El ayuno intermitente no es una dieta, sino una herramienta de salud con múltiples beneficios

El ayuno intermitente no es una dieta, sino una herramienta de salud con múltiples beneficios

foto cabecerafoto cabecera
12 de mayo de 2025
Hospital Universitario La Luzen/health-centers/hospital-universitario-la-luz
Endocrinología y Nutriciónen/specialities/endocrinologia-nutricion

El ayuno intermitente ha ganado popularidad como método para perder peso, pero detrás de esta práctica hay mucho más que una simple tendencia. Según Laura Sánchez, dietista-nutricionista del Hospital Universitario La Luz, "el ayuno intermitente no es una dieta, sino una herramienta que, bien aplicada, puede aportar importantes beneficios para la salud".

El ayuno intermitente consiste en espaciar la ingesta de alimentos durante un número determinado de horas, habitualmente 12 horas o más. "Todos hemos ayunado en algún momento, ya sea para una analítica, una cirugía o alguna prueba médica. Lo importante es entender que cuando ese ayuno se prolonga más allá de las 12 horas y se realiza de forma estructurada, hablamos de ayuno intermitente", explica la especialista.

Beneficios comprobados

Entre los principales beneficios, destaca la mejora del metabolismo. "El cuerpo entra en un proceso de autolimpieza y autorreparación. Esto puede traducirse en una disminución del colesterol, de la presión arterial, una mejor regulación de la glucosa y hasta una reducción en el número de células cancerígenas, dependiendo del caso", añade Laura Sánchez.

Además, el ayuno puede favorecer un equilibrio hormonal clave. "Regula las hormonas del hambre y la saciedad, como la leptina y la grelina. Esto ayuda a que la persona reconozca cuándo realmente tiene hambre y cuándo está saciada, lo que a su vez puede contribuir a una relación más saludable con la comida", apunta.

Según la dietista existen diferentes tipos de ayuno según su duración: desde 12 hasta 72 horas. Algunos son aptos para el día a día, como el de 12 o 16 horas, mientras que otros, como los de 24 a 72 horas, suelen estar reservados a contextos médicos.

Pero no todo el mundo puede beneficiarse de esta herramienta. "El ayuno está contraindicado en embarazadas, en periodo de lactancia, niños pequeños, ancianos o personas con trastornos alimentarios. Y por supuesto, no se recomienda a personas con ansiedad o estrés, ya que puede agravar estos cuadros", advierte Laura Sánchez.

Por ello, insiste en que "el ayuno intermitente debe estar siempre supervisado por un profesional de la nutrición. No podemos dejarnos llevar por influencers o personajes famosos que divulgan sin conocimiento. Cada cuerpo es diferente y lo que le sirve a uno, puede ser perjudicial para otro", subraya.

La dietista del Hospital Universitario La Luz sugiere comenzar por un ayuno de 12 horas, espaciando la cena y el desayuno del día siguiente. "No se trata de no comer, sino de comer bien en las ventanas de alimentación, con todos los nutrientes necesarios para que el cuerpo funcione correctamente".

En definitiva, el ayuno intermitente, bien aplicado y con control profesional, puede convertirse en una valiosa herramienta para mejorar la salud.

Health Content

Health Content

Get to know your health from all perspectives.