Cáncer de pulmón en no fumadores: una realidad menos conocida, pero con mejor pronóstico

El cáncer de pulmón se asocia habitualmente al consumo de tabaco, pero hasta un 10-12% de los casos se diagnostican en personas que nunca han fumado. Aunque esta cifra es menor en comparación con los fumadores, pone de manifiesto la importancia de comprender las causas, los síntomas y los tratamientos de este tipo de cáncer.

"El cáncer de pulmón en no fumadores es una enfermedad con características específicas que requieren un abordaje personalizado. En la mayoría de los casos, encontramos alteraciones genéticas que son el motor principal del desarrollo del tumor", explica el Dr. Andrés Aguilar, especialista en oncología torácica en el Hospital Universitari Dexeus.

La principal causa de cáncer de pulmón en no fumadores son las alteraciones genéticas. En nuestro entorno, la mutación más común es la del gen EGFR, que desempeña un papel crucial en el crecimiento tumoral. Estos cambios genéticos son el objetivo de muchas de las terapias innovadoras que se utilizan hoy en día.

A estos factores genéticos se suman otros riesgos como:

• Exposición al gas radón: un gas natural que se acumula en ciertos espacios cerrados.
• Contaminación ambiental: especialmente en grandes urbes.
• Humo pasivo: la exposición prolongada al humo del tabaco de otras personas.
• Agentes carcinogénicos laborales: como el amianto o ciertos productos químicos.

Estos factores también pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad y subrayan la importancia de un enfoque preventivo y de diagnóstico temprano.

El tipo de cáncer de pulmón más frecuente en no fumadores es el carcinoma pulmonar de células no pequeñas, especialmente el subtipo adenocarcinoma. Los síntomas suelen ser similares a los de los fumadores e incluyen tos persistente, dificultad para respirar y dolor torácico. Sin embargo, es fundamental estar atentos a estas señales para lograr un diagnóstico temprano y mejorar las opciones de tratamiento.

En los últimos 15 años, los avances en medicina de precisión han revolucionado el manejo del cáncer de pulmón. Los tratamientos dirigidos a mutaciones específicas, como las del gen EGFR, han demostrado ser más eficaces y con menos efectos secundarios.

Hoy contamos con terapias personalizadas que no solo prolongan la supervivencia, sino que también mejoran la calidad de vida de los pacientes.

"Además, la inmunoterapia ha conseguido, en algunos casos, equiparar el pronóstico entre fumadores y no fumadores", añade el Dr. Aguilar, miembro del equipo de IOR del Servicio de Oncología.

Aunque los programas de cribado de cáncer de pulmón se centran en fumadores, incluir a personas con otros factores de riesgo, como la exposición al gas radón o carcinógenos laborales, podría mejorar significativamente la detección temprana y los resultados del tratamiento.