma inmediata. Esto puede dañar severamente al cerebro e incluso resultar mortal. Asimismo, los traumatismos penetrantes favorecen el ingreso de bacterias al cerebro, pudiendo causar infecciones graves, como la meningitis.

Otra consecuencia habitual del traumatismo cerebral es el aumento de la presión intracraneal por acumulación de líquido cefalorraquídeo, sangrado o inflamación. La presión puede dañar permanentemente el cerebro o la médula espinal o llegar a provocar la muerte. Además, si el traumatismo ha dañado los nervios craneales, que surgen directamente del cerebro, se pueden producir trastornos neurológicos graves, como parálisis facial, problemas para tragar, pérdida o alteración del sentido del gusto y el olfato o problemas de visión y audición.

Respecto a las secuelas cognitivas, es posible desarrollar alteraciones en las habilidades intelectuales y manifestar problemas de aprendizaje, memoria, razonamiento, concentración o comprensión, además de dificultades para leer, escribir o comunicarse. También se pueden presentar alteraciones en el comportamiento y la conducta, como impulsividad, agresividad, insomnio o depresión, entre otras.

Prevención

La prevención de las lesiones cerebrales traumáticas pasa por intentar evitar accidentes:

  • Conducir con precaución, utilizando siempre cinturón de seguridad y airbags.
  • No conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas.
  • Utilizar casco cuando se practiquen deportes de riesgo o propensos a caídas.
  • Reducir el riesgo de caídas evitando superficies deslizantes, utilizando pasamanos en las escaleras, caminar prestando atención al suelo y a los alrededores, etc.

¿Qué médico trata las lesiones cerebrales?

Las lesiones cerebrales traumáticas son tratadas por los especialistas en unidad de tráficos, neurología y neurocirugía.

Diagnóstico

Para confirmar el tipo de lesión cerebral y su gravedad se realizan las siguientes pruebas diagnósticas:

  • Evaluación neurológica: se examina la respuesta ocular, verbal y motora. Esta evaluación se realiza varias veces, con un intervalo máximo de una hora, para evaluar el avance de la lesión. Los resultados establecen el nivel de gravedad en función de la denominada escala de coma de Glasgow, que otorga una puntuación según la respuesta del paciente a las pruebas.
  • Exploración clínica: se miden la presión arterial, la temperatura y la frecuencia cardiaca.
  • Tomografía computarizada cerebral: se obtienen una serie de radiografías de precisión donde se pueden apreciar signos de hemorragia, coágulos, hematomas, fracturas craneales o inflamación del tejido cerebral.
  • Resonancia magnética cerebral: las imágenes tomadas mediante radiofrecuencia y campos magnéticos son más sensibles para el diagnóstico de conmociones leves, daño axonal difuso, hematomas pequeños y daños en el tronco encefálico.

Tratamiento

El tratamiento de las lesiones cerebrales traumáticas depende de su gravedad:

  • Lesión cerebral traumática leve:
    • Reposo, con limitación de las actividades físicas y mentales.
    • Analgésicos para el dolor de cabeza.
    • Seguimiento médico para controlar síntomas nuevos o que empeoran.
  • Lesión cerebral traumática moderada o grave:
    • Tratamiento de urgencia con intubación y monitorización, para mantener los niveles adecuados de ventilación, oxigenación, perfusión y presión arterial. Puede ser necesaria una transfusión de sangre o ventilación mecánica.
    • Tratamiento farmacológico:
      • Anticonvulsivos, si el paciente presenta convulsiones.
      • Medicamentos para inducir el coma, si los vasos sanguíneos no pueden suministrar el flujo sanguíneo necesario al cerebro.
      • Diuréticos: favorecen la eliminación de líquidos y ayudan a reducir la presión intracraneal.
    • Tratamiento quirúrgico:
      • Craniectomía descompresiva: drenaje del líquido cefalorraquídeo mediante una abertura en el cráneo para aliviar la presión.
      • Reparación de fractura craneal o retirada de fragmentos de hueso.
      • Extirpación de coágulos o hematomas.
    • Rehabilitación: si el daño neurológico persiste, es necesario aplicar diferentes terapias para facilitar la recuperación de las funciones cognitivas y motoras. Puede incluir fisioterapia, terapia ocupacional y cognitiva, logopedia, terapia psicológica y apoyo emocional.
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