Resonancia magnética cerebral

Una resonancia magnética cerebral es una prueba diagnóstica no invasiva que utiliza ondas de radiofrecuencia y un campo electromagnético para obtener imágenes de los tejidos del cerebro y los nervios.

Resonancia magnética cerebralResonancia magnética cerebral

Descripción General

La resonancia magnética (RM) cerebral es una prueba no invasiva que proporciona imágenes del cerebro, el tronco encefálico y los tejidos que lo rodean. Esta prueba no utiliza radiación ionizante, por lo que es inocua para el organismo.

Las imágenes se obtienen mediante la combinación de un campo electromagnético y ondas de radiofrecuencia que provocan el movimiento de las moléculas de protones del organismo (átomos de hidrógeno). Una computadora representa los cambios de energía en forma de fotografías transversales que, al combinarse entre sí, proporcionan una visión del cerebro en tres dimensiones.

Existen dos tipos de RM cerebral dependiendo del dispositivo que se utilice:

  • Resonancia cerrada: se utiliza un aparato en forma de tubo con aproximadamente 70 centímetros de diámetro en el que se introduce la camilla donde el paciente está tumbado. Es la más eficaz, ya que permite generar un campo electromagnético de potencia muy alta.
  • Resonancia abierta: consta de dos planchas colocadas una enfrente de otra, separadas por unos 180 centímetros. Es la opción utilizada cuando el paciente tiene claustrofobia, pero los resultados son menos detallados porque resulta más difícil crear el campo electromagnético.

La resonancia magnética cerebral es un procedimiento principalmente diagnóstico, aunque también se utiliza para comprobar el efecto de determinados tratamientos.

¿Cuándo está indicada?

Una RM cerebral es la prueba indicada para observar con detalle los tejidos del cerebro y los nervios. Se suele utilizar para encontrar las causas de:

  • Dolores de cabeza recurrentes.
  • Convulsiones.
  • Demencia.
  • Debilidad, hormigueo o entumecimiento de los músculos.
  • Alteraciones de la visión.
  • Dificultad para hablar.
  • Pérdida de audición.
  • Cambios en el comportamiento.

El estudio de las imágenes obtenidas mediante una resonancia magnética del cerebro ayuda a detectar trastornos como:

  • Quistes y tumores.
  • Aneurisma (abombamiento de las paredes de un vaso sanguíneo).
  • Sangrado o formación de hematomas en el tejido cerebral, subaracnoideo, subdural o epidural.
  • Infecciones.
  • Anomalías congénitas.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Esclerosis múltiple.
  • Hidrocefalia (acumulación de líquido en los ventrículos).
  • Daño cerebral por traumatismo.
  • Cambios asociados al envejecimiento, como la pérdida de volumen cerebral.

¿Cómo se realiza?

La resonancia magnética cerebral se hace con el paciente tumbado en una camilla que se introduce dentro del tubo de la máquina. Este aparato genera un campo electromagnético que provoca la alineación de los protones del organismo y que, al emitir las ondas de radiofrecuencia, intentan huir de esta fuerza. La energía que liberan y el tiempo que tardan en recuperar la posición original cuando cesa la emisión de las ondas es diferente en cada molécula, que aparece representada en las imágenes en un tono diferente.

En ocasiones, se hacen resonancias magnéticas con contraste para tener imágenes más detalladas. Esta sustancia, compuesta principalmente por gadolinio, se absorbe en mayor medida por unos tejidos (por ejemplo, los cancerosos), por lo que se perciben más nítidos.

Riesgos

La resonancia magnética cerebral es una prueba que no supone riesgos para los pacientes. Aun así, está contraindicada en personas con implantes metálicos, como marcapasos o prótesis.

El contraste puede provocar una reacción alérgica leve que suele manifestarse en forma de picor, sensación de calor o náuseas, pero no es habitual.

Qué esperar de una resonancia magnética cerebral

Antes de la prueba, se debe firmar un consentimiento informado. Además, el paciente se viste con la bata del hospital y se quita los elementos metálicos. Suele ser necesario retirar el maquillaje porque algunos componentes de los cosméticos tienen partículas metálicas.

Tumbado en la camilla, se pone una vía en una vena periférica para inyectar el contraste si es necesario. Además, se colocan tapones en los oídos para mitigar el ruido que emite la máquina al girar alrededor del paciente para generar el campo electromagnético. A pesar de llevarlos puestos, es normal oír golpes durante el procedimiento.

Los especialistas salen de la sala, aunque el paciente permanece vigilado a través de las cámaras en todo momento. Además, un micrófono ubicado en el interior del tubo permite la comunicación por si hay algún contratiempo. Para que las imágenes sean nítidas, hay que intentar estar lo más quieto posible durante los 30 o 60 minutos que dura la prueba. Por este motivo, se suele administrar anestesia a los pacientes pediátricos.

Especialidades en las que se solicita la RM cerebral

La resonancia magnética cerebral se solicita por los especialistas en oncología, neurología o neurología pediátricaNeurología PediátricaNeurología y los radiólogos la llevan a cabo.

Cómo prepararse

Se recomienda acudir a una resonancia magnética cerebral con ropa cómoda y sin elementos metálicos ni maquillaje.

Solamente hay que hacer ayuno si se va a utilizar sedación porque el paciente no sea capaz de estarse quieto durante el tiempo que dura el procedimiento.