Vitíligo
¿El vitíligo tiene cura? Información sobre las causas, los síntomas y el tratamiento para esta enfermedad de la piel.
Síntomas y causas
El vitíligo es una enfermedad autoinmune crónica que provoca la despigmentación de la piel en forma de manchas blancas repartidas por el cuerpo. Esta pérdida de color se produce por la desaparición progresiva de melanocitos, que son las células encargadas de producir melanina y, por lo tanto, de dar color a la piel y el cabello.
Dependiendo de la forma en que se presentan las manchas, se puede hablar de dos tipos diferentes:
- Vitíligo no segmentario o generalizado, que es el más común: las manchas blancas se desarrollan en ambos lados del cuerpo. Aunque pueden aparecer en cualquier zona, es más habitual que se formen en la cara, las manos, las rodillas y los codos.
- Vitíligo focal y segmentario: la pérdida de color afecta solo a un lado del cuerpo y, en ocasiones, desaparece con el tiempo.
- Vitíligo universal: se produce una decoloración en casi toda la superficie de la piel.
Esta patología no es contagiosa y no supone un riesgo grave para la salud, aunque puede afectar a la confianza y al bienestar emocional de quienes la sufren.
Síntomas
El principal síntoma del vitíligo es la pérdida de melanina en algunas partes del cuerpo, que suele manifestarse de las siguientes formas:
- Manchas irregulares en la piel.
- Coloración blanca prematura en el cabello, incluidas las cejas, las pestañas o la barba.
- Falta de color en las mucosas, tanto en la boca como en la nariz.
Causas
Aunque se desconoce la causa exacta del vitíligo, se tiene la seguridad de que en su desarrollo influyen tanto factores genéticos como ambientales. Algunas de las circunstancias que pueden provocar esta enfermedad son:
- Un desorden del sistema inmunitario.
- Antecedentes familiares, ya que tiene un componente hereditario.
- Otras patologías como la diabetes, la enfermedad de Addison o trastornos de la tiroides.
- El estrés, los traumatismos o las quemaduras solares graves.
Factores de riesgo
El vitíligo afecta a personas de todas las razas y edades. No obstante, lo habitual es que los primeros síntomas se presenten entre los 10 y los 30 años, normalmente antes de los 20. Además, los efectos de la despigmentación son más significativos en personas con la piel oscura.
Complicaciones
A pesar de que el vitíligo no es una enfermedad grave que ponga en riesgo la salud de quien la padece, la falta de melanina puede ser el desencadenante de otras patologías como la fotosensibilidad, la alergia al sol o la propensión a las quemaduras solares, que pueden derivar en lesiones precancerosas o cáncer de piel.
La alteración de la apariencia física, especialmente en la cara, supone en muchos casos un sufrimiento psicológico que puede derivar en ansiedad, estrés o depresión. Por este motivo, en muchas ocasiones se recomienda a los pacientes acudir a un profesional de la salud mental y buscar grupos de apoyo después de recibir el diagnóstico.
Prevención
No se puede prevenir el vitíligo, ya que puede aparecer en cualquier momento en personas sin una predisposición aparente. Para fomentar la salud de la piel en general y en particular de las zonas despigmentadas, se recomienda utilizar cremas solares de alta protección durante todo el año, vestir ropa con UPF 50+ y evitar la exposición prolongada al sol, especialmente en las horas centrales del día durante el verano.
Diagnóstico
Normalmente es sencillo diagnosticar el vitíligo, ya que las manchas que causa la pérdida de melanina son muy significativas. En aquellas ocasiones en que se quieren detectar zonas sin pigmentación que aún no son perceptibles para el ojo humano, se utiliza la lámpara de Wood. Este instrumento muestra las áreas sin melanocitos de color blanco brillante.
Cuando se necesita descartar otras enfermedades autoinmunes, se suele realizar una biopsia y un análisis de sangre para conocer los niveles de vitamina B12 y de las hormonas tiroideas.
Tratamiento
Los tratamientos disponibles permiten paliar los efectos de la enfermedad o ralentizar su avance, pero actualmente no existe una cura definitiva para el vitíligo. Dependiendo de la edad del paciente, de la extensión de las manchas que presente y del tipo de patología que se haya desarrollado, se elige el tratamiento más adecuado:
- Medicamentos: los corticoides tópicos reducen la inflamación y pueden contribuir a la recuperación del color de la piel. Cuando la despigmentación avanza rápidamente, pueden administrarse por vía oral o intravenosa.
- Terapias físicas: la fototerapia con rayos ultravioleta B (UVB) contribuye a frenar el crecimiento de las manchas, mientras que la fotoquimioterapia oral, que combina la toma de psoraleno con la exposición a rayos UVA, logra la repigmentación en muchos casos.
- Inmunoterapia: Uno de los enfoques más investigados en inmunoterapia para las formas más graves de vitiligo es el uso de inhibidores de JAK (Janus Kinasa). Estos fármacos bloquean las vías de señalización que activan la respuesta inmune anómala. Estudios recientes han demostrado que los inhibidores de JAK pueden reducir la inflamación y favorecer la repigmentación en pacientes con vitiligo, con resultados visibles en pocos meses.