Anemia
¿Cuáles son las causas de la anemia? Toda la información sobre el origen de esta enfermedad, sus síntomas y su tratamiento.
Síntomas y causas
La anemia es una condición en la que el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos o hemoglobina para transportar de manera eficiente el oxígeno que recoge de los pulmones al resto de los tejidos u órganos, provocando una serie de síntomas y complicaciones.
Atendiendo a las causas, existen varios tipos de anemia, y cada una tiene sus propias causas síntomas y tratamiento, por lo que es importante identificar la causa subyacente para poder ofrecer el tratamiento adecuado.
La anemia puede presentar diferente duración y gravedad e incluso resultar mortal si no se trata adecuadamente. Es un problema muy frecuente que afecta especialmente a niños y mujeres, sobre todo durante el embarazo y el puerperio.
Síntomas
Los síntomas de la anemia varían en función de la causa, la gravedad y el tipo. No obstante, la sintomatología habitual es la siguiente:
- Cansancio y debilidad.
- Disnea o falta de aire.
- Palidez.
- Latidos irregulares o taquicardia.
- Mareos o aturdimiento.
- Dolor de cabeza.
- Dolor en el pecho.
- Uñas quebradizas o caída de cabello
- Alteraciones en el apetito y pérdida de peso.
- Dificultad para concentrarse
Causas
Existen diferentes tipos de anemia en función de la causa subyacente:
- El cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos o hemoglobina: esto puede deberse a un problema en la médula ósea, a un déficit de nutriente o a enfermedades crónicas subyacentes. Destacan:
- La anemia ferropénica, secundaria a un déficit de hierro, un mineral clave para la producción de hemoglobina
- Anemia megaloblástica, secundaria a un déficit de vitamina B12 o Ácido fólico. Éstas se producen por un problema de absorción de estos nutrientes o una ingesta insuficiente de los mismos.
- Anemia de trastornos crónicos, secundaria a enfermedades crónicas o inflamatorias que interfieren en la producción de glóbulos rojos en la médula ósea.
- Anemia por enfermedades de la médula ósea (aplasia medular, cánceres hematológicos, síndromes mielodisplásicos, anemia sideroblásticas congénitas o adquiridas…)
- Los glóbulos rojos se pierden o destruyen más rápidamente de lo que se producen debido a:
- Sangrado agudo o crónico
- Anemia Hemolíticas, producidas por una destrucción de glóbulos rojos. Esto puede producirse por enfermedades autoinmune donde el sistema inmunológico ataca y destruye los glóbulos rojos (anemia hemolítica autoinmune), hemoglobinopatías (trastornos hereditarios relacionas con la hemoglobina, donde destacan la talasemia y anemia de células falciformes), infecciones como la malaria y algunos fármacos.
Factores de riesgo
El riesgo de anemia puede aumentar por los siguientes factores:
- Edad: las personas mayores de 65 años tienen mayor riesgo de padecerla. También es muy frecuente en niños por la alta demanda de nutrientes en esta etapa de la vida.
- Sexo: la anemia tiene una mayor incidencia en mujeres debido a las perdidas mensuales relacionadas con la menstruación.
- Dieta deficiente: no consumir suficiente hierro, vitamina B12 o ácido fólico.
- Problemas en el intestino delgado que dificulten o impidan la absorción de dichos nutrientes.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Periodos menstruales abundantes.
- Gestación: la anemia del embarazo es frecuente si no se ingieren complementos de hierro y ácido fólico debido a la alta demanda durante este periodo.
- Antecedentes familiares de tipos de anemia hereditarios.
- Afecciones médicas autoinmunes o crónicas.
- Algunos fármacos y tratamientos, como la quimioterapia.
Complicaciones
Si no es tratada, las consecuencias de la anemia pueden ser graves. La escasez de oxígeno en los tejidos causada por una anemia severa puede derivar en problemas cardiovasculares como insuficiencia cardiaca, arritmias o angina de pecho; disminución de la función cognitiva con dificultad para la concentración, pérdida de memoria e incluso desorientación en casos severos; complicaciones durante el embarazo como bajo peso al nacimiento del bebé, hemorragias postparto y parto prematuro; problemas en el crecimiento y desarrollo cognitivo de los niños; complicaciones renales así como mayor riesgo de complicaciones en cirugías. Además, en ciertos casos la anemia puede ser mortal, como en anemias graves debidas a hemorragias agudas o a causa de complicaciones derivadas de algunas anemias hereditarias.
Prevención
Las formas más comunes de anemia, esto es, las causadas por déficit de nutrientes, pueden prevenirse con:
- Dieta saludable con alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitamina B12.
- Aumento del consumo de vitamina C, que facilita la absorción del hierro.
- Disminución el consumo de alcohol, té y café.
¿Qué médico trata la anemia?
La anemia es evaluada y tratada por los especialistas en Hematología y Hemoterapia, Medicina Interna y Pediatría y sus Áreas Específicas, pero va a depender de la causa subyacente que provoque la anemia. Según la causa de la anemia, será necesario un equipo multidisciplinar que aborde el tratamiento específico.
Diagnóstico
Después de analizar los síntomas referidos por el paciente y realizar una exploración física, será necesario realizar pruebas de diagnóstico que confirmen la anemia:
- Hemograma completo: un análisis de sangre con el que se determina la cantidad de glóbulos rojos en sangre y el nivel de hemoglobina.
Una vez confirmada la anemia, se llevan a cabo diferentes pruebas para buscar las causas y descartar otras afecciones:
- Pruebas de laboratorio:
- Frotis de sangre: se observa una muestra de sangre con microscopio para registrar el tamaño y la forma de los glóbulos rojos.
- Determinación de Vitamina B12, Ácido fólico y niveles de hierro
- Otras pruebas en función de la causa subyacente que se sospeche (valoración de la función renal y hepática, hormonas tiroideas, electroforesis de hemoglobinas para estudio de hemoglobinopatías, test de Coombs directo para estudio de anemias hemolíticas autoinmunes…)
En función la sospecha clínica puede ser necesario realizar otras pruebas como;
- Aspiración o biopsia de médula óseaBiopsia de médula óseaBiopsia : se toma una muestra del líquido (aspiración) o del tejido (biopsia) de la médula ósea para comprobar que está sana y que la producción de glóbulos rojos es normal.
- Colonoscopia: para buscar sangrados en el colon.
- Gastroscopia: para detectar sangrados en el esófago, el estómago y el intestino delgado.
- Pruebas genéticas: para determinar si hay cambios en los genes que afectan a la producción de glóbulos rojos.
- Análisis de orina: para comprobar la función de los riñones.
Tratamiento
El tratamiento para la anemia dependerá de la causa y de la gravedad:
- Suplementos alimenticios y cambios en la dieta en las anemias por déficit de hierro, ácido fólico o vitamina B12.
- Medicación hormonal.
- Trasfusiones de sangre en anemia severas
- Inyecciones de eritropoyetina para aumentar el nivel de los glóbulos rojos en caso donde aporte beneficio
- Fármacos para inhibir el sistema inmune en anemias provocadas por enfermedades autoinmunes.
- En el caso de anemias causadas por sangrados agudos, puede ser necesaria la cirugía para localizar y detener el sangrado.
- Medicación, quimioterapia o trasplante de médula ósea en las anemias asociadas a problemas específicos relacionados con la médula ósea.