Trastornos del ritmo circadiano

¿En qué consisten los trastornos del ritmo circadiano? Información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de esta alteración del ciclo de sueño y vigilia.

Síntomas y causas

Los trastornos del ritmo circadiano se producen cuando el llamado «reloj interno» que regula el horario de sueño y vigilia no está sincronizado con el entorno.

El ritmo circadiano tiene un ciclo de 24 horas que suele acomodarse a las señales externas como la presencia de oscuridad o luz, por ejemplo. Este reloj interno está regulado por el cerebro y se estimula con la llegada de luz a la retina, que genera impulsos nerviosos que fomentan el cese de producción de melatonina (hormona que induce el sueño). En aquellos casos en los que el ritmo interno y el del ambiente en que se vive se desajustan, se producen dificultades para dormir y alteraciones del sueño.

Dependiendo de las preferencias de cada persona, existen tres cronotipos básicos:

  • Matutino: prefieren el horario diurno, por lo que suelen madrugar y acostarse temprano.
  • Vespertino: son aves nocturnas que se acuestan y se levantan tarde.
  • Estándar: se adaptan fácilmente a madrugar y a trasnochar según los cambios en su entorno. Por norma general, comienzan a segregar melatonina en un tiempo intermedio entre los matutinos y los vespertinos. La gran mayoría de la población pertenece a este tipo.

En condiciones normales, las personas son capaces de adaptarse a las necesidades del entorno sin excesiva dificultad. Los trastornos del ritmo circadiano se manifiestan cuando resulta imposible o se requiere demasiado tiempo para que el cuerpo se acostumbre al cambio. Los trastornos de sueño-vigilia más frecuentes son:

  • Jet lag: el desfase horario está provocado por un cambio brusco de zona horaria.
  • Trastorno asociado al trabajo por turnos: se agrava cuando se alternan jornadas diurnas y nocturnas y no se puede llevar el mismo horario todos los días. Los turnos de noche continuos presentan menos síntomas a pesar de que suele ser complicado dormir durante el día debido a la luz y a los ruidos externos.
  • Trastorno de fase de sueño retrasada: es más habitual entre los adolescentes, que no pueden conciliar el sueño temprano, aunque lo intenten, por lo que resulta casi imposible levantarse por la mañana. Se acuestan tarde y se levantan tarde. Puede provocar retrasos o ausencias en el trabajo o el centro de estudios.
  • Trastorno de la fase de sueño avanzada: suele darse en personas mayores, que no pueden cambiar la rutina de acostarse y levantarse pronto. Se acuestan temprano y se levantan temprano. En ocasiones, se despiertan excesivamente temprano, por lo que se puede confundir con el insomnio.
  • Síndrome hipernictemeral: el ciclo cambia de un día a otro. Es decir, a pesar de que se duerme el mismo número de horas, el momento de acostarse o de levantarse varía constantemente. Es poco frecuente y el más común entre las personas ciegas.

Síntomas

El indicador más característico de los trastornos del ritmo circadiano es la imposibilidad de dormir cuando se necesita. Esta situación provoca otros síntomas como:

  • Somnolencia diurna.
  • Falta de concentración.
  • Dificultad para pensar.
  • Problemas para llevar a cabo las tareas diarias.
  • Irritabilidad.
  • Abuso de alcohol o sustancias estimulantes.
  • Bajo rendimiento académico o laboral.

Causas

Las causas de los trastornos del ritmo circadiano pueden ser de dos tipos:

  • Internas: patologías o anomalías físicas como lesiones cerebrales, Alzheimer, traumatismos craneales o ceguera.
  • Externas: cambios del huso horario, turnos laborales irregulares, cambios frecuentes en la rutina del sueño, determinados medicamentos, especialmente, los que contienen melatonina.

Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de sufrir un trastorno del ritmo circadiano son:

  • Edad: el reloj interno cambia con los años, por lo que se retrasa en la adolescencia y se adelanta en la vejez.
  • Predisposición genética.
  • Horario laboral: los turnos rotativos favorecen la aparición de estos trastornos.
  • Viajes frecuentes con cambio de horario.
  • Consumo de alcohol, estimulantes o drogas ilegales.
  • Determinadas enfermedades como el autismo, la depresión, el trastorno bipolar, el Parkinson, el Alzheimer, la ceguera, la degeneración macular o el síndrome de Angelman.
  • Cambios hormonales: las mujeres pueden padecer estos trastornos durante el embarazo y la menopausia.
  • Exposición a la luz artificial durante la noche.

Complicaciones

Cuando los trastornos del sueño-vigilia se prolongan en el tiempo, pueden causar:

  • Irritabilidad.
  • Problemas de concentración.
  • Disminución del estado de alerta.
  • Fatiga.
  • Somnolencia diurna.
  • Bajo rendimiento laboral o académico.
  • Falta de memoria.

Prevención

A pesar de que en algunos casos es imposible prevenir los trastornos del ritmo circadiano, los síntomas de algunos de los tipos se reducen siguiendo estas pautas:

  • Cuidar la higiene del sueño manteniendo los mismos horarios todos los días. En el caso de los trabajadores nocturnos, se recomienda que sigan la misma rutina en sus días libres.
  • Limitar el uso de pantallas y de exposición a la luz azul antes de dormir.
  • Recibir luz natural todos los días.
  • Siempre que se pueda, hacer coincidir el ritmo de sueño y vigilia con las horas de día y de noche.

¿Qué médico trata los trastornos del ritmo circadiano?

Los trastornos del ritmo circadiano se tratan en la unidad del sueño.

Diagnóstico

El diagnóstico de los trastornos del ritmo circadiano se basa en los síntomas referidos por el paciente. Normalmente, se solicita un diario del sueño para conocer el número de horas que duerme el paciente y sus rutinas durante varias semanas.

En algunos casos, se solicitan pruebas complementarias como:

  • Polisomnografía: evalúa las funciones corporales durante el sueño (ritmo cardiaco, frecuencia respiratoria, nivel de oxígeno en la sangre).
  • Actigrafía: determina la estructura del sueño basándose en los movimientos que realiza el paciente durante la noche.
  • Determinación de los niveles de melatonina y cortisol en la sangre.

Tratamiento

Los tratamientos varían dependiendo del trastorno del ritmo circadiano que se padezca y la causa que lo provoque. El abordaje más habitual, consiste en un cambio de hábitos de vida:

  • Establecer un horario regular tanto para dormir como para comer.
  • Cuidar la higiene del sueño, ya que no solo es importante el horario, también contar con un lugar tranquilo y relajante para dormir.
  • Evitar dormir durante el día.
  • Practicar ejercicio de forma regular.
  • Exponerse a la luz solar todos los días.
  • Limitar el consumo de alcohol, cafeína y nicotina.
  • Evitar el uso de pantallas dos horas antes de acostarse.
  • Reducir la luz artificial durante la noche.

En casos más graves, se recurre a otros tratamientos como:

  • Luminoterapia: se utilizan diversas fuentes de luz para regular el reloj biológico.
  • Medicación para ajustar el ritmo interno con el entorno: los medicamentos o suplementos con melatonina son los más eficaces para propiciar el sueño y los que contienen cafeína para reducir la somnolencia durante el día.
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