Meningioma
Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos más eficaces de los quistes benignos en las meninges.
Síntomas y causas
El meningioma es un tipo de tumor que crece en las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. La mayoria son benignos de crecimiento lento que pueden provocar daños en el cerebro debido a la presión que ejerce sobre los tejidos, los nervios y los vasos sanguíneos.
Existen distintos tipos de meningiomas dependiendo de su nivel de gravedad:
- Meningioma benigno (grado I): es el más frecuente. Crece lentamente y su naturaleza no es cancerosa.
- Meningioma calcificado: es un tipo de quiste benigno que tiene depósitos de calcio en su interior, algo que indica que su crecimiento es muy lento o que se ha detenido.
- Meningioma atípico (grado II): es benigno, de crecimiento rápido y con probabilidades altas de que vuelva a aparecer aunque se extirpe.
- Meningioma anaplásico (grado III): no hay diferenciación celular, por lo que es más agresivo y se considera maligno.
Aunque pueden surgir en cualquier zona cubierta por las meninges, el meningioma suele aparecer en la bóveda craneal, que es la superficie externa de forma convexa, o en la base del cráneo.
El pronóstico del meningioma es variable, ya que depende de la forma en que evoluciona. Su crecimiento suele ser lento, por lo que el tratamiento inicial es vigilarlo periódicamente para evitar complicaciones.
Síntomas
El meningioma puede ser asintomático durante mucho tiempo, incluso años, ya que crece muy despacio. Cuando se manifiestan, los síntomas varían en función de la zona en la que se desarrollen:
- Convexidad cerebral:
- Crisis epilépticas.
- Déficit cognitivo: dificultades del lenguaje, problemas para tomar decisiones, falta de memoria.
- Hipertensión intracraneal.
- Base del cráneo:
- Cambios visuales: visión borrosa o doble (diplopía).
- Pérdida de visión.
- Dificultad para mover los músculos del ojo.
- Exoftalmos: protrusión del globo ocular.
- Alteración de la marcha.
- Descoordinación en el movimiento de las extremidades.
- Debilidad en los brazos y las piernas.
- Parálisis facial.
- Vértigo.
- Tinnitus: zumbido en los oídos.
- Pérdida de audición.
- Disfagia: dificultad para tragar.
- Disartria: problemas para articular las palabras.
- Nistagmo: movimiento involuntario de los ojos.
- Entumecimiento facial o pérdida de sensibilidad al tacto.
- Convulsiones.
- Cefaleas.
- Signo de Lhermitte: sensación de que una descarga eléctrica recorre la columna vertebral cuando se dobla el cuello.
- Otras zonas:
- Anosmia: pérdida de olfato.
- Hidrocefalia: acumulación de líquido en el cerebro.
Causas
El meningioma se forma cuando las células de las meninges mutan y comienzan a crecer sin control, pero se desconocen las causas por las que se desencadena este proceso.
Factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de padecer un meningioma son:
- Exposición a la radiación en la infancia.
- Tratamientos con radioterapia en la cabeza.
- Sexo femenino: estos quistes son más frecuentes en las mujeres, por lo que se cree que las hormonas juegan un papel relevante en su desarrollo.
- Edad avanzada: como son de crecimiento lento, los meningiomas se suelen detectar en personas mayores.
- Neurofibromatosis tipo 2: trastorno genético hereditario que favorece la formación de tumores benignos en el cerebro y la columna vertebral.
- Antecedentes familiares.
- Obesidad: se ha detectado que los meningiomas aparecen más frecuentemente en personas con exceso de peso, pero no se conocen los motivos.
Complicaciones
Las complicaciones más destacadas de un meningioma que no se trata adecuadamente o que crece en exceso son:
- Cambios en la personalidad.
- Problemas de concentración.
- Discapacidad grave.
Prevención
Los meningiomas no se pueden prevenir.
¿Qué médico trata el meningioma?
El meningioma se diagnostica en la consulta de neurología y se trata en la especialidad de neurocirugía.
Diagnóstico
El diagnóstico de un meningioma se confirma mediante las siguientes pruebas:
- Tomografía computarizada (TC): se administra una sustancia de contraste con yodo para detectar más fácilmente el tumor, que se presenta en tonos más brillantes debido a su densidad.
- Resonancia magnética: se obtienen imágenes detalladas de las estructuras cerebrales y, por lo tanto, del quiste. Sirve para conocer su localización y determinar su tamaño.
- Biopsia: se lleva a cabo cuando hay sospechas de que pueda tratarse de un tumor canceroso. Para ello, se toma una muestra de tejido del quiste, al que se accede practicando un orificio de tamaño pequeño en el cráneo.
Tratamiento
El tratamiento de un meningioma varía dependiendo de su localización, su velocidad de crecimiento y sus características, además de la edad y estado de salud del paciente. Los más frecuentes son:
- Exploraciones periódicas: cuando no provoca síntomas y crece muy lentamente, no se aplica ningún tratamiento. Simplemente, se programan revisiones periódicas para controlar la evolución y prevenir complicaciones.
- Extirpación quirúrgica: si es posible, se extrae el quiste por completo. No obstante, como suelen estar cerca de estructuras delicadas, es frecuente que solamente se pueda quitar una parte del tumor.
- Radioterapia: puede utilizarse como alternativa o complemento a la cirugía. La radiación minimiza el riesgo de recidiva o reduce el tamaño del quiste.
- Quimioterapia: solamente se recurre a la administración de este tipo de fármacos cuando se trata de un meningioma de grado III.































































































