Perforación timpánica
¿La perforación del tímpano tiene recuperación? Toda la información sobre este trastorno: causas, síntomas y tratamiento.
Síntomas y causas
Una perforación timpánica es una rotura o desgarro del tímpano, la membrana fina y densa que separa el conducto auditivo externo del oído medio. La función del tímpano es vibrar al recibir las ondas sonoras y transmitir el sonido a los huesecillos del oído medio.
Por norma general, tras una perforación el tímpano recupera su forma e integridad habitual después de seguir un tratamiento adecuado durante varias semanas.
Síntomas
Los síntomas frecuentes de un tímpano perforado son los siguientes:
- Dolor intenso y repentino en el oído, usualmente de alivio rápido.
- Secreción por el oído: sangre, mucosa o pus.
- Acúfenos: zumbidos o ruidos en forma de sonidos distorsionados, en el oído.
- Pérdida de audición.
- Vértigo, que es un tipo de mareo que puede ir acompañado de náuseas o vómitos.
Causas
Entre las causas frecuentes de la perforación del tímpano se encuentran:
- Otitis media: una infección en el oído medio provoca la acumulación de pus o de líquido. La presión, junto con la inflamación, puede hacer estallar el tímpano.
- Traumatismo:
- Traumatismo por punción: un objeto introducido en el oído, como un bastoncillo, puede causar un desgarro.
- Barotrauma: desequilibrio repentino e intenso entre la presión en el oído medio y la presión ambiental. Puede deberse a un viaje en avión, una inmersión de buceo o un golpe directo en el oído (el ejemplo más habitual es una bofetada con la palma de la mano abierta en la oreja)
- Traumatismo acústico: una onda sonora muy fuerte, como una explosión o un disparo, puede llegar a romper el tímpano.
- Traumatismo craneal: una lesión grave en el cráneo puede causar una perforación, especialmente si la parte del cráneo cercana al oído está fracturada.
Factores de riesgo
La probabilidad de sufrir una perforación en el tímpano aumenta en estos supuestos:
- Viajes habituales en avión sobe todo si se hacen durante un cuadro catarral.
- Práctica de submarinismo.
- Uso de bastoncillos para limpiar los oídos.
- Exposición repetida a ondas sonoras fuertes, como explosiones, armas de fuego o maquinaria industrial.
Complicaciones
Aunque generalmente un tímpano perforado se recupera por sí mismo en unas semanas, en algunas ocasiones pueden aparecer complicaciones. El tímpano también actúa de barrera protectora, evitando la entrada de agua, gérmenes o sustancias extrañas. Una perforación, por tanto, facilita la entrada de agua y bacterias, con las consecuentes infecciones, llamadas otitis medias. Dicha otitis media, además, puede diseminarse al hueso mastoideo del cráneo y provocar una mastoiditis, una infección difícil de tratar y con posibilidad de complicaciones muy graves.
La pérdida de audición, por su parte, suele ser temporal y se recupera cuando el tímpano sana. Sin embargo, si la perforación es de gran tamaño o ha afectado a la cadena de huesecillos o al oído interno, la pérdida auditiva puede ser muy severa. Asimismo, aunque no es habitual, la perforación puede derivar en la formación en el oído medio de un colesteatoma, un quiste no canceroso, debido a que la piel del conducto auditivo externo puede pasar al oído medio a través de la perforación. Este quiste puede crecer y dañar los huesecillos del oído medio u otras estructuras del oído y del resto del hueso que lo alberga (que es parte del cráneo).
Prevención
Las siguientes medidas pueden ayudar a prevenir la perforación del tímpano:
- Evitar el uso de bastoncillos.
- Proteger los oídos del cambio de presión: en caso de vuelo se puede masticar chicle, bostezar o realizar la maniobra de Valsalva (intentar expulsar el aire por la nariz manteniendo las fosas nasales tapadas y la boca cerrada).
- Utilizar equipos de protección para los oídos si se está expuesto a explosiones o ruidos muy fuertes.
- Mantener los oídos secos.
- Tratar precozmente las infecciones del oído: acudir al médico si se nota dolor de oído y fiebre o pérdida auditiva.
¿Qué médico trata la perforación timpánica?
La perforación del tímpano se diagnostica y se trata en la unidad de otorrinolaringología.
Diagnóstico
El diagnóstico del tímpano perforado se fundamenta en las siguientes pruebas:
- Exploración física: se observa el interior del oído con un dispositivo con luz denominado otoscopio o con un microscopio.
- Pruebas de audición, para evaluar el nivel de afectación auditiva.
- Audiometría: en una cabina insonorizada, el paciente recibe diferentes sonidos a través de unos auriculares para medir la capacidad de audición de distintos tonos, volúmenes y frecuencias.
- Timpanometría: este examen comprueba la reacción del oído a los cambios de presión. El oído se sella herméticamente introduciendo un dispositivo denominado timpanómetro y se provoca un cambio de presión en el interior de la cavidad auricular para observar la movilidad del tímpano. Una reacción anormal puede indicar una perforación.
- Acumetría: se evalúa la función auditiva con el uso de diapasones, unos instrumentos que vibran emitiendo sonidos al ser golpeados. Se compara la audición haciendo vibrar el diapasón frente a la oreja (audición por vía aérea) y en la región mastoidea o entre los dientes (audición por vía ósea). Esto indica si la pérdida auditiva se debe a una perforación timpánica o una lesión del oído medio, frente a la consecutiva a un daño en el oído interno.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, las perforaciones se curan por sí solas en unas semanas sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, si hay infección o la perforación persiste, se pueden aplicar diferentes opciones:
- Gotas antibióticas, para detener la infección.
- "Parche" en el tímpano para cerrar la perforación, un especialista otorrinolaringólogo puede ver si está indicado en su caso aplicar, con la ayuda de un endoscopio o de un microscopio, una sustancia que estimula la cicatrización, similar a un papel muy fino, sobre el tímpano perforado. El procedimiento se puede repetir si mejora, pero no soluciona la perforación
- Miringoplastia o Timpanoplastia: si el "parche" no funciona, se puede realizar una operación que interponga un injerto de tejido del propio paciente para cerrar el orificio.
Documentación relacionada:
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