Síndrome de Prader-Willi
¿Por qué se desarrolla el síndrome de Prader-Willi? Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de esta afección.
Síntomas y causas
El síndrome de Prader-Willi es un trastorno genético multisistémico caracterizado por retraso en el desarrollo psicomotor, discapacidad intelectual y problemas conductuales. Es una enfermedad muy poco frecuente que provoca diferentes problemas físicos y mentales graves en el paciente, que, aun con tratamiento, no puede alcanzar una autonomía completa.
Síntomas
Los síntomas del síndrome de Prader-Willi se manifiestan desde el nacimiento, aunque varían en función de cada persona y van aumentando según la fase de desarrollo vital:
- Período fetal y neonatal:
- Movimientos fetales disminuidos.
- Posiciones anormales de manos y pies en el feto.
- Acumulación excesiva de líquido amniótico.
- Hipotonía: debilidad muscular del bebé, especialmente en el eje central del cuerpo.
- Succión deficiente, debido a la hipotonía.
- Llanto débil o ausente.
- Falta de respuesta a la estimulación.
- Distonía: contracciones musculares involuntarias.
- Genitales subdesarrollados: el pene, el escroto, el clítoris y los labios vaginales tienen un tamaño inferior al normal. Puede aparecer criptorquidia, esto es, testículos no descendidos.
- Características faciales distintivas: ojos almendrados, cabeza estrecha en las sienes, boca hacia abajo y labio superior fino.
- Salivación escasa y espesa.
- Lactancia y primera infancia:
- Retraso en el crecimientoy en el aumento de peso.
- Retraso en el desarrollo psicomotory en la adquisición del lenguaje.
- Poca masa muscular y nivel elevado de grasa corporal.
- Hipopigmentación: pelo, piel y ojos de color claro.
- Hiperfagia: apetito voraz y constante, con ingesta descontrolada de comida y ausencia de sensación de saciedad. Puede derivar en conductas anormales y obsesivas relacionadas con la comida.
- Periodo escolar:
- Obesidad.
- Estatura corta.
- Manos y pies de tamaño pequeño.
- Estrabismo, miopía u otros problemas de visión.
- Escoliosis: desviación de la columna.
- Trastornos del sueño: insomnio, despertares frecuentes, apneas e hipersomnia diurna.
- Alta tolerancia al dolor, que deriva en autolesiones.
- Rascado compulsivo de lesiones cutáneas.
- Sensibilidad alterada a la temperatura.
- Adolescencia y adultez:
- Deterioro cognitivo: dificultades de aprendizaje y problemas en la articulación del lenguaje.
- Hipogonadismo: poca o nula producción de hormonas sexuales, lo que produce una pubertad tardía o incompleta y, generalmente, esterilidad.
- Carácter obsesivo-compulsivo.
- Estereotipias: conductas repetitivas.
- Problemas de comportamiento: rabietas, testarudez, manipulación, intolerancia a los cambios.
- Dificultad en las relaciones sociales y en el control de las emociones.
- Trastornos mentales: los pacientes pueden desarrollar síntomas de ansiedad, depresión, trastorno bipolar, psicosis o fobias.
Causas
El síndrome de Prader-Willi se origina por la ausencia de expresión de genes paternos en la región 15q11-q13 del cromosoma 15. La falta de expresión de estos genes puede deberse a:
- Deleción o pérdida de la región 15q11-q13 del cromosoma de origen paterno. Es la causa más frecuente.
- Disomía materna: las dos copias del cromosoma 15 se heredan de la madre.
- Alteraciones en los genes paternos que impiden su expresión. Es muy poco habitual.
Esta alteración genética produce una disfunción en el hipotálamo, la región del cerebro responsable de regular procesos como la temperatura corporal, el hambre, los estados de ánimo, el sueño o la liberación de varias hormonas de la hipófisis, como la hormona del crecimiento y las gonadotropinas. La alteración en las funciones hipotalámicas ocasiona los síntomas característicos del síndrome.
Es importante destacar que el síndorme de Prader-Willi es una enfermedad genética pero generalmente no es hereditaria, sino que se debe a un defecto genético espontáneo que ocurre durante la concepción o en un momento cercano. Asimismo, el riesgo de recurrencia en la familia es extremadamente bajo.
Factores de riesgo
En teoría, el síndrome Prader-Willi puede heredarse: si un padre tiene el síndrome por la pérdida de la región correspondiente del cromosoma 15, existe un 50 % de posibilidades de trasmitir el cromosoma afectado al feto, haciendo que este desarrolle la enfermedad. No obstante, esta es una circunstancia extremadamente difícil, ya que los pacientes con Prader-Willi no suelen ser fértiles.
Complicaciones
Una de las principales fuentes de complicaciones severas en los pacientes de Prader-Willi es la obesidad, derivada tanto de la hiperfagia como de la hipotonía y los déficits hormonales. La obesidad es un factor de riesgo importante en el desarrollo de diabetes tipo 2 y de enfermedades cardiovasculares, respiratorias o hepáticas que pueden reducir bastante la esperanza de vida. Asimismo, los problemas para regular la temperatura y la alta tolerancia al dolor característicos del síndrome dificultan y retrasan el diagnóstico de lesiones u otras afecciones, aumentando su riesgo potencial.
La deficiencia de la hormona del crecimiento y de hormonas sexuales puede derivar en osteoporosis, una pérdida de densidad ósea que hace que los huesos se debiliten y se fracturen con facilidad. En casos muy raros, además, la disfunción hipotalámica también puede originar una insuficiencia adrenal o suprarrenal, es decir, un fallo en las glándulas adrenales encargadas de segregar cortisol, aldosterona, testosterona, adrenalina y noradrenalina. La insuficiencia adrenal aguda es una emergencia médica potencialmente mortal que se ha asociado a los casos de mortalidad temprana en el síndrome de Prader-Willi.
Los trastornos cognitivos, emocionales y conductuales, por su parte, dificultan las relaciones sociales y el aspecto académico y laboral del paciente, limitando notablemente su autonomía y calidad de vida.
Prevención
No es posible prevenir el síndrome de Prader-Willis. No obstante, si se tiene un hijo con el síndrome, es recomendable buscar consejo genético antes de tener más descendencia.
¿Qué médico trata el síndrome de Prader-Willi?
La complejidad del síndrome de Prader-Willi requiere de un equipo multidisciplinar altamente especializado, formado por doctores en Neurología, Endocrinología y Nutrición, Pediatría y sus Áreas Específicas, Psiquiatría y Psicología Clínica, entre otros.
Diagnóstico
El síndrome de Prader-Willi se sospecha por los síntomas neonatales característicos, aunque en ocasiones se puede hacer un diagnóstico prenatal en el tercer trimestre. Para confirmarlo, es necesario realizar exámenes genéticos:
- Análisis de metilación del ADN: la metilación es uno de los mecanismos que regulan la expresión del ADN. Esta prueba identifica la expresión o ausencia de los genes relacionados con el síndrome.
- Hibridación fluorescente in situ (FISH): esta técnica permite detectar la ubicación de un gen específico en un cromosoma, el número de copias del gen o cualquier anormalidad cromosómica. Por tanto, confirma el síndrome de Prader-Willi por deleción en el cromosoma 15.
- Prueba de disomía uniparental: esta prueba identifica si un par de cromosomas o de segmentos específicos de un cromosoma han sido heredados ambos de la madre o del padre. Así, se confirma si el síndrome se debe a disomía materna.
Tratamiento
El síndrome de Prader-Willi no tiene curación, por lo que el tratamiento tiene como objetivo reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. Si bien se trata de un abordaje individualizado que responde a los síntomas específicos que presente cada persona, es probable que la mayoría de los casos necesiten los siguientes tratamientos:
- Nutrición neonatal: se recurre a diferentes técnicas para asegurar la nutrición adecuada de los bebés, como leches hipercalóricas, tetillas especiales o sondas.
- Orquidopexia: en caso de testículos no descendidos, se realiza un procedimiento quirúrgico para liberar el testículo de las capas que lo envuelven y descenderlo hasta el escroto.
- Fisioterapia: ejercicios y actividades que mejoran el tono muscular.
- Logopedia y terapia del lenguaje, para acelerar o mejorar el desarrollo del habla.
- Administración de hormona del crecimiento: a largo plazo, la hormona acelera el crecimiento, disminuye el porcentaje de grasa corporal y aumenta la masa muscular, la fuerza, la tolerancia al ejercicio y la capacidad cognitiva. Sin embargo, este tratamiento no está indicado en caso de índice de masa corporal demasiado elevado, diabetes, apneas severas, cáncer o psicosis activa.
- Control estricto de la alimentación y el peso: dieta hipocalórica con acceso restringido a los alimentos y ejercicio físico regular.
- Terapia de reemplazo hormonal: administración de testosterona en niños o progesterona y estrógeno en niñas al alcanzar la pubertad.
- Tratamiento psiquiátrico y psicológico: los trastornos conductuales, los comportamientos obsesivo-compulsivos o los problemas de salud mental derivados del síndrome pueden tratarse con terapias o fármacos específicos.
- Otros tratamientos: el resto de síntomas, como el estrabismo, la escoliosis o los trastornos del sueño, son evaluados y tratados por los especialistas correspondientes.