Duración insuficiente, despertares frecuentes o descanso poco reparador: tres indicios para acudir a un especialista en sueño

Cada año crece el número de personas que aprecian que no duermen bien o no gozan de un descanso adecuado. Algunas veces se trata únicamente de malos hábitos que, con una buena higiene del sueño, se puede corregir. Sin embargo, en otras ocasiones podemos estar ante algún tipo de patología.

La doctora Ana Teijeira Azcona, especialista en Neurofisiología, coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Toledo y portavoz de la Sociedad Española de Sueño, pone el foco en que "las enfermedades del sueño son patologías infradiagnosticadas, a pesar de su importancia en el estado de salud general del paciente, ya que pueden desencadenar o agravar otras patologías existentes".

"Algunas personas normalizan sus problemas para dormir. Sin embargo, algunos de los trastornos más comunes del sueño pueden estar relacionados con otras patologías, como la obesidad, la diabetes, enfermedades gastrointestinales o alteraciones psiquiátricas y neurológicas, además de aumentar el riesgo cardiovascular", subraya la especialista.

De ahí el interés de aprovechar este 14 de marzo, Día Mundial del Sueño, para concienciar a la población acerca del papel del sueño saludable para el bienestar físico, mental y social y poner de manifiesto la importancia de acudir a un especialista ante cualquier indicio de no estar disfrutando de un sueño reparador.

Ronquidos, apneas o sueños inquietos, entre los signos de sospecha

Para la doctora Teijeira, esto es "si se sospecha que se tiene algún trastorno, si se duerme mal o el sueño se considera de mala calidad, si se ronca todas las noches o se presentan apneas, si se mueve mucho durante la noche, tiene sueños inquietos o conductas extrañas, especialmente si ello provoca al día siguiente cansancio, somnolencia, irritabilidad o trastornos del estado del ánimo".

La especialista resume en tres los elementos principales a tener en cuenta de cara a conocer si la calidad del sueño es la correcta, "la duración, que debe ser suficiente (entre 7-8 horas para un adulto sano), la continuidad durante la noche, intentando evitar despertares que provoquen una fragmentación del sueño, y la profundidad del sueño, para que éste pueda ser reparador".

Además del insomnio, la apnea obstructiva del sueño y el síndrome de piernas inquietas son otros de los trastornos del sueño más frecuentes.

Impacto en la esperanza de vida de los pacientes

"Contar con un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado es el primer paso para atajar un problema que tiene un importante impacto no sólo en el descanso de las personas sino también en su salud y esperanza de vida", concluye la doctora Teijeira.

Bajo el lema Un sueño reparador, un camino hacia la salud integral, la Sociedad Española de Sueño, invita a reflexionar a lo largo de esta efeméride en los beneficios de tener un sueño regular y mantener hábitos que lo favorezcan, como realizar ejercicio físico diario evitando el horario previo a acostarse, mantener una dieta cardiosaludable con cenas ligeras, eludir la ingesta excesiva de alcohol al menos cuatro horas antes de acostarse, no consumir cafeína ni otras sustancias estimulantes al menos seis horas antes de dormir, evitar el uso de pantallas iluminadas en las horas previas al sueño o mantener un horario regular y estable de sueño, procurando acostarse y levantarse a la misma hora.

Algunos de los datos que presentan en esta jornada: en España se estima que más de un 10% de la población (más de 4 millones de personas) padece algún tipo de trastorno de sueño crónico y grave; alrededor de uno de cada dos pacientes con trastorno del sueño crónico acaba desarrollando algún síntoma de trastorno mental, y un sueño insuficiente o de mala calidad mantenido de manera crónica favorece la aparición de una serie de enfermedades que pueden llegar a provocar un grave impacto en la calidad de vida de las personas e, incluso, incrementar la mortalidad.