Traumatismo craneoencefálico (TCE)

¿Qué secuelas deja un traumatismo craneoencefálico? Información sobre los síntomas, los métodos diagnósticos y los tratamientos para los diferentes grados de TCE.

Síntomas y causas

El traumatismo craneoencefálico es una lesión física o funcional del cerebro (concretamente, del encéfalo) provocada por un golpe fuerte en la cabeza. Es uno de los motivos más frecuentes de consulta en urgencias, especialmente entre los niños, y supone la primera causa de muerte entre los jóvenes.

Los traumas pueden ser de diversos tipos:

  • Conmoción cerebral: es leve y de pronóstico favorable, sin daño funcional. El estado de confusión no suele durar más de un minuto, aunque sí se puede presentar amnesia postraumática.
  • Contusión cerebral: se presentan daños en la corteza del cerebro producidas por un impacto directo o por el contacto entre diversas superficies intracraneales, que suele deberse al llamado latigazo (movimiento de aceleración-desaceleración). Los síntomas varían en función de la gravedad de los daños.
  • Fracturas craneales:
    • Fracturas craneales lineales: las más frecuentes. No suelen causar complicaciones.
    • Fracturas craneales con hundimiento: hay más de 5 milímetros de distancia entre los fragmentos.
    • Fracturas en la base del cráneo: requieren una vigilancia especial a pesar de que las complicaciones no son habituales.
  • Traumatismos penetrantes: se producen cuando un cuerpo extraño se aloja en la cabeza o la atraviesa. Su gravedad depende de los tejidos, vasos sanguíneos y zonas afectadas.
  • Edema cerebral: es una alteración grave. Suele formarse en la zona exterior y extenderse posteriormente. Como consecuencia, aumenta la presión intracraneal y se produce hipertensión arterial e hipoxemia (niveles bajos de oxígeno en la sangre).
  • Laceraciones en el cuero cabelludo.

Los pacientes con traumatismos craneoencefálicos presentan síntomas muy diversos dependiendo del tipo de lesión que hayan sufrido y de su gravedad. Por lo tanto, los tratamientos son también muy variables en estos casos y deben adaptarse a las características específicas de cada caso.

Síntomas

Existen tres grados de traumatismo craneoencefálico teniendo en cuenta su gravedad. Cada uno manifiesta síntomas diferentes:

  • TCE leve:
    • La estructura del cerebro no se ve afectada.
    • Se mantiene la capacidad verbal y motora, así como la respuesta ocular.
    • Las alteraciones mentales, en el caso de producirse, no duran más de 24 horas.
    • La pérdida de consciencia desaparece en menos de 30 minutos.
    • Los resultados de la escala de Glasgow, que determina el nivel de conciencia de una persona, se sitúan entre 13 y 15.
    • Dolor de cabeza, náuseas y vómitos, somnolencia, mareos, problemas sensoriales y dificultad para hablar.
    • Desorientación, pérdida de memoria, problemas de concentración o cambios en el estado de ánimo.
  • TCE moderado:
    • La apariencia del cerebro puede estar alterada o no.
    • Se produce pérdida de consciencia de entre 30 minutos y 24 horas de duración, presentando una puntuación de entre 9 y 12 en la escala de Glasgow.
    • El estado mental permanece alterado durante más de 24 horas.
    • La amnesia postraumática dura entre 1 y 7 días.
    • Dolor de cabeza, náuseas y vómitos, convulsiones, dilatación pupilar, entumecimiento de las manos o los pies, secreción de líquido por la nariz o los oídos o dificultad para despertarse.
    • Desorientación, agresividad o balbuceos.
  • TCE severo:
    • La estructura craneal puede mostrar alteraciones o permanecer normal.
    • La pérdida de consciencia dura más de 24 horas y la escala de Glasgow es inferior a 9.
    • La alteración del estado mental se extiende más de 24 horas.
    • Se manifiesta amnesia durante más de 7 días.
    • Dolor de cabeza intenso, náuseas y vómitos, pupilas dilatadas, entumecimiento de los brazos o las piernas o falta de coordinación.
    • Imposibilidad de despertarse, irritabilidad o cambios de humor.

Causas

Las causas más frecuentes de los traumatismos craneoencefálicos son:

  • Caídas desde altura.
  • Accidentes de tráfico.
  • Golpes durante la práctica deportiva.
  • Agresiones y violencia directa.
  • Onda expansiva de explosiones.

Factores de riesgo

Los TCE pueden producirse en cualquier persona, pero existe un riesgo mayor de padecerlos en los siguientes casos:

  • Menores de 4 años.
  • Mayores de 60 años.
  • Jóvenes entre 15 y 24 años.
  • Deportistas.
  • Conductores habituales.
  • Militares.

Complicaciones

Algunas de las secuelas que puede dejar un traumatismo craneoencefálico son:

  • Estado comatoso.
  • Amnesia total o parcial.
  • Alteraciones de la vista, el oído o el olfato.
  • Dificultades motrices y de coordinación.
  • Disfagia (dificultad para tragar).
  • Hidrocefalia (acumulación de líquido en los ventrículos del cerebro)
  • Daño cerebral o estado vegetativo.

Prevención

Para prevenir los traumatismos craneoencefálicos se recomienda:

  • Utilizar los sistemas de seguridad obligatorios en los vehículos (cinturones de seguridad o asientos elevadores para niños).
  • Llevar casco para montar en vehículos de dos ruedas y quads, o para practicar deportes como el patinaje, el esquí, la equitación o el béisbol.
  • Adecuar los espacios tanto para niños como para personas mayores (pasamanos en las escaleras, alfombrillas antideslizantes en los baños, protección en las ventanas, etc.) y extremar la vigilancia.

¿Qué médico trata los traumatismos craneoencefálicos?

Los TCE requieren un abordaje multidisciplinar en el que intervienen los especialistas en Urgencias, Neurología, Neurocirugía, Cirugía Pediátrica, Medicina Física y Rehabilitación o los miembros de la Unidad de Tráficos.

Diagnóstico

Para diagnosticar los traumatismos craneoencefálicos y determinar su gravedad, los médicos recurren a las siguientes pruebas:

  • Tomografía computarizada: muestra imágenes del estado del cerebro y el cráneo y permite detectar fracturas, inflamación o hematomas.
  • Resonancia magnética del cerebro: ofrece una mejor visión de la zona afectada y se utiliza para detectar lesiones que no se perciben inicialmente en una tomografía.
  • Escala de Glasgow: consiste en valorar, en base a 15 puntos, la capacidad mental de una persona. La puntuación varía de 3 a 15 (cuanto mayor es la puntuación, menor es la gravedad de la lesión).
  • Exploración neurológica (respuesta pupilar, orientación, nivel de consciencia) para determinar los daños producidos.

Tratamiento

Los tratamientos del TCE varían dependiendo de su gravedad, los más destacados son:

  • Reposo y observación: las lesiones leves no requieren una terapia concreta. Se recomienda reposo y prestar atención a las alteraciones en el estado de salud o cognitivo del paciente.
  • Medicación para controlar las convulsiones o reducir la inflamación.
  • Cirugía para reparar las fracturas, extraer hematomas, frenar el sangrado o aliviar la presión intracraneal.
  • Rehabilitación para mejorar la movilidad y el habla. En los casos más graves, es necesario volver a aprender a caminar o a hablar.
  • Terapia neuropsicológica para afrontar el deterioro cognitivo y mejorar la calidad de vida del paciente.
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