Artrosis en las manos

Información sobre las causas, los síntomas, los tratamientos y el pronóstico del desgaste y malformación de las articulaciones de las manos.

Síntomas y causas

La artrosis en las manos, que afecta también a la muñeca, es la degeneración de los cartílagos de las articulaciones que la conforman. Se caracteriza por producir dolor, rigidez e inflamación debido al derrame articular, la formación de osteofitos y el roce de los huesos entre sí, ya que pierden la amortiguación.

Las articulaciones afectadas por este tipo de artrosis son:

  • Trapeciometacarpiana: está en la base del pulgar, en la unión con la muñeca.
  • Interfalángicas proximales (IFP): se encuentran en el medio de los dedos, bajo los nudillos.
  • Interfalángicas distales (IFD): son las que articulan las puntas de los dedos.

La artrosis de las manos se clasifica en dos tipos si se tiene en cuenta la forma en que se manifiesta:

  • Artrosis nodular: es la más frecuente en las articulaciones distales, aunque puede darse en todas ellas. Su característica principal es la formación de nódulos óseos.
  • Artrosis erosiva: es más agresiva que la anterior, ya que afecta tanto al hueso como al cartílago. Suele extenderse a todas las articulaciones de la mano.

Es una enfermedad degenerativa estrechamente ligada al envejecimiento, por lo que no suele iniciarse antes de los 40 o 50 años y progresa lentamente. Los tratamientos actuales se enfocan en mejorar la vida de los pacientes, ya que la artrosis de manos no tiene cura.

Síntomas

Los síntomas más destacados de la artrosis en las manos son:

  • Dolor articular que empeora con el movimiento.
  • Rigidez después de un periodo de reposo, sobre todo por las mañanas.
  • Inflamación.
  • Enrojecimiento.
  • Sensación de calor.
  • Mayor sensibilidad al tacto.

Además, la artrosis nodular se manifiesta con los siguientes signos:

  • Deformidad de las articulaciones: son engrosamientos del hueso (osteofitos) que forman protuberancias.
    • Nódulos de Heberden: son frecuentes en las IFD.
    • Nódulos de Bouchard: suelen aparecer en las IFP. Tienen las mismas características que los anteriores.
    • Nódulos en la base del pulgar que no tienen un nombre específico.
  • Pérdida de flexibilidad: el rango de movimiento de la articulación se ve limitado.
  • Crujidos con el movimiento.

Causas

Las causas de la artrosis no están todavía claras. Se cree que su aparición en las manos es una combinación de dos factores:

  • Genéticos: es una patología con un componente hereditario.
  • Ambientales: trabajos que requieren movimientos repetitivos de las manos o fracturas previas.

Factores de riesgo

Las probabilidades de padecer artrosis en las manos aumentan en los siguientes casos:

  • Edad: es una enfermedad degenerativa que suele comenzar, como pronto, a partir de los 40 años.
  • Sexo: es más frecuente entre las mujeres.
  • Antecedentes familiares.
  • Esfuerzo repetitivo de las articulaciones.
  • Antecedentes personales de fracturas óseas o articulares.
  • Diabetes.

Complicaciones

La complicación más destacada de la artrosis en las manos es el desgaste total del cartílago que deriva en dolor intenso, deformidad y limitación del movimiento.

Prevención

La artrosis de manos no se puede prevenir, aunque adquirir los siguientes hábitos puede contribuir a retrasar su aparición o calmar los síntomas:

  • No hacer movimientos repetitivos y ni el agarre de pinza, siempre que sea posible.
  • Mantenerse hidratado.
  • Llevar una alimentación saludable.
  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco.

¿Qué médico trata la artrosis en las manos?

La reumatología es la especialidad en la que se previene, diagnostica y trata la artrosis en las manos. En el tratamiento también suelen intervenir los especialistas en medicina física y rehabilitación, así como los cirujanos ortopédicos.

Diagnóstico

El diagnóstico de la artrosis de manos es eminentemente clínico y se centra en estos pasos:

  • Anamnesis: se estudian los antecedentes familiares y personales, así como los hábitos de vida y los síntomas.
  • Examen físico: se observan y palpan las articulaciones, además de comprobar las posibilidades de movimiento. Se evalúa el dolor, la existencia de protuberancias y los chasquidos.
  • Radiografía: permite comprobar las articulaciones que están afectadas.

En ocasiones, especialmente para comprobar el estado del cartílago y el tamaño de los osteofitos, se hace una resonancia magnética.

Tratamiento

Tanto el avance de la artrosis en las manos como algunos de los síntomas se pueden frenar con un abordaje conservador. Los tratamientos más eficaces son:

  • Férulas: estabilizan las articulaciones y las inmovilizan para reducir la inflamación, calmar el dolor y prevenir la deformidad de los dedos.
  • Medicamentos: analgésicos para el dolor y antiinflamatorios para la hinchazón.
  • Infiltraciones de ácido hialurónico: restauran un componente de la articulación que se pierde como consecuencia de la enfermedad, por lo que se mejora la movilidad y se reduce el dolor.
  • Fisioterapia: mejora la funcionalidad de las articulaciones y alivia el dolor. Suele consistir en la combinación de ejercicios de estiramiento, movilidad y fortalecimiento, además de terapias manuales para movilizar las articulaciones y liberar la tensión de los músculos del antebrazo.

El tratamiento quirúrgico es adecuado cuando la artrosis se agrava. Los procedimientos más frecuentes son:

  • Osteotomía: corta la base del primer metacarpiano (el hueso del pulgar) para corregir la deformidad.
  • Artrodesis: se fusiona una articulación, ya sea la muñeca o una interfalángica, para eliminar la inestabilidad y el dolor, aunque también se pierde el movimiento.
  • Trapeciectomía: se extirpa el hueso trapecio de la muñeca para tratar la rizartrosis, que es la artrosis de la base del dedo pulgar.
  • Artroplastia: se extrae la articulación dañada y se sustituye por una prótesis. Con esta técnica, el dolor desaparece y se recupera la funcionalidad.
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