Ecografía 3D
La ecografía 3D proporciona imágenes tridimensionales del interior del cuerpo. Además de en el diagnóstico prenatal, ya que sirve para detectar labio leporino o espina bífida, se utiliza para detectar malformaciones orgánicas y planificar cirugías.

Descripción general
La ecografía 3D es una técnica diagnóstica que obtieneimágenes en 3 dimensiones de los órganos internos del cuerpo. Son imágenes estáticas de alta resolución de múltiples cortes que se unen para reconstruir una imagen externa de la estructura de estudio, ejemplo el feto. Esta prueba utiliza ultrasonidos, que se aplican sobre la piel con una sonda manual llamada transductor, que inciden sobre los tejidos corporales y emiten un eco que recoge la misma sonda. En tiempo real, un ordenador traduce esta reverberación o eco en imágenes en tres dimensiones.
La especialidad de ginecología y obstetricia utiliza las ecografías 3D para observar en mayor detalle la cavidad uterina y los ovarios, así como para obtener una imagen más precisa del feto durante la gestación. Este tipo de ultrasonidos son también muy útiles en oncología, ya que permiten observar las características de los tumores antes de establecer un tratamiento. Aunque es menos conocido, otras especialidades como la neumología, la cardiología o la nefrología se sirven de las ecografías tridimensionales para tener mayor información sobre determinados órganos como los pulmones, el corazón o los riñones.
¿Cuándo está indicada?
Una de las aplicaciones más conocidas de las ecografías 3D es el seguimiento del embarazo, ya que ayuda a definir el tamaño del feto de forma más precisa para diagnosticar patologías como labio leporino o espina bífida. Además, ofrece imágenes estáticas o realistas de sus características faciales. En los últimos años, con la llegada de las ecografías en 4D que reproducen también el movimiento, se utilizan menos con esta finalidad.
Las ecografías tridimensionales están indicadas en aquellas mujeres en las que una eco tradicional muestra indicios de malformaciones ováricas o uterinas, o cuando se precisa establecer un diagnóstico prenatal de síndrome de Down, malformaciones faciales o defectos del tubo neural.
Gracias al uso de ecografías 3D se pueden diagnosticar patologías en diversos órganos y planificar el abordaje de determinadas cirugías, ya que proporciona imágenes detalladas tanto de órganos vitales como de tumores y quistes.
¿Cómo se realiza?
La ecografía 3D tiene el mismo procedimiento que las ecografías tradicionales. Para que las imágenes sean lo más nítidas posible, se aplica un gel con base de agua sobre la piel de la zona que se va a estudiar. Posteriormente, se aplica la sonda y se desliza sobre el área para obtener todas las imágenes necesarias, que se ven en tiempo real en la pantalla del ordenador.
Riesgos
No existe ningún riesgo asociado a las ecografías 3D.
Qué esperar de una ecografía 3D
Para someterse a una ecografía 3D es preciso retirar la ropa de la zona que se va a estudiar, por lo que en muchas ocasiones el centro médico facilita una bata al paciente. En el momento de aplicar el gel, se suele sentir frío, pero esta sensación desaparece al poco tiempo. Durante el procedimiento, el especialista presiona en diferentes áreas para obtener imágenes más precisas, por lo que los pacientes suelen referir ciertas molestias que no llegan a ser dolorosas.
Después del procedimiento, el gel aplicado se retira fácilmente con un papel desechable. No es necesario permanecer en el hospital ni hacer reposo, se trata de una prueba ambulatoria. Los resultados se reciben en el momento, especialmente en la consulta ginecológica, o pasados unos días, sobre todo en casos oncológicos o de malformaciones orgánicas.
Especialidades en las que se solicita una ecografía 3D
Los especialistas en ginecología y obstetricia, oncología, neumología, nefrología, aparato digestivo o cardiología suelen solicitar ecografías 3D.
Cómo prepararse
Las ecografías 3D no precisan una preparación especial previa. Es posible que, dependiendo de los órganos que se vayan a observar, el especialista pida que no se consuman determinados alimentos o que el paciente acuda a la cita con la vejiga llena.