Ecografía transrectal
Una ecografía transrectal es una prueba que permite obtener imágenes del conducto anal, el recto y los tejidos adyacentes. Para ello se introduce una pequeña sonda que emite ondas sonoras de alta frecuencia a través del ano.

Descripción General
La ecografía transrectal, o endorrectal, es un método diagnóstico que ofrece imágenes en tiempo real del conducto anal, el recto y las estructuras adyacentes, como la vejiga, el aparato reproductor femenino o la próstata. Al tratarse de un procedimiento intracorpóreo, la calidad de las imágenes obtenidas es muy alta.
Su funcionamiento está basado en la aplicación de ondas sonoras de alta frecuencia (ultrasonidos). Se realiza con un ecógrafo, un aparato que incorpora un cabezal o sonda manual denominada transductor, que emite ultrasonidos que se reflejan sobre los tejidos corporales dando lugar a ecos. El transductor recibe estos ecos de vuelta y los envía a una computadora que los transforma en las imágenes que se visualizan en el monitor del ecógrafo.
¿Cuándo está indicada?
Las aplicaciones principales de la ecografía transrectal son las siguientes:
- Detectar cualquier anomalía en el recto y el canal anal, como fístulas, roturas de esfínteres, abscesos, quistes o tumores.
- Estudiar la glándula prostática.
- Evaluar el suelo pélvico y el aparato reproductor femenino (ovarios, útero, cuello uterino y trompas de Falopio).
- Guiar la aguja durante una punción o una biopsia de dichas estructuras.
La ecografía transrectal, por tanto, suele indicarse en estos casos:
- Si padece incontinencia fecal.
- En hombres, se tienen problemas de micción, se ha detectado alguna anomalía durante un tacto rectal de rutina o hay una elevación del PSA (antígeno prostático específico) en sangre. Asimismo, puede recomendarse si se tienen problemas de fertilidad.
- En mujeres, se opta por esta prueba cuando no es posible realizar una ecografía transvaginal para observar la zona pélvica y los órganos reproductores.
¿Cómo se realiza?
La exploración se desarrolla con el paciente sobre una camilla, acostado de lado con las piernas flexionadas hacia el pecho. Antes de comenzar, se aplica en la zona un gel hidrosoluble que, además de actuar como lubricante para introducir el transductor, facilita la transmisión de los ultrasonidos y elimina las bolsas de aire que pueden interrumpirla, afectando a la nitidez de la imagen. El transductor, a su vez, se recubre con una funda aislante de látex. Una vez dentro del recto, el médico correspondiente lo desplaza suavemente por toda la zona para tomar imágenes en diferentes perspectivas de las estructuras y tejidos correspondientes. Las imágenes se van mostrando en tiempo real en la pantalla de la computadora.
Riesgos
Los ultrasonidos utilizados en la ecografía son totalmente inofensivos y no producen efectos secundarios. Sin embargo, no es infrecuente experimentar un sangrado rectal si existen lesiones anales como fisuras o hemorroides, aunque no suele ser significativo. Asimismo, existe un leve riesgo de infección, especialmente si la ecografía se realiza junto a una biopsia.
Qué esperar de una ecografía transrectal
Antes de comenzar el estudio, el paciente debe quitarse toda la ropa de la parte inferior del cuerpo, colocarse la bata que se le proporciona y situarse sobre la camilla en la posición adecuada. Durante el desarrollo de la exploración, debe tratar de mantenerse inmóvil para que las imágenes tengan la mejor calidad posible.
Aunque es una prueba inocua, se pueden notar molestias o incluso dolor al introducir el transductor a través del recto, especialmente si existen lesiones como hemorroides o fisuras. En ese caso, es posible aplicar un gel anestésico u otro tipo de sedación local.
La duración de la prueba depende de los órganos o tejidos que se estén examinando y de los motivos para ello, pero no suele superar los 20 minutos. Al tratarse de una prueba ambulatoria que tampoco precisa cuidados especiales posteriores, el paciente puede retomar sus actividades con toda normalidad.
Los especialistas perciben los resultados de forma inmediata, pero se prepara un informe que se facilita al paciente en la consulta pasados unos días.
Especialidades en las que se solicita la ecografía transrectal
La ecografía transrectal se solicita principalmente en las consultas de urología, ginecología y obstetricia, oncología y reproducción asistida.
Cómo prepararse
Para realizar una ecografía transrectal, es necesario que el recto esté libre de materia fecal, por lo que se indica la aplicación de un enema en las horas previas a la exploración.
Si se va a examinar la próstata, es necesario acudir a la prueba con orina contenida en la vejiga. Asimismo, si la ecografía implica también la realización de una biopsia u otro procedimiento invasivo, es probable que el paciente deba firmar un documento de consentimiento.